Por Jorge Pavia
Después de una inspección favorable realizada por un contingente de la comunidad judía y directivos de la empresa, se abren las posibilidades para que la empresa vuelva con la producción de cortes Kosher. Hay esperanzas entre los actores del sector.
Por Jorge Pavia
Desde diciembre del año pasado, los cientos de trabajadores del frigorífico Swift de Venado Tuerto se encuentran con gran incertidumbre por sus fuentes laborales. Algunos trabajando de manera intermitente, mientras otros cobran una garantía horaria, esperan definiciones en cuanto a la posible vuelta a pleno de la planta local.
Cristian Crudelli, secretario general del Gremio de la Carne de Venado Tuerto, en diálogo con El Litoral, informó la actual situación de los empleados de la firma, indicando que por el "momento, y desde mediados de diciembre del año pasado que fue donde hubo la última faena, luego de un parate y de vacaciones, los que volvieron a la actividad fueron los trabajadores que están es despostada, el ciclo 2, donde hacen asado y algunos cortes que traen desde Rosario. Hay semanas que trabajan y otras que no y así lo vienen haciendo desde esa fecha hasta el día de hoy”.
“Mientras tanto -prosiguió Crudelli- los trabajadores de la sección despostada están trabajando, a veces con garantía horaria y otras veces pudiendo cumplir con su carga horaria y la sección de faena sigue con garantía horaria desde la última faena del año pasado, donde están cobrando 140 horas mensuales".
Esperanzas a corto plazo
Sin embargo, este mes hubo novedades en cuanto a la gran fuente laboral que tiene Venado Tuerto que, en épocas de funcionamiento pleno, puede llegar a albergar alrededor de 500 trabajadores. Las buenas nuevas llegaron luego de una inspección realizada por un contingente de Israel junto a directivos de la empresa para retomar la producción de cortes Kosher para exportar a ese país, y aunque aún desde Swift no garantizaron la reapertura del frigorífico en todo su esplendor, los venadenses se ilusionan.
“Este último mes hubo una inspección de Kosher”, indicó Crudelli, subrayando que “la empresa nos informó que salió todo bien y que ahora ya es un tema comercial la posibilidad que desembarque en Venado Tuerto".
Respecto a las posibilidades concretas que se retome la producción este mismo mes de mayo, el secretario general del gremio de la carne aseguró que están “muy esperanzados; aunque oficialmente la empresa todavía no ha ratificado el desembarco de la comunidad judía para la producción de carne Kosher. La fecha estimada donde podría haber una posibilidad es entre mediados de mayo y principios de junio".
Fuentes de trabajo
Las expectativas son altas, y los trabajadores del sector cárnico, así como todo Venado Tuerto y el sur-sur provincial se ilusionan, ya que el frigorífico, ubicado a la vera de la ruta nacional 33 es una gran generadora de empleo para los habitantes de esta parte de la provincia.
“Esperemos que se pueda dar, ya que si esto fuera así no solamente volverían a la actividad completa los empleados del frigorífico, que hoy tiene un caudal de 300 trabajadores aproximadamente, sino que esto conllevaría también a la posibilidad de sumar entre 100 y 150 puestos más, porque una producción de esta índole lleva mucha más mano de obra; ya de por sí, los frigoríficos llevan mucha mano de obra y eso lógicamente es bueno, porque hay más posibilidad de trabajo”, indicó sobre el final Cristian Crudelli.
¿Qué es el sistema Kosher?
El sistema Kosher es un sacrificio religioso del animal, el ganado o ave de donde se haya obtenido aquella carne, que deberá haberse sacrificado por un rabino siguiendo unas normas de hierro, de su creencia religiosa, establecido la Torá, donde se desprende toda la doctrina judaica.
Generalmente, los cortes utilizados son las partes delanteras de la res, hasta la 10º/12ª costilla. El resto de las partes traseras no son consideradas kosher dado que contienen cantidades superiores de grasa y el nervio ciático cuyo consumo está prohibido.
La Shejita, el ritual del sacrificio
Con el fin de evitar el dolor en el animal y provocar un máximo desangrado, debe ser degollado practicando una incisión profunda en la yugular.
El animal puede ser colgado o recostado en un box rotativo que limita el estrés. Este último método tiene un uso creciente en Argentina, sobre todo porque Israel lo exige desde unos meses a sus productores de carne kosher en el extranjero.
Además del preciso modo de matar, se baña la carne tres veces en agua fría y se la sala, para extraer un máximo de sangre.
Argentina dispone de una importante producción interna que respeta las reglas del kashrut, ya que cuenta con la tercera población judía en el mundo, después de Israel y Estados Unidos.
Para los productores locales, la carne kosher representa una plusvalía substancial, ya que la carne certificada a tiene un valor comercial aproximadamente del doble de la carne común.