Para Garbolino, Melincué se convirtió en un "fantasma nocturno" como hace 30 años
Para Garbolino, Melincué se convirtió en un "fantasma nocturno" como hace 30 años
Miércoles 26.5.2021
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Última actualización 13:56
Melincué es uno de los pueblos más antiguos en el “taco de la bota” y este año cumple 244 años de vida. En todo ese recorrido y hasta hace 14 años, fue netamente cuna de trabajadores que dependían del Estado. Es decir, por ser cabecera del departamento General López, allí se encuentran los Tribunales, Jefatura de Policía, el Ministerio Público de la Acusación, Administración Provincial de Impuestos, Registro Civil, entre otras dependencias.
Pese a ser una localidad pequeña, es el “centro” de una de las regiones más importantes de la provincia, con la particularidad de tener una laguna homónima y cobijar al primer Casino que se hizo en Santa Fe, cuyo desembarco se hizo efectivo en el 2007. Este proyecto, hizo que apostaran fuerte al turismo provincial y nacional, más que tener el ojo puesto en el “empleado público”.
Pero en lo que va del 2021, todo ese potencial se vio limitado: “Hoy por hoy, al tener la laguna que cambió tanto y con la pandemia, el pueblo se resintió mucho”, señaló Garbolino en primer lugar.
Es que desde la inundación del 2017, cuando el agua llegó a las puertas de los “lomo salado”, los problemas empezaron a ser mucho más evidentes. “Económicamente nos golpeó. Tengamos en cuenta que tenemos una colonia rural muy pequeña de 32 mil hectáreas. 16 mil están bajo agua y 8 mil son improductivas. Netamente vivimos de la visita del turista”, indicó.
Por ejemplo, el verano último fue uno de los más fuertes a nivel turístico y parte tiene que ver con el acuerdo que formalizaron con la Municipalidad de Rosario: “Tuvimos reuniones con Pablo Javkin y pusimos a la localidad en el programa de turismo rosarino. El verano último fue el más fuerte. Vinieron muchos turistas a pasar el fin de semana y disfrutar el Casino. Pero eso hoy es un mero recuerdo. Las calles de Melincué volvieron a convertirse de noche en un fantasma mismo, como hace 30 años atrás”, se lamentó.
Y esta mirada no es un dato menor. Resulta que el casino aporta entre 220 y 230 puestos de trabajo directo más la “activación” que genera alrededor de la gastronomía con 110 puestos de trabajo más, sumado a 100 empleados contratados que la Comuna sostenía con los tributos que hacía el centro de entretenimiento y juego. “El 100 % de la localidad tenía un trabajo. No existía la desocupación. Por lo cual hoy casi 300 puestos de trabajos están preocupados porque no saben cómo van a seguir sosteniéndose. Incluso golpea a proveedores, consumo interno y hasta el sector inmobiliario porque muchos empleados de afuera alquilan o viven en cabañas, departamento o casas. Hay muchos sectores preocupados por esta realidad que nos está tocando”.
La 90, un problema
Garbolino, recordó que junto al senador Lisandro Enrico, insisten ante la Casa Gris para que corran el terraplén sobre ruta 90, que se levantó para frenar a la laguna y salvaguardar al pueblo. “Hace ya 2 años que está y prácticamente hoy no cumple ninguna función”, dijo.
El presidente comunal, explicó que el agua cíclicamente cada 10 años “va y viene”, avanzando sobre la ruta y retrocediendo. “Ahora estamos en un impasse, en el cual podrían correrlo para hacer y generar una obra definitiva. De una vez por todas después de 200 años y que sea parte del paisaje”, aclaró.
De hecho, aseguró que “aceptamos que (Melincué) cambió y cambió para siempre” para evitar “cualquier desastre hídrico” en referencia a los anillos de contención que rodean al casco urbano. “Hay terraplenes que intervenimos paisajísticamente para que la gente los use con pasarelas y sendas peatonales. Nos tuvimos que reinventar para eso. Queremos que la provincia nos escuche y tome cartas en el asunto. Ese terraplén es peligroso y ya se llevó 2 vidas. Sobre todo, en época de cosecha con el tránsito fuerte de camiones”, amplió.
Drenaje
El presidente comunal admitió que la localidad se “concientizó” acerca del sistema de bombeo que hoy funciona y evita que otra vez el agua se torne un problema. “Es una herramienta fundamental mientras esté funcionando. Aquella vez, en el 2017, fueron apagadas (las bombas) durante 1 año por negligencia y capricho. Se le permitió a la laguna crecer y después fue incontenible” señaló.
Y es que según explican los expertos, la laguna crece más rápido de lo que baja: “No es lo que llueve en la localidad sino lo que llueve en la cuenca que le aporta el agua que la laguna recibe. Crece a los 3 o 4 días que pasó la lluvia y espera para recibir esos afluentes. Es una zona diversa”, agregó.
Debe remarcarse que desde que se pusieron en funcionamiento, las bombas nunca dejaron de trabajar. A la vista está que la laguna retrocedió y está en la cota más baja de la historia, según los lugareños: “Sabemos que las bombas no son la solución definitiva, pero nos dan la seguridad traducido en tiempo para hacer obras para que Melincué no se vuelva a inundar. Además, estamos próximos a inaugurar una obra con el nuevo sistema de bombeo que se comenzó en el 2019 y ya hoy está en un 95 %. Son bombas nuevas, de última generación. Con este sistema, duplicaríamos la cantidad de potencia de agua a sacar de la laguna”.
Finalmente, aclaró: “La solución definitiva es hacer un canal por gravedad. Que sea naturalmente que la laguna vaya llevando el excedente que pueda afectar a la localidad. El problema, que está estudiado, es que debe atravesar otros departamentos. Ahí está la pregunta en las otras regiones por la intranquilidad de recibir el agua, que desborde y genere un problema. Lo veo inviable en el corto plazo”.