Ignacio Pellizzón | [email protected]
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El “gigante” de zona sur, como lo denominó el ex gobernador, Miguel Lifschitz, al Hospital Nodal de Rosario, quien recibió la obra iniciada por su mentor Hermes Binner en 2011, hoy sigue siendo una cáscara vacía. La inversión inicial del proyecto era de 200 millones de pesos, hoy es de 4 mil millones, es decir, 20 veces más.
La ambición del ex mandatario provincial era poder levantar un “monstruo” de la sanidad en la zona sur de Rosario para descomprimir la gran demanda de localidades vecinas como de ese sector de la ciudad que tienen efectores como el Roque Sénz Peña (Laprida 5381) y el Provincial (Alem 1450), siendo este último de alta complejidad.
Ubicado en avenida Circunvalación y San Martín, en medio de barrio Las Flores, uno de los más carenciados, sigue intacto a la espera de que las obras se reinicien. Hoy se vislumbra una mega estructura que al ingresar está totalmente vacía, inclusive con arena en el suelo. Es decir que solamente se montó la fachada.
El mega proyecto también contempla un centro de investigación y un colegio, que sí se inauguró en 2015 – Escuela Técnica N° 407-. Sin embargo, el hospital, que fue planificado para ser desarrollarlo en cuatro instancias a lo largo de cuatro años, solamente concluyó su segunda etapa –de terminaciones exteriores- hace dos. Se tardaron ocho años en construir solamente la estructura.
El ambicioso plan, que comenzó la gestión socialista, y que el exgobernador, Miguel Lifschitz aventuró en su última recorrida que sería "el más grande y moderno del país", se encuentra a medio camino. Algunos señalan por lo bajo que el ex Jefe de Estado provincial no tuvo intenciones de invertir allí, mientras que otros aluden que los costos se dispararon.
Para dimensionar la magnitud del Hospital Regional Rosario Sur, al que se accede desde las calles 5 de Agosto y España, y que integra el proyecto "Ciudad Salud: intervención Rosario Sur", hay que mencionar que se piensa como un efecto de tercer nivel de complejidad que posee más de 38 mil metros cuadrados, contará con más de 200 camas, de las cuales 64 solamente serán para Obstetricia.
No solo eso. El inmueble también está pensado en base a un criterio flexible para dar respuesta a las necesidades específicas de los investigadores que trabajarían allí, con amplios espacios abiertos y vidriados que dan a las áreas verdes del predio, visibles para el público y los pacientes.
Sin dudas que tanto para las zonas aledañas como para el barrio Las Flores, su inauguración sería una gran noticia. No sólo mejoraría el hábitat con más movimiento, más luminarias, seguridad y lo más importante: tener a metros uno de los hospitales más grandes y tecnológicos de la región. Pero del mismo modo que los vecinos siguen reclamando por obras básicas y fundamentales, el hospital también sigue estancando en un mar de anuncios inconclusos.
La asunción del nuevo gobernador de la provincia de Santa Fe, Omar Perotti, no solo implicó la llegada del peronismo tras 12 años de gestión socialistas, sino que llegó en medio de una pandemia. No es un dato menor, porque los hospitales públicos, siempre más relegados, pasaron a ser clave para afrontar el coronavirus. Esto puso en escena, nuevamente, el hospital Nodal de Rosario.
Repensar la salud en la ciudad implica barajar y dar de nuevo. Es por eso, que la nueva gestión se anotició de que para poder culminar el asombroso efector hacen falta unos 4 mil millones de pesos, es decir, 20 veces más que los 200 millones que eran necesarios en 2011. Esta suma millonaria puede seguir variando acorde a la inflación y a la volatilidad que pueda tener el dólar.
En concreto, según explicó a El Litoral la secretaria de Arquitectura y Obras Publicas de la Provincia de Santa Fe, Leticia Battaglia, al proyecto “le faltan más de tres años” de trabajo en construcción. De hecho, todavía tienen que licitar las obras básicas para instalar los servicios esenciales como luz, agua, gas; “es un arduo trabajo el que nos queda por recorrer y en estos tiempos pandémicos estamos muy enfocados en generar más Unidades de Terapia Intensiva (UTI) para evitar el colapso del sistema sanitario por el coronavirus".
La intención es poder, aunque sea, culminar una unidad del nosocomio -como se llevó a cabo en otros hospitales- que pueda servir para pacientes con Covid-19, porque entienden que el virus continuará circulando entre nosotros hasta tanto no se obtenga una inmunidad de rebaño que pueda darle fin a la pandemia.
La sideral cifra que es necesaria para poder concluir el hospital, según pudo averiguar El Litoral, no será mediante financiamiento internacional, sino que se le solicitará ayuda al gobierno nacional para poder sumar los fondos más gruesos junto con una inversión provincial.
La confirmación llegó de parte de la ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat de la provincia, Silvina Frana quien aseguró que la intención es “retomar las obras y avanzar cuanto antes”. Es que desde la gestión Perotti buscan que el hospital Provincial pueda mudarse al nuevo Hospital Nodal, brindando atención médica de tercer nivel, algo que escasea en zona sur.
Fuentes ligadas a la Casa Gris señalan que los “grandes anuncios de obras” llegarían cuando la situación con el Covid-19 esté más o menos controlada y haya pasado la segunda ola que está golpeando con dureza.
La respuesta oficial llega en medio de la polémica que suscitó tras un informe que presentó la concejala socialista, Verónica Irizar, en el que puntualizaba que el presupuesto provincial destinado a obras para Rosario había caído un 41%, mientras que el de ciudad de Santa Fe aumentó un 34%.
Por supuesto que sin medias tintas, el propio gobernador Omar Perotti le salió al cruce y sentenció que “comparar números fríos entre lo que se presupuestó en 2019 para 2020 con lo que se presupuestó en 2020 contra 2021, sin tener en cuenta el contexto de emergencia sanitaria, no es correcto y hasta roza la mala fe”.
Si bien es cierto que el gobierno provincial aumentó su presupuesto para obras en un 178%, inflación mediante, en comparación con el año pasado, también hay mucho malestar en los sectores productivos de la ciudad –hasta el momento- por la falta de fondos y anuncios para obra pública.
En definitiva, será cuestión de seguir esperando para ver si las versiones oficiales que anuncian –otra vez- que se retomarán los trabajos en el Hospital Nodal, finalmente se vuelven un hecho concreto y constatable o caen en el mismo saco roto donde lo vienen haciendo desde hace diez años.