Ignacio Pellizzón
Aunque la medida nacional todavía no se aplicó en los pequeños negocios, representantes de Almaceneros admiten que están negociando con el gobierno central sobre cómo se podría implementar en el sector. Además, destacan el programa provincial como “muy positivo” para las ventas.
Ignacio Pellizzón
Desde que el gobierno nacional oficializó el congelamiento de precios en un total de 1.432 productos, los negocios de los barrios de Rosario, así como otros puntos de la provincia, todavía no llegaron a un acuerdo con los proveedores para poder implementar la medida.
Si bien “hubo reuniones” con el secretario de Comercio de la Nación, Roberto Feletti, de la cual participaron miembros del sector comercial como del Centro Unión Almaceneros, todavía “no se llegó a una resolución “concreta”, aunque en las próximas semanas volverán a juntarse y “podría haber novedades”, adelantó a El Litoral el titular de los almaceneros, Juan Milito.
El congelamiento de precios se estableció sin acuerdo con el sector privado. Nación lo ejecutó a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial. La lista incluye tanto primeras marcas como productos de pequeñas empresas. Los valores se retrotraen al 1° de octubre, y se congelan hasta el 7 de enero del 2022.
Entre los principales inconvenientes que llevaron desde el sector a Feletti, Milito destaca la falta de “margen” para la comercialización de los productos. Sin embargo, pese a que la mayoría de los supermercados “acatan” la medida, según informó el gobierno provincial, en los comercios de barrio “no se detecta un impacto negativo” por esta situación, indicó el referente.
El representante del Centro Unión Almaceneros entiende que el congelamiento “sirvió” para que las empresas más importantes “no sigan aumentando”, es decir, “frenar el shock de los costos”. Esto se puede “detectar” en las últimas semanas, desde que se puso en marcha la iniciativa.
Para que en los barrios funcione el congelamiento, “nuestros proveedores nos tienen que generar un margen de comercialización para que esto no se torne inviable desde las grandes firmas hasta las pymes”, explicó Milito sobre lo que están discutiendo con la secretaría de Comercio de la Nación.
Asimismo, recordó que este miércoles se pone en marcha la 17° etapa del plan “Precios Justos”. Se trata de la iniciativa que lleva adelante el municipio junto al Centro Unión Almaceneros y Autoservicistas, que permite conseguir artículos a precios congelados en más de 110 comercios de la ciudad.
Hay que recordar que el proyecto surgió de un amplio acuerdo alcanzado por las partes mencionadas, empresas productoras locales y de la región, emprendedores sociales y empresas recuperadas, con el objetivo de ofrecer a los consumidores productos a precios convenientes y permitir a los comerciantes mantener y hasta incrementar las ventas propias y de las empresas participantes.
Con relación a cómo está operando el programa provincial Billetera Santa Fe (BSF) en los distintos negocios de los barrios de la ciudad, Milito señaló que “está funcionando muy bien. Es una medida que ha democratizado la comercialización; se ve claramente el nivel de facturación. Además, es un subsidio que llega directamente al consumo del cliente”.
Ante la queja de algunos comerciantes que no se quieren sumar a la aplicación porque temen incrementar su carga tributaria y de otros impuestos, el referente del sector explicó que el concepto “es erróneo”, porque “si uno vende más tiene que facturar más”. “En estos casos, creemos que está bien que así sea”.
Pero, sí admitió Milito que “hay una presión fiscal muy alta y que esta lleva a una marginalidad”. Por eso, el titular de los Almaceneros estima que “hay que blanquear en un grado en que el comerciante de barrio tenga posibilidades” y no que se termine quebrando, porque esta “es una realidad concreta”.
En definitiva, “nosotros pretendemos que los comercios de los barrios de Rosario sean respetados y que tengan una capacidad económica para subsistir, pero no vemos que sea antagónico con el programa BSF”.
Por supuesto que “es lógico”, que haya sectores que busquen la mejora del programa y que se aumenten los montos, “es lo justo”, dijo y agregó: “Pero la verdad es que nos ha servido mucho esta medida, es insoslayable”.
Y cerró: “También es cierto que estamos complicados los comerciantes. Este es un año muy complejo. Estamos mejor que otros sectores, como el gastronómico que la pandemia los golpeó muy fuerte, pero no estamos ni cerca de nuestro mejor momento”.