El diputado provincial Sergio “Chiqui” Rojas presentó recientemente en la Cámara de Diputados y Diputadas de Santa Fe un proyecto para crear una ley de fomento de la ganadería regenerativa en toda la provincia.
La actividad se posiciona paulatinamente como una opción sostenible y prometedora frente a las prácticas ganaderas tradicionales. Podrían producirse 34 millones de kilos de carne adicionales.
El diputado provincial Sergio “Chiqui” Rojas presentó recientemente en la Cámara de Diputados y Diputadas de Santa Fe un proyecto para crear una ley de fomento de la ganadería regenerativa en toda la provincia.
Para conocer más detalles sobre este tema y su iniciativa, Norte24 dialogó con el legislador verense, que primeramente referenció que “a veces parece que nos olvidamos de que la tierra es nuestro hogar y minimizamos las consecuencias que generan las actividades humanas. Los sistemas alimentarios actuales son responsables de casi la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) mundiales”.
En su alusión a los motivos que lo llevaron a impulsar una ley de fomento para el manejo sostenible de la ganadería, no dudó en afirmar: “Para que se entienda: las sequías, inundaciones, las temperaturas extremas, tienen una relación directa con la manera en que producimos y se prevé que estos fenómenos sean cada vez más intensos y frecuentes. Es fundamental y urgente lograr que la producción y el cuidado ambiental vayan de la mano”.
- En ese contexto, ¿Qué papel desempeña la ganadería regenerativa?
- Es un modelo que está demostrando que es posible producir alimentos, respetando el entorno natural, con resultados positivos no sólo en lo ambiental, sino también en lo económico y social. En lo ambiental porque permite recuperar los suelos degradados, en lo económico porque las experiencias que ya existen muestran que mejoran la productividad y rentabilidad de la actividad; y en lo social porque esto significa sobre todo para los pequeños productores poder proyectar una continuidad laboral y de vida en el campo, que hoy no es poco decir, encontrándose amenazados desde distintos frentes.
- ¿Qué diferencia a la ganadería regenerativa de la tradicional?
- La ganadería regenerativa es un conjunto de prácticas que buscan mejorar y restaurar la salud del suelo, imitando los procesos propios de la naturaleza, pero a eso se agrega hoy el conocimiento generado para optimizarlos. Incluye técnicas y métodos como la rotación de cultivos, la rotación de zonas de pastoreo, la conservación de bosques y pastizales naturales, el uso eficiente del agua, entre otros… Y son prácticas que a la vez significan a los productores costos más bajos y el uso de herramientas simples, pero la clave está en el manejo.
- El territorio santafesino es muy diverso, hay zonas muy productivas y otras en las que es muy difícil. ¿Hay experiencias que estén aplicando estas técnicas?
- Este proyecto lo trabajamos junto al Ingeniero Agrónomo Federico Pognante y al Veterinario Rubén Mondino, quienes vienen trabajando sobre ganadería regenerativa hace mucho tiempo con productores de toda la provincia, y son una referencia en el tema.
Visité algunos productores de ganadería regenerativa. En el norte de la provincia hay experiencias muy positivas, una de ellas en Calchaquí, pero también en Reconquista, Tostado, Alejandra, Fortín Olmos, por nombrar algunas. Algo que tienen en común es que los que inician este camino, no vuelven a las prácticas tradicionales.
Esta bastante difundida la idea de que el cuidado medioambiental es incompatible con las actividades productivas. Pero son los mismos productores que trabajan la ganadería regenerativa son los que nos dicen que es posible aumentar la producción de manera armónica con el ambiente, bajando costos y aumentando la rentabilidad.
- Mencionabas que es posible aumentar la rentabilidad, ¿Cómo se logra?
- El manejo regenerativo necesita de muy pocos insumos. Estamos hablando de semillas, fertilizantes, alimento, lo que se te ocurra. La ganadería regenerativa busca imitar a la naturaleza, todo ocurre de manera natural. El insumo más importante es el recurso humano, porque es necesario un seguimiento constante. El punto central del proyecto es la capacitación y el acompañamiento a los productores.
- ¿Cuánto tiempo se demora en ver los resultados?
Esa es una cuestión importante, porque estamos hablando de procesos. El manejo integral involucra una planificación previa, es necesario respetar los tiempos de la naturaleza. Pero la práctica regenerativa es flexible, se va adaptando a lo que va requiriendo el proceso. De todos modos, a partir del año ya se pueden observar mejoras, pero requiere paciencia.
- ¿Lo puede hacer cualquier persona?
No sólo cualquier persona, sino a cualquier escala. A diferencia de la ganadería extensiva o tradicional, donde los animales circulan por todo el campo, en el sistema regenerativo la cantidad de hectáreas no es un parámetro limitante, porque lo importante es organizar el ganado en potreros e ir rotando para permitir la recuperación natural del suelo. Esto trae además muchos beneficios para la salud de los animales.
- ¿Cómo convencerías a un productor de iniciarse en la ganadería regenerativa?
No hay muchas estadísticas oficiales, porque sigue siendo algo relativamente nuevo y muy disperso en el territorio. Nosotros tenemos registros de experiencia ya en marcha que llevan los propios productores, y datos complementarios que demuestran una mayor rentabilidad lograda a partir de la implementación de prácticas regenerativas.
De acuerdo a los números que manejamos, estimamos que con un manejo de este tipo se podría aumentar un 10% la producción de terneros en la provincia, en un plazo de 5 años, sumando casi 200 mil cabezas más. Para ponerlo en números concretos: son 34 millones de kilos de carne adicionales que se podrían producir en la provincia.
- El proyecto tiene una perspectiva social inherente ¿Cuál es hoy la situación de los pequeños productores?
- Lamentablemente, cada vez más, a los pequeños productores les conviene alquilar sus tierras en vez de trabajarlas. Esto tiene un gran impacto en la ruralidad, donde la producción es tanto su medio como su modo de vida. Si no es rentable producir, la alternativa es migrar hacia las ciudades, a trabajar de lo que sea.
Los métodos regenerativos pueden brindar nuevas posibilidades para la población rural, para poder vivir de su producción, además de lograr el autoabastecimiento, algo fundamental para la soberanía alimentaria.
- Presentaste hace poco un proyecto sobre alimentación pública en el que también mencionas la soberanía y la seguridad alimentaria. ¿Por qué pensás que son importantes estas cuestiones?
El sistema agroalimentario está concentrado en pocas manos. Esto implica, entre otras cosas, mayores precios y menor disponibilidad de alimentos saludables para la población.
El modelo de producción actual consiste en producir de todo en cualquier época del año. De esto hablamos cuando decimos de respetar los ciclos naturales de la tierra. Se trata de valorar los alimentos de la región, en sus estaciones, no ultraprocesados, en condiciones productivas y de comercialización más justas, acercando a productores y consumidores para garantizar el derecho a la alimentación de todas las personas.
La ley prevé la formulación de un plan provincial de fomento de la ganadería regenerativa en Santa Fe que ordene e implemente las iniciativas para impulsar este tipo de producción, y plantea distintos tipos de incentivos: beneficios financieros y fiscales, capacitación y asistencia técnica, aspectos vinculados a la participación, la formación, las articulaciones entre actores y un fondo de fomento para cumplir los objetivos que establece la ley.
La ley tiene un triple objetivo: económico, social y ambiental. Desde lo económico, impulsar la producción agropecuaria a través de un aumento de la productividad. Desde lo ambiental, porque se trata de prácticas que cuidan el ambiente, que ayudan a restituir el equilibro ecológico y mitigar los efectos del cambio climático. Y, finalmente, es “muy importante desde lo social, porque significa la posibilidad de desarrollar una actividad clave para Santa Fe y en especial para muchos pequeños productores, que puedan trabajar y vivir en el campo, que el campo deje de expulsar gente porque no encuentra las condiciones para desarrollarse en el contexto rural”, mensuró el legislador norteño.
Para Rojas, en esta cuestión “hay mucho para hacer. Un tema muy interesante a seguir es el de los bonos de carbono. Es algo que está emergiendo, pero puede ser un potencial a tener en cuenta. Por lo pronto, consideramos como un primer paso fundamental el fomento de este tipo de ganadería, para todo lo que pueda seguir para seguir fortaleciendo el desarrollo de esta producción. Esperamos que este proyecto se transforme en ley y sea un primer paso para avanzar en el cuidado del ambiente, la reducción de emisiones de carbono, la recuperación de ecosistemas, potenciando a la vez el desarrollo económico, el arraigo rural y la soberanía alimentaria”.