Juan Manuel Peratitis | [email protected]
Quizás no se conozcan pero el destino los llevó como hombre y como mujer hacia un mismo horizonte deportivo, desde el mismo terruño y hacia un club de primera, y los encontró hoy al menos en esta coincidencia escrita con historias parecidas.
Juan Manuel Peratitis | [email protected]
Ella es Delfina Tudino, nacida en Gálvez el 11 de octubre de 2002. Él es Alessandro Balbo, venido al mundo un 22 de enero también de 2002, también en Gálvez. Desde hace un tiempo los dos son jugadores de Primera División –también- de Unión de Santa Fe en sus respectivos géneros.
La joven jugadora surgió de la cantera del Ceci BBC –la cuna basquetbolística del Chapu Nocioni, nada más y nada menos- y desde el club auriazul se fue a probar a Unión de Santa Fe y quedó, a principios de 2020.
Lamentablemente luego llegó la pandemia con todo lo que eso implicó para que todo tipo de actividad se detuviese. Al abrirse otra vez la chance de practicar deportes, continuó entrenando, se fue ganando un lugar en el primer equipo tatengue en Liga Santafesina, tanto que hizo goles decisivos para ganar el título de bicampeonas por un lado y luego obtener la Copa Santa Fe en este 2022.
A partir de ese logro, Unión espera que la institución se pueda incorporar a la Liga de AFA de Fútbol femenino donde hoy el único equipo del interior que la disputa entre otros 20 equipos de Capital Federal y AMBA es Rosario Central.
Ha jugado como carrilera, como lateral, de 8 tradicional, y a veces de centrodelantera demostrando así su versatilidad como futbolista.
Por sus logros deportivos en una institución tan prestigiosa como es Unión, el Ministerio de Desarrollo Social a través de su titular, Danilo Capitani, hombre de la ciudad, el Senado de la Provincia, por intermedio del senador Leonardo Diana, otro político oriundo de Gálvez, y el Concejo local le entregaron sendos reconocimientos.
Ante la salida de Emanuel Brítez, Diego Polenta quedó como el único central izquierdo natural en el plantel profesional de Unión, más allá de que Claudio Corvalán pueda ocupar ese lugar esporádicamente.
Ante esto, Gustavo Munúa decidió buscar en las canteras a Alessandro Balbo, quien concentró con el primer equipo por primera vez.
Ale tuvo sus comienzos en «Gambetas», un grupo de jugadores que entrenaba «Tucu» Ferreyra y Rubén Bagilet. Luego jugó en Barrio Oeste y en 7º grado en Capitán Bermúdez de esta ciudad. Cuando la secundaria se fue a jugar a Argentino de López y allí, debido a su buen rendimiento, lo convocaron para el seleccionado de la Liga Esperancina para jugar un encuentro en Alcorta.
Luego de ese encuentro futbolístico con el combinado de la liga, en el año 2014, Alessandro le comentó a su papá que lo iban a llamar de Unión de Santa Fe. A los pocos días su vida cambió y hasta el día de hoy, quien comenzó como lateral izquierdo pero desde hace un buen tiempo viene jugando como segundo marcador central, se encuentra en la institución de la Avenida López y Planes.
Él mismo se describió como fuerte en el juego aéreo, tanto en defensa como ataque, como también ágil en el mano a mano a la hora de defender. E incluso, se puso una meta para este 2022: debutar en Primera. Este domingo Alessandro estuvo a punto de ingresar, pero debido a la expulsión de un compañero no se concretó. De todas maneras, es cuestión de días para verlo en cancha.
Cuando esto se dé, el Departamento San Jerónimo conseguirá una marca histórica: por primera vez habrá tres jugadores nacidos en sus pueblos que estarán en sendos equipos profesionales. Hoy en día, Tomás Moschión, de Coronda, es parte del plantel de Colón de Santa Fe; Alejo Véliz, de Bernardo de Irigoyen, es delantero de Central por lo que el ingreso de Balbo demostrará una vez más el talento que brota como el trigo, la soja o la frutilla, de estas tierras de San Jerónimo.
Igual que Delfina, del mismo modo que Alessandro, que con sus propias historias comparten el amor por una ciudad, por un deporte y por una camiseta.