La Agencia Provincial de Seguridad Vial realizó una nueva jornada de Alcoholemia Federal. El uso de un nuevo instrumento de medición les permitió aumentar la cantidad de controles.
El viernes 25 de marzo por la noche comenzó el operativo Alcoholemia Federal con controles desplegados en toda la provincia. A la espera por avances del proyecto de Ley de Alcohol Cero al Volante en el Congreso de la Nación, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) -organismo del Ministerio de Transporte-, las provincias y decenas de municipios trabajan articuladamente para disociar el alcohol de la conducción y generar conciencia entre las y los conductores argentinos sobre los peligros de manejar bajo los efectos del alcohol.
En la provincia de Santa Fe se está manteniendo el número de conductores alcoholizados, “estamos hablando de un poco más del 10 % de alcoholemia positivas sobre los test realizados a través del alcoholímetro”, informó Antonela Cerutti de la APSV a El Litoral.
Nuevo instrumento de medición
Desde hace unos meses la Policía de Seguridad Vial incorporó los llamados alometros, estos dispositivos detectan rápidamente el consumo de alcohol en la persona. “sobre esos casos positivos que determina el instrumento de medición se realizan los test a través del alcoholímetro para confirmar o descartar la presencia de alcohol en sangre en los conductores”, explicó Antonela Cerutti.
Esta tecnología -continuó Cerutti – es muy importante porque permite ahorrar muchísimo tiempo, estamos hablando que en 15 segundos ya te da un resultado rápido. Por otro lado esto permite ahorrar pipetas ya que se usan solamente cuando los test con el alcoholímetro dan positivo.
En esta edición de Alcoholemia Federal se realizaron con el alométrico entre 10.500 y 10.700 test, sin este instrumento de medición el promedio mensual era de 4.000 testeos con el alcoholímetro
Según datos oficiales a nivel nacional, la siniestralidad vial es la principal causa de muerte en personas menores de 35 años, y el alcohol está presente en, al menos, 1 de cada 4 siniestros viales. Beber alcohol, por mínima que sea la cantidad consumida, provoca cambios en el organismo. Al momento conducir un vehículo, esto se traduce en pérdida de reflejos y reacción, un estado de falsa sensación de seguridad y ausencia de percepción del riesgo, aumentando las probabilidades de provocar un siniestro vial.