Ignacio Pellizzón | [email protected]
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Al igual que sucedió en Mendoza, Córdoba y Buenos Aires, la firma de capitales chilenos Falabella cierra su histórica y emblemática sucursal en Rosario, en la es quina de Córdoba y Sarmiento. En total son 110 empleados los que quedan en la calle y que, por estas horas, están negociando una doble indemnización.
La noticia llegó al Sindicato de Empleados de Comercio a través de un llamado de la gerencia nacional, advirtiendo que en menos de dos meses la empresa cerraría definitivamente su espacio en Rosario.
En contacto con El Litoral, el secretario general del gremio, Juan Gómez, confirmó que Falabella “cierra en los próximos dos meses y en total son 110 empleados los que están luchando por cobrar una doble indemnización, que les correspondería”.
Si bien la noticia genera sorpresa, la firma ya venía desarrollando un plan de desguace. Durante los últimos años fue recortando su personal, que superaba los 300 empleados, hasta reducirlo a menos de un tercio.
Según Gómez, “el motivo se debe a que la empresa no detecta una tasa de retorno acorde a lo que esperaba, por ende, como toda multinacional, toma la decisión de cerrar las puertas e irse del país sin dar muchas más explicaciones”.
Una situación similar se vivió con otra compañía de renombre: C&A. La empresa europea, que se especializaba en venta de indumentaria y que ubicaba frente a Falabella, tomó la drástica decisión de cerrar sus puertas “de la noche a la mañana”, sin argumentos, “dejando a los trabajadores en la calle”, recordó el secretario general de Empleados de Comercio.
A fines de septiembre del año pasado, Falabella comenzó un proceso de achicamiento en la Argentina. En ese momento, puso a la venta cuatro de sus tiendas y se puso a buscar socios para que se hagan de las otras franquicias. También dio la oportunidad a sus empleados a que se adhieran al retiro voluntario.
La firma explicó su decisión a través de un comunicado de prensa, en el que comunicó la resolución de cerrar cuatro espacios comerciales: dos de la marca Falabella -ubicados en Florida 343 y Tortugas Open Mall- y otros dos de Sodimac -el de Villa Tesei y el de Malvinas Argentinas-.
"Falabella se encuentra evaluando opciones de rentabilización de las operaciones de sus filiales en Argentina, las que podrían incluir el ingreso de un socio estratégico para las mismas", indicó el comunicado.
De esta manera, la firma chilena confirmó que dejará el local de dos pisos que ocupa en Nuevo centro Shopping, en Córdoba. Una decisión similar impactará en San Juan y Mendoza, del mismo modo que está sucediendo en Rosario.
Si bien en un principio parecía que solo era una decisión de achicarse, lo cierto es que finalmente se habría tomado la determinación de retirarse del país. Todas las tiendas de la Argentina dirían adiós en forma progresiva a pesar de que los números indican que es la que mejor performance tiene de todas.
El grupo chileno propietario de Falabella y Sodimac está a punto de vender también la tarjeta de crédito asociada a su tienda insignia a una de las principales familias de banqueros de la Argentina.
Se trata de CMR, que actualmente cuenta con alrededor de 300 mil clientes y una cartera relativamente sana y que, como también ocurre con Sodimac, se vende de manera separada de las operaciones de Falabella.
El banco de inversión Columbus Merchant tiene a su cargo la tarea de colocar los activos del holding chileno entre nuevos inversores, tal como está ocurriendo con Sodimac, donde la lista de interesados es amplia y en donde parece haber sacado algo de ventaja el fondo Inverlat, dueño de la marca Havanna, entre otras.