Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
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Mencionar las obras de refacción del Monumento a la Bandera en Rosario, es referirse a la historia de un fracaso. Un plan que se debería haber ejecutado y culminado en menos de la mitad del tiempo que lleva demorado, termina siendo una obra inconclusa que solamente deja críticas y un símbolo nacional desvalorizado.
Todas las miras estaban puestas al 20 de junio. “El Monumento a la Bandera quedó inconcluso y con partes mal hechas. Ahora será necesario rearmar un proyecto y vamos a plantearle a Nación la posibilidad de completar la reparación”, había anunciado el flamante intendente, Pablo Javkin, pero llegó la pandemia. Son más de tres años los que transcurrieron desde que se inició la refacción en marzo del 2017.
El plan era claro: los recursos para los trabajos de refacción estaban a cargo de Nación –comenzaron bajo mandato de Mauricio Macri- en el orden del 70%, mientras que la Municipalidad de Rosario se hacía cargo del resto de los gastos. Así, fue que se licitó la obra y comenzaron las tareas; ¿el plazo? Un año y medio, es decir, finalizadas en septiembre de 2018. Tres años y medio después y todavía no se concluyó.
Lo que falta
Según informaron a Mirador Provincial desde la secretaría de Obras Públicas del municipio, la firma contratista solicitó quitar el obrador del Monumento a la Bandera, porque en medio de la pandemia las obras no iban a continuar. De hecho, afirmaron que resta un 7% para finalizarlas.
El hecho de sostener el obrador implica un costo que se viene sosteniendo desde hace más de 1.200 días y que no se reflejan en los avances de obras. Los trabajos que deberían haber estado listos en un año y medio, a mediados del 2019 no alcanzaban el 40% de avance.
Por supuesto que el malestar de las rosarinas y rosarinos es mayúsculo, al tratarse de uno de los emblemas más importantes y reconocidos de la ciudad. “Si esta obra hubiera sido para el obelisco, no tengo dudas de que ya se habría terminado. No hace falta explicar la importancia que tiene para los rosarinos el Monumento a la Bandera. Por eso debemos seguir ejerciendo el control que nos corresponde sobre los fondos públicos y la ejecución de los trabajos”, había disparado Javkin al conocer la falta de avances en las obras.
En este contexto pandémico los trabajos se frenaron por completo. Pero la intención que tienen desde el Palacio de los Leones es rearmar un nuevo proyecto y poder terminar lo que falta con recursos propios para darle un cierre definitivo a una obra que, desde comenzó, fue un fracaso.
Qué había que hacer
Las obras que se iniciaron en el Monumento a la Bandera, entre los trabajos que contemplaba el pliego licitatorio se destacaban la restauración de la estructura de hormigón, mamposterías y revestimientos; trabajos de impermeabilizaciones y sellados, y la restauración y climatización de la Sala de las Banderas.
Los compromisos también incluían la creación de la Sala de las Provincias, la colocación de rampas y plataformas salvaescaleras, y la instalación de un nuevo sistema de iluminación. Por otra parte, se iban agregar relevamientos de patologías y diagnósticos para intervenir la Torre en una segunda etapa. El plazo de ejecución de la obra es de 18 meses.
Los trabajos fueron acordados de manera conjunta entre el Gobierno Nacional a través del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, y la Municipalidad de Rosario, y se trataba de la mayor intervención en los casi 60 años de historia del Monumento. En el mismo se estableció que Nación colabora con el financiamiento de la obra con el 70% del costo estimado de la misma y el municipio asume invertir el monto restante a financiar, del 30%.