Alumnos santafesinos monitorean su localidad y analizan la distribución de mosquitos para atacar el dengue
Estudiantes la Escuela Estanislao López de Las Petacas, una pequeña localidad del departamento San Martín, trabajan en un proyecto junto a físicos del Conicet Rosario para medir la densidad poblacional del insecto y prevenir su propagación. El año pasado, el mismo establecimiento educativo había fabricado pastillas naturales para repelerlos.
El objetivo es localizar las zonas de mayor densidad poblacional para atacar a tiempo el mosquito.
La escuela Brigadier Estanislao López de Las Petacas, una pequeña localidad del departamento San Martín, vuelve a ser noticia por estos días. Ahora, alumnos de segundo, tercero y cuarto año del nivel secundario trabajan en un proyecto para determinar la distribución y densidad poblacional de mosquitos en la localidad para evitar su propagación. Y sabiendo que se trata de un vector de enfermedades, la investigación suma un potencial de índole epidemiológico.
Bajo el ala de la docente Mariana Echarri y la colaboración de dos investigadores del Conicet Rosario, Gonzalo Ramos y Juan Manuel Monti, nueve estudiantes desarrollan un asombroso estudio que incluye un mapeo general del ejido urbano, la fabricación de tramperas para insectos, su posterior recolección semanal y el análisis informativo de los datos mediante un lenguaje de programación. ¿El resultado final? Localizar las zonas de mayor densidad poblacional para atacar a tiempo el mosquito.
Puesto que Las Petacas se trata de una pequeña localidad donde los alumnos no paran de sorprender por su voluntad y dedicación a cada iniciativa que surge en el establecimiento, Echarri se contactó con Conicet Rosario para trasladar la inquietud de la idea y estudiar la densidad de mosquito a nivel local. Científicos no lo dudaron. “Plantearon qué medidas se podían tomar para analizar la distribución de los insectos”, explicó Gonzalo Ramos, quien se desarrolla en el Instituto de Física del Organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en la Argentina.
Así, con la docente como guía y la colaboración de los profesionales, iniciaron una investigación para darle un marco científico al trabajo. Partiendo de una hipótesis en la que las condiciones ambientales de Las Petacas predisponen la reproducción de mosquitos y, por lo tanto, el desarrollo de una gran densidad que luego puede migrar y ser vector del dengue, buscaron la forma para atacar la problemática.
Alumnos de segundo, tercero y cuarto año del nivel secundario trabajan en el proyecto.
De esta forma, el grupo de alumnos se encargó de colocar de forma estratégica tramperas artesanales confeccionadas con botellas descartables en diferentes áreas donde existen superficies cuya hábitat predispone a la aparición de los insectos. De esta forma, la misión del trabajo es recolectar dichos datos y entender la cantidad que puede haber en esas regiones. "Se armaron mapas pictográficos y todos los viernes se hace un conteo. Los chicos toman esa información, analizan variables ambientales como temperatura y presión, por ejemplo, y luego todo se extrapola todo a un lenguaje de programación. En función de eso, se podrá ver a futuro donde puede haber más densidad de mosquitos en la localidad”, detalló Ramos.
Las tramperas caseras, elaboradas por los propios alumnos, son diseñadas con botellas descartables con una envoltura de color oscuro y, dentro, una mezcla de ingredientes químicos para generar dióxido de carbono, cuyo objetivo es la generación de un ambiente propicio para que los mosquitos puedan posarse. “Es una herramienta buenísima porque los chicos, con herramientas sencillas, pueden hacer grandes trabajos. Además son jóvenes con empuje y muchas ganas de salir, recolectar datos y observar las conclusiones finales”, indicaron desde el Conicet.
El grupo de alumnos se encargó de colocar de forma estratégica tramperas artesanales confeccionadas con botellas descartables en diferentes áreas.
El proyecto se encuentra en su etapa inicial, donde se trabaja para armar un modelo matemático de abstracción del universo que rodea a la localidad para analizar con exactitud los resultados. “Eso nos va a tratar de orientar donde se encuentran los mosquitos. Pero más allá de todo, los alumnos van a aprender mucho conocimiento universitario adaptado para el nivel secundario”, indicó Ramos.
Los resultados preliminares, de acuerdo a lo que explicaron desde el organismo científico, se podrán conocer dependiendo de la cantidad de insectos recolectados a lo largo de todos estos meses. Se supone que en septiembre, cuando comiencen los primeros calores y los estén las condiciones de un ambiente ideal para proliferarse, se podrán hacer mediciones más precisas. "En diciembre y enero, estimamos, vamos a tener resultados bastantes prometedores. Estos datos variables se incorporarán en un lenguaje de programación donde nos dirá cual es la tendencia, en que área se desarrollan", concluyó el físico.
Una docente que despierta la atención del alumnado
Mariana Echarri, de constante trabajo pedagógico en la Escuela de Las Petacas, es constantemente noticia por los proyectos impulsados junto a sus alumnos. Por eso no deja de sorprender el empeño y la pasión con la cual desarrolla cada actividad pedagógica ante un alumnado atravesado por las nuevas tecnologías. "Uno los forma así cuando arrancan en primer año. En mis materias les muestro siempre hay cosas por descubrir detrás de cada cuestionamiento. Entonces trato de salir a buscar soluciones a la sociedad con la ciencia aplicada, lo cual considero que es la forma útil de utilizarla. Supongo que influye mi curiosidad en los chicos. Soy una persona a la cual todo le llama la atención y eso lo transmito".
El objetivo de las tramperas es la generación de un ambiente propicio para que los mosquitos puedan posarse.
Al respecto, la docente aclaró que los proyectos trabajados en el establecimiento son contenidos transversales de los cuales se intenta hacer un anclaje local. "Entiendo que ese es el camino. No se cual es la causa de la acción-reacción. Pero siempre está bueno que el chico se choque con la realidad porque es lo que le va a suceder cuando salga a la facultad", indicó.
En la misma línea, al físico del Conicet no lo deja de sorprender la influencia de Echarri para despertar constantemente la atención de los adolescentes. “Es una profesora con vocación de transmitir conocimientos, pero a su vez cuenta con la destreza y habilidad de que esa información sea incorporada por los jóvenes. Hoy los medios digitales están influenciando el pensamiento critico. Me parece extraordinaria la habilidad y la fuerza que tiene para impulsar y motivar a los chicos”, puntualizó Ramos.
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