Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
El cordón industrial sigue padeciendo las consecuencias de convivir con firmas de alto riesgo ambiental. Esta vez le tocó a la localidad de San Lorenzo clausurar la empresa Nouryon (ex Axzo Nobel) por constantes pérdidas de gases tóxicos.
La firma, ubicada en la zona sur de la localidad, fue clausurada preventivamente por la Municipalidad esta semana tras ser denunciada por emanaciones contaminantes que estaban provocando en los vecinos de la zona incesantes náuseas, tos, vómitos y dolores de cabeza.
El cierre momentáneo de la empresa se logró por medio de la denuncia que realizó el concejal de San Lorenzo, Marcelo Remondino, quien sufrió en carne propia una descomposición producto de las emanaciones tóxicas. Esto motivó que se presentara en el ingreso de la planta y convocara a inspectores del área de Medio Ambiente del municipio para que constaten la situación.
“Con otras personas con las que estábamos practicando tenis en el Polideportivo empezamos a sufrir tos, dolor e irritación de la garganta, arcadas, y dolor de cabeza; y charlando con vecinos que sufrían lo mismo, me enteré que desde hace meses se vienen sucediendo episodios de contaminación del aire como éste”, contó a El Litoral el edil.
Acto seguido, se acercó personal de la firma para explicaciones por los olores repulsivos y expresaron que se trataba de dióxido de azufre y que ellos estaban tratando de bajar la producción para tratar de mermar la situación.
Según señaló Remondino, “un responsable nos dijo que la empresa adquirió un filtro en el extranjero, pero que estaría demorado en la aduana desde hace tiempo. Obviamente, no me conformé con esa explicación por eso voy a presentar un proyecto de Resolución en el Concejo para que sus directivos sean citados a la reunión del Cuerpo en Comisión a dar explicaciones”.
La compañía Nouryon (Ex Akzo Nobel), de capitales holandeses, es muy conocida en la zona. Se dedica a la de producción de especialidades químicas como ácido sulfúrico, sulfuro de carbono, sulfhidrato de sodio escamado y líquido, entre otras como el dióxido de azufre.
Ante esta situación, personal del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación se hizo presente en la planta para realizar un informe sobre los posibles motivos que podrían haber generado las pérdidas.
Según trascendió, los motivos de la presencia de los agentes ministeriales se relacionan con la grave situación de contaminación ambiental que se viene produciendo a partir del venteo, por parte de la empresa química, de lo que sería, justamente, dióxido de azufre.
En concreto, a la planta se le realizó una clausura ad referéndum del Juzgado Municipal de Faltas. Además, se abrió una instancia mediante la cual quedó intimada a presentar dentro las próximas 72 horas un plan viable y concreto que solucione la emanación de gases que generan irritación y malos olores en la zona. A su vez, el mismo Juzgado de Faltas establecerá la aplicación de una multa económica.
La compañía Petroquímica Bermúdez o más conocida como ex Electroclor, radicada en Capitán Bermúdez, a pocos minutos de San Lorenzo, atraviesa por estos días una investigación judicial en los tribunales de San Lorenzo por presuntos delitos ambientales graves.
El caso mantiene, por ahora, solamente a dos de los cinco implicados, quienes quedaron formalmente imputados. Se trata del exfiscal regional, Patricio Serjal, y el Fiscal de Estado adjunto Gustavo Luzzini.
Por su parte, los dueños de la firma, el empresario Sergio Tasselli, su hijo Máximo y su yerno Matías Gallego, representados por el abogado Mariano Cúneo Libarona, no fueron imputados, hasta el momento, dado que el juez actual, Carlos Andrés Gazza, considera que todavía sigue vigente una resolución del juez, Juan José Tutau, que extingue la acción penal contra ellos.
El caso salió a la luz el 25 de marzo de 2015 cuando una resolución de la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia señaló que la empresa Petroquímica Bermúdez SA incumplió los compromisos de inversiones a los que se obligó tras inspecciones que evidenciaron falta de mantenimiento en accesorios, cañerías, tanques de almacenamiento de sustancias peligrosas y venenosas que exhibían deterioro por procesos de oxidación irreversibles.
Capitán Bermúdez vendría siendo contaminada por los residuos tóxicos de la Ex Electroclor desde hace, por lo menos, siete años. Los desechos contaminantes, que se mantendrían a la intemperie en el terreno de la planta, lindera a Celulosa, estarían esparciendo toxicidades en el suelo, las napas y el aire.
La compañía fabricaba gas cloro como principal producto y como subproductos el hipoclorito de sodio e hidróxido de sodio. El gas cloro es un gas venenoso que también tiene características corrosivas por ser poderoso oxidante. Su inhalación en pequeñas cantidades, indica el informe, afecta las vías respiratorias al formar ácido clorhídrico con el agua de las mucosas nasales y una exposición mayor produce la muerte.