Si bien todavía hay que esperar los resultados de estudios comparados para obtener resultados concluyentes sobre su efectividad, a mediados de septiembre el Gobierno de Santa Fe habilitó el uso compasivo del medicamento comúnmente llamado ibuprofeno de sodio inhalado para pacientes contagiados de Covid-19. Este visto bueno surgió a raíz del aumento exponencial de casos en el territorio santafesino y al congestionamiento de camas disponibles para positivos de coronavirus.
Con días de diferencia, antes de la llegada de octubre dos comunidades pequeñas del sur provincial, con creciente ascenso de casos del virus, dieron a conocer que suman estas prácticas como otra herramienta más en el marco de la emergencia sanitaria. Al ser las primeras en el territorio santafesino, terminaron en cierta manera trabajando juntas para compartir experiencias.
Quien empezó hace exactamente una semana, fue el pueblo de Arteaga, en el departamento Caseros. Hoy, con 62 casos activos (totalizan 173) y 7 internados, ya comenzaron con los primeros ensayos en 15 pacientes, de los denominados “leves”, entre una población de 3500 habitantes.
En las redes sociales, el presidente comunal Julián Vignati (que dicho sea de paso, es un paciente recuperado de COVID-19), aseguró que la nueva normalidad “exige cambios” y que la experiencia puesta en marcha fue una buena noticia: “Somos el primer pueblo en el departamento Caseros en aplicarlo, con todos los equipamientos. Conseguimos varias dosis y ya aplicamos a pacientes leves para la recuperación rápida”, contó.
Vignati, aseguró que el número de casos es “creciente” y que lo destacable es que encontraron un equilibrio para poder responder desde el sistema de salud local. “Es la realidad de Arteaga y no es distinta a lo que pasa en la zona. Miramos a lo local y regional. La complejidad nuestra es baja”, sostuvo.
El mandatario local, recordó que el contacto surgió a través de un laboratorio de Córdoba, que los abasteció de las dosis, partiendo de la habilitación por decreto de la provincia. “Para hacer un análisis profundo hay que esperar porque empezamos el viernes último. Pero a priori, es bueno. Es un tratamiento complementario. Hace que se estabilice y pueda saturar bien. Queremos estabilizar pacientes y descomprimir el sistema de salud regional”, aclaró.
Esto se debe, a que la cabecera departamental, Casilda –a 60 kilómetros de Arteaga-, es uno de los grandes focos de contagios a nivel provincial y es la ciudad a la cual deben derivar a los pacientes más complejos. “Seguimos trabajando, insistiendo en los cuidados. Hay que extremarlos. Por eso volvemos a insistir en la responsabilidad y el compromiso. Todos podemos pasar por esta situación, pero tratamos que sea rápido”, indicó.
En este orden, agradeció al equipo de Diseños Vidoret y a Walter Campos por la fabricación de las mascarillas necesarias para la correcta aplicación de este nuevo tratamiento.
La localidad de Wheelwright, en el departamento General López, anunció este miércoles que comenzará a aplicar ibuprofeno de sodio inhalado, en tratamiento para enfermos de coronavirus. La noticia fue dada a conocer por el presidente comunal, Benjamin Gianetti, que combinó el asesoramiento con criterio médico y el apoyo de privados del pueblo para construir las famosas máscaras que son necesarias para esta práctica.
El pueblo, acumulaba al cierre de esta nota 151 casos de personas con COVID-19 entre sus 7500 habitantes, de los cuales 18 son activos. También dieron el visto bueno médicos y farmacéuticos de la vecina ciudad de Colón (Buenos Aires); la colaboración del SAMCo local, el de Arteaga; y profesionales de la salud. “Todos me escucharon y me tendieron la mano. No fue sencillo. Pero hoy me siento satisfecho, tras la situación de aumento de casos que vivimos. Generar esta respuesta alternativa nos hace sentir satisfechos con nosotros mismos. Estamos trabajando y viendo siempre qué más podemos hacer para que la cosa esté lo mejor posible”, señaló Gianetti.
Es para destacar que la Comuna junto a un joven de la localidad, ya está en proceso de fabricación de las máscaras. Asimismo, quienes quieran acceder a esta técnica, lo podrán hacer de manera gratuita: “A cualquier persona que un médico le aconseje esta técnica, va a poder acceder a ella, sin diferencia de si tiene o no recursos. Para nosotros, en Wheelwright, la salud es un derecho inalienable”, valoró Gianetti.
Es para destacar, que el ibuprofeno se aplicará sólo con criterio médico, tanto en el SAMCo como en las casas de los particulares que lo requieran: “Queremos agradecer al doctor Gerardo Morales de Colón y al farmacéutico Pablo Echenique de esa ciudad, a la Comuna y al SAMCo de Arteaga que nos asesoraron”, valoró.
Droga segura
El médico especialista en medicina interna, neumonólogo e investigador clínico Alexis Doreski (MN 141740) señaló recientemente al portal Infobae que “el ibuprofeno es una de las drogas más seguras conocidas por la humanidad”. “Su ingreso al mercado se produjo en el año 1967 en Inglaterra, en 1974 en EEUU y desde 1984 se acepta como medicamento de venta libre. Actualmente, se realizan más de 20 millones de prescripciones anuales de este medicamento, sin tener en cuenta su amplia venta sin receta. Tan segura se considera esta droga, que es usada en neonatos prematuros para el cierre del conducto arterioso persistente (CAP) -precisó-. Por lo tanto, no debe dudarse de la seguridad de una dosis de 50 mg cada ocho horas, aunque sea administrada por una vía diferente como es la vía inhalatoria, cuando se administra por vía endovenosa a neonatos”.
El tratamiento es algo completamente innovador: su acción terapéutica es antiinflamatoria, bactericida así como viricida, y está destinada al potencial tratamiento de afecciones pulmonares, entre ellas el nuevo coronavirus causante de COVID-19.
La idea surgió hace siete años, y es de Dante Beltramo, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y del Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (Ceprocor), quien modificó la molécula del ibuprofeno haciéndola 100% soluble en agua para administrarlo en nebulizaciones con el objetivo de tratar a pacientes con fibrosis quística, una enfermedad genética con altas tasas de mortalidad que afecta a niños y adolescentes.
Con la posibilidad de establecer protocolos de tratamientos compasivos ampliados, con el aval del gobierno cordobés, Beltramo empezó a investigar si era posible aplicar la molécula para esta nueva enfermedad.
“El producto consiste en una ‘solución hipertónica de ibuprofeno’ (ibuprofenato sódico soluble)” que, al someterlo al sistema de nebulización, “genera partículas con efecto viricida, que al intercalarse en la bicapa lipídica de virus envueltos como el SARS-CoV-2 desestabilizan la membrana generando lisis, o sea, muerte del virus”, había apuntado el científico en mayo.
“Los pacientes entran al tratamiento con 80% de saturación de oxígeno, que es un valor muy riesgoso y la recuperación de la capacidad de oxígeno luego de dos nebulizaciones vuelve los valores a 96/98% de saturación”, precisó Beltramo a Infobae.