En esta semana, las quemas en las islas frente a Rosario volvieron a repetirse. Como una continuación de 2020, los incendios se repiten en zonas del delta del Paraná. El Litoral habló con Néstor Di Leo, ingeniero agrónomo integrante del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario. Este organismo académico estudia desde distintas facetas las consecuencias del fuego en este sector que abarca unas 2.000.000 de hectáreas desde el norte de la ciudad de Santa Fe al Río de la Plata.
- ¿Qué información hay sobre las quemas recientes?
- Lamentablemente se van reiterando los episodios de quemas de pastizales. Anteayer (miércoles) hubo un foco que estaba ubicado aproximadamente a la altura de Granadero Baigorria. Y otro ubicado frente a la zona sur de Rosario, a unos entre 7 y 14 kilómetros del humedal hacia adentro aproximadamente. Esos focos fueron atendidos por la brigada de Protección Civil de Santa Fe con los aviones hidrantes. Presumiblemente eran esos focos los que generaron el olor a humo en el centro de Rosario. En general, los episodios de quemas se suceden cotidianamente lamentablemente. La ciudad de Rosario toma conciencia cuando el viento trae el humo desde el foco de incendio hacia la ciudad. Ahí es donde aparece la preocupación, pero nosotros a diario detectamos focos. No tanto como fue en el invierno, pero sigue habiendo focos de incendio.
Tenés que leerSe reiniciaron las quemas en el Delta del Paraná y no descartan "intencionalidad política o maldad"- ¿Ustedes desde el observatorio siguen trabajando en zonas ya quemadas?
- Distintos grupos de trabajo realizamos distintas tareas. Nosotros estamos en la parte de monitoreo satelital de focos de incendio y de áreas quemadas, y en el estudio del impacto del fuego en el suelo de las islas. Porque cuando se produce un incendio, se quema el pastizal seco arriba del suelo, pero la temperatura hace que también se combustione materia orgánica que hay dentro de la estructura de ese mismo suelo. Entonces es un perjuicio doble, digamos. Se emite carbono a la atmósfera por la combustión del pastizal, pero también se pierde materia orgánica en el suelo y se emite más carbono a la atmósfera por esta razón. La pérdida de materia orgánica, pro así decirlo, le quita fertilidad al suelo. Es un problema de degradación ambiental que se combinan unos con otros en una espiral muy desfavorable. Son todos aspectos negativos.
En la parte de suelo específicamente, estamos haciendo análisis con muestreos georreferenciados. Eso se hace en la Isla de los Mástiles, que tomamos como sitio de estudio. El monitoreo general lo hacemos con satélites. También hemos usado drones para hacer validaciones.
Tenés que leerSanta Fe prevé incorporar más de 2.600 hectáreas como zonas protegidas del delta e islas- ¿A qué responden las quemas?
- En los sectores del humedal que se encuentran bajo usos ganaderos, el objetivo suele ser limpiar el pastizal seco. El fuego remueve la biomasa seca que está arriba y eso hace que brote pasto nuevo que es más tierno para la hacienda. Esto da aumentos de peso mayores (en el ganado vacuno). La productividad del pastizal aumenta. Es lo mismo que en otros campos. El ganadero que tiene que prender fuego el pasto es porque no lo maneja bien, porque no maneja bien el recurso forrajero. La secuencia es limpiar mediante el fuego en el invierno, y luego si en la primavera o en verano se logra alquilar el campo, el que alquila paga bastante más porque la isla está limpia y tiene pasto tierno. Esto es una generalización en la cual siempre hay excepciones, per suele ser lo que sucede habitualmente
Hay dos causas de un incendio. Que sea natural o que sea causado por el hombre. Hay ahí dos divisiones. El incendio accidental y el incendio intencional. La intencionalidad está vinculada a la limpieza del pastizal para cederlo en pastaje y que paguen más. O directamente si uno quiere prender fuego porque quiere hacer daño o generar molestias por maldad. Si uno prende fuego enfrente al Monumento, claramente tiene que ver con una instancia de provocación. En esos lugares no hay hacienda. Un incendio en el medio de la isla, a 20 kilómetros de Rosario, tiene que ver con que lo están limpiando para incorporar hacienda.
- ¿Ustedes han advertido más vacas ahí cuando van?
- Se está viendo tránsito de hacienda en el humedal, se ven barcazas que circulan. La ganadería en la zona de islas compite con otros recursos forrajeros. Los costos de unos u otros hacen que exista mayor o menor interés en desarrollar esquemas de invernada en la zona de islas. Nada es absoluto, pero en general sucede así.
Tenés que leerEstrenan "Detrás del Humo", un documental sobre los incendios en 2020 en el Delta del Paraná- ¿Es posible que haya intereses de hacer negocios inmobiliarios en esta zona? ¿Es posible construir en esa región?
- Limpiar el campo para alquilarlo conceptualmente es un negocio inmobiliario. Después está el negocio inmobiliario de cambio de uso de la tierra para urbanizar o algo recreacional, etc. Los lugares donde eso puede suceder son muy acotados. Uno puede vender un proyecto de esas características, tipo Nordelta, en algunos lugares. En la isla de los Mástiles hubo un proyecto para hacer algo así, y también en otros lugares ha habido intencionalidad de armar cosas parecidas. A mi criterio tendría que estar todo muy bien regulado y controlado. Toda la actividad productiva e incluso recreativa tiene que estar regulada en un espacio sensible como ése. Toda.
- ¿Estás más a favor de leyes que preserven ese espacio lo más que se pueda?
- Un humedal de semejantes características como el nuestro, en cualquier lugar del mundo, es un objeto a preservar porque es un espacio altamente sensible que genera un sinnúmero de servicios ecosistémicos. En el ordenamiento territorial, tienen que priorizarse las situaciones de preservación, y las actividades económicas que se realicen en estas áreas deben ser planificadas con criterios de sustentabilidad.
- El uso de esas tierras para la agricultura sería muy perjudicial, ¿verdad?
- La agricultura que habitualmente se desarrolla en otras áreas rurales de la provincia en el humedal generaría un impacto muy relevante y altamente perjudicial en los componentes del ecosistema y también en su dinámica funcional. En mi opinión, no se debiera permitir.
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La ley de humedales prevé que se amplíen las áreas de reserva estricta. Eso es importante para la conservación de especies, pero en el resto del humedal el uso de ese espacio tiene que estar regulado. Uno puede hacer ganadería, pero se tiene que hacer de una forma sustentable. No como uno puede en función de la coyuntura macro o microeconómica. Eso tiene que estar limitado y adecuadamente auditado o controlado.
Volviendo al tema de los incendios, obviamente es una enormidad que por el afán de lucro de algunos pocos se genere semejante ecocidio como el que se ha verificado durante el 2020 y que lamentablemente vemos que continúa. Ya se llevan quemadas unas 400.000 hectáreas, es una situación inaceptable. A la afectación que se le generó al ecosistema hay que sumar los daños que provocaron y provocan esos incendios en la salud de las personas. En Rosario y en otras localidades ha habido muchos días en los que el aire era de una calidad muy nociva por la cantidad de material particulado en suspensión, es decir el humo, muy por encima de los valores máximos admitidos. Todo esto tiene que ser mitigado, regulado y controlado. Es una regla básica de cualquier civilización: cuidar los bienes comunes.