“La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será” (Eduardo Galeano).
Se trata de Juan Apóstol Martínez y José María Aguirre. Ambos coroneles coincidieron en batallas fundamentales en la historia nacional y nacieron en la provincia. El sábado quedó inaugurada la Capilla de la Vera Cruz y el Mausoleo de los Héroes Santafesinos, en el marco de las actividades por los 450 años de la ciudad capital.
“La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será” (Eduardo Galeano).
La recuperación de los hechos históricos y de los personajes célebres es una caricia en el pasado de los pueblos. Este sábado Santa Fe vivió uno de esos momentos necesarios, para recrear nuestros valores provincianos a través de las hazañas que hicieron grande a la Patria.
Por la mañana, en la Catedral Metropolitana de esta capital provincial, se inauguró la Capilla de la Vera Cruz y el Mausoleo de los Héroes Santafesinos en el marco de las actividades programadas por el 450º aniversario de la fundación de Santa Fe.
Fueron dos granaderos, dos integrantes del Ejército de los Andes, los homenajeados en este caso: uno santafesino y el otro, corondino. José María Aguirre y Juan Apóstol Martínez.
Con la presencia de las autoridades eclesiásticas de la Iglesia Matriz santafesina, de la Ministra de Infraestructura de la Provincia, Silvina Frana, del concejal Paco Garibaldi, del intendente de Coronda, Ricardo Ramírez, y otras autoridades, se desarrolló la emotiva ceremonia en la que se depositaron ofrendas florales en las urnas que guardan los restos de estos valerosos soldados de la Independencia Nacional.
De hecho el primer mandatario corondino colocó una bandera de la ciudad –azul, verde y roja cruzada por una cruz hecha con flechas aborígenes- sobre la urna de Martínez, como ofrenda de respeto de su pueblo de origen.
“Sus historias merecen ser contadas y conocidas por todos” expresó la funcionaria provincial que llegó en nombre del Gobierno, que también trabajó en la refacción de las históricas casonas de Sor Josefa Díaz y Clucellas y de la familia Aldao.
El luego Coronel Aguirre era hijo de don José Gabriel Aguirre y Juana Dominga Arias Montiel, familias con árbol genealógico fundacional para Santa Fe. Aguirre se incorporó al Ejército del General Dr. Manuel Belgrano en su expedición al Paraguay. Estuvo al mando del General Rondeau en el sitio de Montevideo, más adelante fue convocado nada más y nada menos que por el General José de San Martín para completar los cuadros en el Ejército de los Andes. El militar santafesino participó en la batalla de Chacabuco, en la sorprendente derrota de Cancha Rayada entre las fuerzas de Las Heras, y en Maipú. Fue galardonado al valor en combate varias veces como Heroico Defensor de la Nación tras lo cual lo ascienden a Coronel.
Viajó a Perú con el Libertador y allí, al mando del Gral. Juan Antonio Álvarez de Arenales llegó hasta el sitio de Callao y logró el retiro de los españoles. Tanto se destacó este ilustre santafesino que fue condecorado con la distinción "Benemérito de la Orden del Sol de Perú" y fue nombrado comandante general de los resguardos de Lima. Murió el 15 de abril de 1847 dejando como testamento escrito el libro "Compendio de las Campañas del Ejército de los Andes".
Nació en la comarca de Coronda, el 10 de junio de 1783 –algunas fuentes lo refieren como nacido en Santa Fe ciudad-. Hijo de don Rafael Martínez de Piris y de doña Josefa Ignacia Muñoz.
Tuvo su bautismo de fuego en las Invasiones Inglesas, en 1806, con sólo 23 años. Ascendido a alférez de artillería, acompañó a José Gervasio de Artigas en las fuerzas de la Banda Oriental –hoy Uruguay-. También como Aguirre fue parte del ejército sitiador de Montevideo.
Su ingreso al legendario Ejército de los Andes se dio en el regimiento 11, bajo el mando del general Juan Gregorio de Las Heras. Combatió en Chacabuco, Talcahuano, Cancha Rayada y Maipú. Curapaligüe, Gavilán, lugar en el cual sus cañones fueron destruidos, por lo que casi por casualidad, se unió a los Granaderos a Caballo.
Tras un breve período de baja, se unió a la Expedición Libertadora del Perú, y permaneció en el cuerpo principal del ejército junto al general José de San Martín. Emigrado al Estado Oriental, en octubre de 1830, acompañó a Lavalle en su tentativa de colocar en el gobierno de Entre Ríos al general López Jordán, según la crónica de Vicente Cutolo en Historia Hoy.
“De nuevo en la Banda Oriental, intervino en la lucha sostenida por el general Rivera contra el presidente Oribe, de 1836 a 1838, alcanzando el grado de general sobre el campo de batalla del Palmar, el 15 de junio del último año”. Luchó contra el General Manuel Oribe, amigo de su infancia, quien lo mandó a degollar y a mostrar su cabeza en la vía pública el 20 de abril de 1842, en Colastiné.
El militar retirado, Dr. Luis Eduardo Chizzini Melo –corondino también e hijo de Leopoldo, el inspirador de la película “Tacuara y Chamorro”, filmada por Sandro en 1966 en Coronda y a quien por su obra en cultura y educación el Instituto del Profesorado local lo tiene como patrono- había comentado en El Litoral luego de un acto de vandalismo en noviembre de 2022, contra la urna que guarda los restos del militar: “Lo lamentable es el ataque a elementos que marcan una época y contienen los restos de quien ofrendara su vida sirviendo a la Patria en forma destacada”.
Sirva pues como desagravio y acto de justicia esta ceremonia que el sábado se vivió y en la cual se recordó a dos hombres que coincidieron en muchos lugares claves de la historia del país, e incluso lo hicieron hasta en su eterno descanso como héroes, soldados y granaderos que desde sus cunas santafesinas y corondinas tenían signado el destino de servir a la Patria.
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