Lunes 30.5.2022
/Última actualización 7:34
Después de recorrer a pie los 430 kilómetros que separan Rafaela (Santa Fe) con Villa Mailín (Santiago del Estero), una pareja radicada en el centro oeste de esta provincia arribó el fin de semana al pueblo del centro-norte de Santiago del Estero, para cumplir una promesa de agradecimiento al Señor de los Milagros, cuya fiesta de veneración se desarrolló el pasado fin de semana.
A la par, en micros que partieron desde diferentes puntos del país, multitudes se acercan al lugar, en el departamento Avellaneda, congestionando las rutas de acceso, como la Nacional 34, que une Rosario con Jujuy. También otros grupos lo hacen a caballo o en bicicletas, en una fiesta popular que recupera su esplendor luego de dos años de pandemia en las que dicho encuentro no se pudo realizar.
"La Fiesta del Santo de Mailín", se la conoce no solo en la Argentina sino también en países vecinos, desde donde durante los días pasado arribaron contingentes de fieles, especialmente de zonas limítrofes.
A pura fe
Entre tantos hechos de fe, está el caso de Carmen Junco (43 años) y pareja de Darío Moreno (50). Ella es oriunda de Esperanza y él de Humboldt. Después de 13 días caminando los 430 kilómetros que separan ambos puntos del país, llegaron caminando, entre los fieles que los acompañaron en los últimos kilómetros, a la basílica en donde se encuentra la imagen del "Señor de los Milagros".
Entre lágrimas, mezcla de emoción y cansancio, Carmen dialogó telefónicamente con El Litoral. "Qué puedo decir: llegar hasta el Señor de Mailín era nuestro objetivo. No vamos a negar que estamos muy cansados, que nos duelen las piernas, los pies, diría todo el cuerpo. Pero la fuerza de voluntad y el santo que nos acompañó hicieron posible que todo haya resultado como lo teníamos previsto. ¿Frío?. Frío y viento. Pero cuando nos íbamos acercando s Mailín comenzamos a recibir el calor y el acompañamiento de la gente. Estos últimos metros hasta la plaza y llegar a la iglesia fueron emocionantes. Creo que ahí se nos fue el cansancio, el sueño, todo lo que fuimos viviendo. El objetivo está cumplido. Ahora, a disfrutar de la fiesta y prepararnos para regresar el domingo, después de la tradicional procesión", expresó Carmen.
Lo que lograron Carmen y Darío no es algo sencillo. Sí puede serlo para los promesantes. Al llegar caminando a Mailín quedaron atrás 11 pueblos santafesinos y 10 santiagueños, recorridos en algunos lugares junto a vecinos de cada localidad o bien por algunos miembros de un grupo de devotos del Santo de Mailín, que mantienen una permanente comunicación con los promesantes.
El camino del Señor
¿Cuál es el motivo de la peregrinación?, fue el inicio del diálogo. "Darío y yo somos muy creyentes y muy devotos del Señor de Mailín. El vino caminando varias veces. Yo es la primera vez que lo hago de esta manera; he venido otros años pero en vehículo. No hay una razón especial sino que venimos a agradecer que tengamos salud, que podamos mantenernos unidos, en familia, que tengamos qué comer, trabajo, y también agradecer la protección de Dios", sostuvo Carmen.
La mujer se refirió a cuestiones puntuales del recorrido. "En muchos lugares hubo familias que nos invitó a pasar un rato por sus viviendas. Nos dieron de comer, nos permitieron bañarnos y en algunos nos invitaron a dormir. Pero cuando ello no sucedía utilizábamos la carpa, la cocina y lo que trajimos para hacernos de comer y dormir".
"Hubo un par de noches con tormentas y un poco de lluvia. Y en los últimos días refrescó mucho, pero pudimos seguir", añadió.