Intentan aplicar una estrategia energética para evitar que se caiga una inversión clave
La EPE busca alternativas para proveer de energía a una empresa que demandará en su nueva planta el consumo de luz equivalente a una ciudad de 20.000 habitantes.
Intentan aplicar una estrategia energética para evitar que se caiga una inversión clave
Sobre el cierre del 2022 una inversión de 70 millones de dólares generó un fuerte respaldo popular en el extremo sur santafesino pero al mismo tiempo expuso el tendón de Aquiles imperante en el esquema eléctrico provincial que obliga ahora a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) a buscar alternativas para asegurar el suministro.
Se trata del plan de la firma MSU Agro, que busca construir en la zona rural de Rufino una planta procesadora de maní luego de comprar un predio sobre la ruta 33 a metros de la estación ferroviaria de Tarragona. Lo cierto es que cuando se hizo público el anuncio no se contó lo que se expuso después: la planta en cuestión, una vez construida, demandará un consumo de 11 megavatios (MV), el equivalente a lo que gasta de luz la propia ciudad de Rufino.
El flujo eléctrico que necesita la compañía pone en jaque al sistema eléctrico provincial. Hoy existe un tendido de 132 Kv -que nace en la ciudad de Pérez, en el Gran Rosario, y llega hasta Rufino, pasando por Firmat y Venado Tuerto- que no estaría en condiciones de soportar el consumo del futuro establecimiento industrial.
La garantía del suministro se podría concretar en tanto y en cuanto el Estado o el propio capital privado ejecutara una inversión millonaria -al margen de la construcción de la planta en sí- para garantizar el tendido eléctrico.
Desde la EPE por lo pronto salieron a aclarar que la obra se va a realizar en jurisdicción de una de las 64 cooperativas eléctricas que tiene la provincia y en esa línea remarcaron que no es ámbito directo de la distribuidora eléctrica provincial.
Por lo pronto, a la EPE la cooperativa local le pidió la factibilidad de suministro y esa solicitud se está respondiendo técnicamente, conforme a distintas variables, en el marco de la infraestructura eléctrica que se necesita concretar, para que esta inversión para el procesamiento de maní pueda efectivizarse.
Ya se realizaron dos encuentros con los distintos interesados en el tema: el inversor, cooperativa eléctrica y autoridades locales. Lo que falta resolver es el modo en el que las partes van a financiar las obras necesarias.
La vocal del directorio de EPE en representación de las cooperativas eléctricas, Gisela Wild, manifestó que "debemos trabajar de manera articulada, sector privado, cooperativa, Provincia, Municipio y Nación, para encontrar las alternativas técnicas que nos permitan lograr los objetivos, con el aporte de los equipos técnicos de la EPE y el acompañamiento a la cooperativa y la empresa en la búsqueda de recursos que les permitan financiar la inversión necesaria".
En diálogo con El Litoral, la funcionaria habló de las alternativas en danza. "Una de las posibilidades es que la planta pueda conectarse directamente a la línea de 132 Kv que nace al oeste de Rosario y alimenta a las ciudades de Firmat, Venado Tuerto y Rufino, entre otras. Esa línea de por sí hoy es alimentada por generación extra a partir de dos parques de motores que administra la mayorista Cammesa y que operan en Rufino y Venado, precisamente porque existe un déficit energético importante en el extremo sur provincial", mencionó.
Un viejo déficit
Lo cierto es que los avatares en relación a la infraestructura eléctrica de "la Bota" en el extremo sur no son nuevos. En varias ocasiones la línea de 132 Kv que nace al oeste de Rosario y abastece el sur de Santa Fe sale de servicio. "Hay un proyecto, que desde ya excede a la EPE, y que parte de la construcción de una red de 500 Kv desde Mendoza hasta el noroeste bonaerense y desde allí a Rufino para alimentar la red existente y evitar la dependencia de generación térmica extra que Cammesa debe sobrellevar vía combustión de gasoil tanto en la propia ciudad de Rufino como en Venado", precisó Wild.
Se trata de la línea Río Diamante - Charlone - O'Higginis - Plomer. El master plan precisa que nazcan desde la ET Charlone (provincia de Buenos Aires, partido de General Villegas) dos líneas de 132 kV a la localidad de Rufino, en el extremo sur santafesino. Aunque nunca la obra salió del mero trazado en un mapa.
Los inversores ponen límites
Aunque no hablan oficialmente, desde la firma que busca procesar maní en la zona rural de Rufino dejan trascender que no quieren abonar un peso más allá de lo establecido en los planos.
A través de interlocutores son claros en rechazar cualquier desembolso extra que implique generar kw adicionales para la línea de 132 y hasta, incluso, aseguran que "no costearán siquiera la subestación que tendrá como función bajar la tensión para el consumo del equipamiento".
No obstante, la empresa ignora la legislación vigente y es un elemento que en todo caso debería haber estado en los cálculos de la compañía al fichar el lote en el extremo sur de la bota, donde desde Firmat a Rufino, incluido Venado Tuerto, existe un cuello de botella severo en lo que a provisión eléctrica se refiere.
"Toda obra extra tendencial inherente al suministro de energía es solventada por el inversor privado y lo que hace la empresa provincial es descontar parte del costo de los trabajos de la tarifa eléctrica posterior al cabo de cierto período", aclaró Wild sobre lo que establece la normativa.
La directora de la EPE en representación de las cooperativas, expresó, no obstante, que "la empresa provincial podrá colaborar junto con la administración provincial y el gobierno local en buscar herramientas de financiamiento para las obras inherentes al abastecimiento energético de la futura planta".