Jorge Pavia
Si bien los laboratoristas aseguran que estos test no son muy pedidos por los médicos, ponen el acento en su importancia para evitar el papiloma humano (HPV), principal causa del cáncer de cuello de útero.
Jorge Pavia
Como cada año, Venado Tuerto se sumó a la Semana Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello de Útero (del 22 al 31 de marzo).
En ese contexto, se realizaron PAP y se facilitaron vacunas contra el HPV (virus del papiloma humano, por sus siglas en inglés).
El virus del papiloma humano (HPV) es el principal agente causal del cáncer de cuello de útero. Se conocen más de 140 genotipos de HPV. Los genotipos de HPV no asociados a alto riesgo oncogénico causan lesiones benignas (verrugas o condilomas).
Según la información recabada por Sur24 entre profesionales venadenses, se considera que 8 de cada 10 personas de la población tuvo contacto con el virus en el transcurso de la vida. Este puede afectar tanto al aparato genital masculino como al femenino, así como también el área perianal, ano y diversas áreas de cabeza y cuello y áreas otorrinolaringológicas, ya sea por medio de lesiones benignas o como promotor de lesiones malignas. La mayoría de las infecciones por HPV se resuelven espontáneamente por el sistema inmunológico, sin embargo, en aproximadamente un 10% de los casos la infección se convierte en persistente. La persistencia de la infección es un requisito para la progresión a cáncer.
La buena noticia es que este tipo de patología se puede prevenir y una de las herramientas para hacerlo es el test de HPV que hoy en día se realiza en Santa Fe (en Venado lo realiza Laboratorio Luca en el Sanatorio San Martín), aunque desde Provincia, en febrero se realizaron capacitaciones a los equipos de Salud, incluidos los venadenses, ante la inminente llegada masiva de este test a todo el territorio santafesino.
El HPV se propaga a través del contacto sexual con una persona infectada. También se puede propagar a través de otro contacto íntimo de piel a piel. La infección por el virus del papiloma humano es un paso necesario para la formación de casi todas las lesiones precancerosas y cancerosas. El 90% de los casos de cáncer de cérvix están relacionados con la infección por el HPV.
Entre los síntomas que se pueden presentar se encuentran verrugas genitales y alteraciones en el epitelio uterino, estas lesiones pueden aparecer dentro de los 10 años posteriores al contagio, de allí la importancia de los controles ginecológicos para el seguimiento de la infección. El tiempo estimado desde que se produce una lesión hasta que se desarrolla un cáncer en el cuello del útero es entre 10 y 20 años, por este motivo el cáncer de cuello de útero es una enfermedad que puede ser detectada precozmente, antes de que se transforme en cáncer.
"La detección del HPV se realiza mediante la prueba molecular PCR en tiempo real, esta técnica detecta el virus del papiloma humano con una alta eficiencia y sensibilidad. Las lesiones uterinas se detectan a través de pruebas de Papanicolaou y colposcopías, y las verrugas se detectan mediante controles ginecológicos, ya que se visualizan macroscópicamente", informó a este medio Diego Rojo, microbiólogo molecular encargado de realizar el estudio en Laboratorios Luca.
La mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino se puede prevenir mediante los exámenes de detección de rutina (PAP, colposcopia, test de HPV) y el tratamiento apropiado de las lesiones precancerosas. "Es de gran valor preventivo realizar el test del HPV en pacientes sin lesiones (PAP negativos) debido a que, en caso de detectar el virus, el médico realiza un seguimiento al paciente para detectar a tiempo las posibles lesiones que el HPV pueda generar antes de que se desarrolle el cáncer", aseguró Rojo.
En Argentina el cáncer de cuello de útero ocupa el tercer lugar en incidencia, después del cáncer de mama y cáncer colorrectal, con una tasa de incidencia de 16,7 casos por 100.000 mujeres y representa la principal causa de muerte por cáncer ginecológico en el país.