Un bombero voluntario de la división provincial de unos 40 años debió ser trasladado por una descompensación al HECA en Rosario. La combinación humo, humedad y calor le jugó una mala pasada y fue trasladado en helicóptero al centro de salud. Su vida no corre peligro.
Las primeras consecuencias negativas en los incendios en las islas entrerrianas frente a Rosario y zona se empiezan a sentir. Un bombero voluntario de la unidad provincial de apellido Flores de unos 40 años de edad sufrió una descompensación y fue trasladado de urgencia desde la zona del fuego hasta el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (HECA) en la tarde del martes.
El operario fue llevado en helicóptero desde el área de quemas hasta el helipuerto con que opera el HECA, en avenida Pellegrini entre Vera Mujica y Crespo. La aeronave aterrizó cerca de las 14.30 y el hombre rápidamente fue atendido por personal médico. Se debió cortar el tránsito en esa transitada arteria para que pueda descender el helicóptero con el bombero afectado quien, pese al cuadro, está fuera de peligro.
El comandante mayor Walter Corsettti, jefe de operaciones de la zona centro de los Bomberos Voluntarios de Santa Fe, habló con El Litoral sobre el colega internado: “Se encuentra bien, está estable. Está siendo atendido por personal de la guardia de emergencia, pero está bien. Se le está haciendo el tratamiento por la descompensación, la leve inhalación de monóxido de carbono, pero el paciente está bien”. En horas de la tarde se le realizó un tratamiento para purificar sus pulmones, afectados por el smog.
Corsetti agregó que el bombero sufrió “una descompensación debido a la temperatura que tenemos hoy. El clima, la humedad, más el terreno de las islas, son lugares complicados, más el fuego y el humo hizo que este bombero se descompense. Por eso fue trasladado en carácter urgente y rescatado por aeroemergencias por UTV que tenemos a disposición el sistema de bomberos de Santa Fe”. El voluntario permanecerá por unos días en el hospital hasta tanto mejore su estado de salud.
Los focos ígneos permanecen en tierras entrerrianas. Si bien el martes, no se sintió el smog y su olor característico como en jornadas anteriores, los problemas incendiarios persisten del otro lado del río Paraná.