Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
Pese a la crisis económica que atraviesa el país, las vacaciones de inviernos suelen ser una bocanada de oxígeno para los sectores que más suelen resentirse frente a estos altibajos al no ser servicios de primera necesidad.
Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
Desde que comenzaron las vacaciones de invierno el nivel de ocupación hotelera en Rosario alcanza un promedio del 70%, mientras que los bares y restaurantes gozan de un buen momento con demanda alta. Sin embargo, ambos rubros empiezan a sentir el impacto de la suba de los costos, aunque intentan no traspasarlos de manera inmediata.
Pese a la crisis económica que atraviesa el país, las vacaciones de inviernos suelen ser una bocanada de oxígeno para los sectores que más suelen resentirse frente a estos altibajos al no ser servicios de primera necesidad.
“Este es un mes esperado en Rosario, pero, además, hay que tener en cuenta que la semana que viene arrancan las vacaciones en Buenos Aires y eso derrama en la actividad hotelera y gastronómico por la cantidad de turistas que llegan a la ciduad, así que en términos generales es un buen mes”, indicó a El Litoral el presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario (Aehgar), Carlos Meliano.
Con relación al nivel de ocupación hoteleras, el referente del sector confirmó que “hay un 70% de ocupación, pero los fines de semana suele aumentar a un 80, 85%”. Sin embargo, “estimamos que puede incrementarse cuando comiencen las vacaciones en Buenos Aires”.
En materia de gastronomía “se siente que hay más demanda”, porque en este mes de receso invernal y con alta inflación, “las personas se vuelcan a consumir y disfrutar más”. Además, Rosario “tiene un buen posicionamiento en cuanto a gastronomía”.
Igualmente, Meliano no obvió el hecho de que está habiendo “aumentos” y detalló: “A partir del lunes pasado ya hubo aumentos del 18 al 22% y en algunos casos, contemplados materiales descartables y demás, alcanzaron una suba de hasta un 25%”.
La foto, según el titular de Aehgar, “es complicada”, porque el aumento “no lo podemos traspasar con rapidez”. Por lo general, en estos rubros, “la gente siente mucho el impacto y al no ser artículos de primera necesidad las personas dejar de consumir”.
Si bien en la ciudad “no cae por completo la demanda”, sí se empieza a ver que muchos “optan por ir a merendar o desayunar en vez de pagar un almuerzo o cena, lo cual implica otro costo en el ticket y esto se detecta cuando se trasladan muchos incrementos”.
Es que cuando uno convalida los aumentos “no termina sabiendo el precio”. “Nosotros no somos formadores de precios y menos en el rubro gastronómico.
Con más trabas a las importaciones y la queja de algunos comerciantes, en la gastronomía y hotelería “no hemos tenido desabastecimiento, salvo alguna bebida que no haya en particular”. En general “no estamos sufriendo problemas al respecto”, aseveró.
En Rosario existen 1.748 establecimientos gastronómicos, un 30% más que hace una década. Los datos forman parte de un relevamiento realizado por la Asociación Hotelero Gastronómica de Rosario (AEHGAR) en base a los locales habilitados por la Municipalidad. En ellos también se señala que el 61% del total de estos espacios son bares, 21% restobares, 12% restaurantes y 6% cafeterías.
En cuanto a la ubicación, el 70% está en el centro, 15% en zona norte, 7% en sur, 5% noroeste, 2% sudoeste y 1% oeste. En promedio brindan 104 cubiertos por establecimiento, totalizando 181.792. “Estos datos son muy relevantes para los inversores que puede promocionar actividades gastronómicas donde hay carencia”, dijo Meliano, y añadió: “Todo esto conlleva una inversión inmobiliaria que va creciendo de a poco”.