Santiago Balague
Tanto el fiscal como la querella consideran que la pena debería elevarse a 30 años de prisión y que el acusado, Lucas Ezequiel Ojeda, no acceda a salidas anticipadas. Ignacio Ibañez, hermano de la víctima, se mostró con “un poquito más de fe” en la Justicia.
Santiago Balague
Este lunes, comenzó a discutirse en la Cámara Penal la condena de 17 años de prisión que recibió en primera instancia Lucas Ezequiel Ojeda por el asesinato de Juan Cruz Ibañez, joven oriundo de Murphy que estudiaba ingeniería y fue apuñalado en un robo en su departamento en Rosario. En este marco, el fiscal Guillermo Corbella pidió que se eleve la pena a 30 años de prisión y que el acusado no acceda a salidas anticipadas, solicitud que fue bien recibida por la querella (su familia), mientras que la defensa planteó la necesidad de que se tengan en cuenta atenuantes y se rebaje el monto de la sentencia. En 15 o 20 días hábiles estaría lista la decisión del tribunal de segunda instancia.
Cabe recordar que, al momento de cometer el asesinato, Ojeda era menor de edad. Por ello la causa recayó en manos de la jueza de Menores Dolores Aguirre Guarrochena, quien lo encontró responsable de homicidio criminis causa, es decir, cometido para garantizar un robo al departamento y lo condenó, en el mes de marzo del corriente años, a 17 años de prisión, con algunos beneficios que le permitirían tener salidas transitorias previo a cumplir la condena. Actualmente, y desde que cumplió los 18 años, Ojeda se encuentra alojado en Piñero, a la espera de la decisión de la Justicia.
En este marco, Ignacio Ibañez, hermano de Juan Cruz, comentó que en la audiencia de apelación, tanto la querella como la defensa pudieron exponer sus alegatos para hacer las solicitudes correspondientes sobre la pena.
“Afortunadamente, en un sólo día de audiencia se agotaron todas las instancias de alegatos y ahora esperamos que en 15 o 20 días hábiles podamos tener una sentencia de segunda instancia. Lo que nosotros queremos es que se aumente la pena a 25 o 30 años”, explicó. Y añadió: “En un principio, el pedido nuestro y del fiscal era de prisión perpetua, sin embargo viendo cómo actúa la Justicia, nos dimos cuenta que iba a ser imposible, porque amparados en la Declaración de los Derechos de los Niños no iban a dar lugar al pedido. Por eso intentamos ir a una pena más fuerte pero, sobre todo, posible en el marco del Código Penal Argentino”.
Ignacio recordó que luego de esta segunda instancia sólo queda la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe para poder apelar la condena. “Ya hay un preaviso por parte de la defensa de que, en caso que se aumente la pena, van a llegar a la Corte Suprema. No sabemos si esto es bueno o malo, porque tenemos como antecedente lo que sucedió en diciembre del año pasado con la reducción de la pena al femicida de la joven de Rufino, Chiara Páez”, resaltó.
Ignacio Ibañez también planteó que las expectativas en esta segunda instancia son “buenas”, porque “gracias a esta nueva Ley de víctimas que está vigente en el país, como familia pudimos participar de la audiencia y tuvimos la posibilidad de hablar, de exponer, y que el tribunal nos escuche”, relató, asegurando que se encontró con un tribunal “más duro” que la jueza de primera instancia. Por estos motivos es que “tenemos un poquito más de fe, aunque la verdad la vamos a saber en veinte días”.
El hermano de Juan Cruz a su vez recordó que la familia quedó muy disconforme con el accionar de la jueza Dolores Aguirre Guarrochena, por ser “extremadamente garantista y pro delincuentes, generando una trato totalmente desigual”, disparó.
“Cuando te hacen volver a un lugar como ser un tribunal, te remueve muchos sentimientos y te llevan a los estadíos iniciales, al día uno”, reconoció Ignacio, quien además planteó que la Justicia termina banalizando el hecho, porque “lo relatan como si fuera un guion de una obra de teatro o de una película, cuando en realidad fue algo que tuvo que atravesar y vivir mi hermano. Eso te hace muy mal. Pero nosotros tenemos que seguir yendo a los tribunales, porque si no insistíamos este caso hoy estaría cerrado y el asesino tendría una pena con un techo de 10 años y probablemente ya estaría con salidas transitorias”.