El Litoral pudo hablar con la feliz egresada de la sede del Instituto de Seguridad Pública (ISEP) en Reconquista. Oriunda de Alejandra en el Departamento San Javier, pero desde hace varios años residiendo en Reconquista, Julieta supo abrirse caminos en pos de sus ideales y ganas de ser una servidora pública.
En el breve repaso de su vida, dijo que a los cinco años se dio cuentas que a ella no le gustaban las chicas, y que a medida que pasaban los años su decisión sexual fue fortaleciéndose, al igual que sus anhelos de ser policía, “quería estudiar Gendarmería o Policía”, asegura.
La sociedad
Cuando la consultamos sobre la reacción de una pequeña población del interior santafesino, como es Alejandra, dijo que nunca tuvo problemas, “una sola vez me pelee mal con un compañero en la secundaria, porque me decía barbaridades, me cansó y llegué hasta los golpes”, se justifica.
Mirá tambiénCrean un grupo táctico especial para la Agencia de Control PolicialContó que siempre les dijo a sus familiares que su deseo era entrar a la fuerza, “pero antes la ficha de inscripción no te dejaba poner, que eras trans, eras hombre o mujer”, lamenta. En esa línea explicó que se recibió con 27 años, “hace mucho podría haber estado recibida”, reclamó.
"Siempre buscaba estudiar, aunque llevé currículum a todo lados y por el solo hecho de ser mujer trans, no te llamaban, y sigue pasando eso en la actualidad", referenció.
“Al principio yo no podía mostrarme tal cual era, pero después dije, no puedo seguir así, con una compañera de mi misma edad salíamos, yo salía vestida de hombre de mi casa, iba a la casa de ella, me vestía de mujer, cuando volvíamos del boliche yo me iba a su casa y me volvía a vestir de hombre”, confesó.
Su carrera
Desde la escuela de policía de Reconquista aseguran que fue una buena alumna, “creo que fui bastante pareja entre lo teórico y lo practico”, afirma. Relató que el comienzo de la carrera fue muy duro desde las exigencias, “comencé a levantarme todos los días a las cinco de la mañana, me preparaba el desayuno y después me iba a la escuela, estaba todo el día cursando”, recuerda.
Según Julieta, el segundo año ya fue más “aliviado”, pero siempre con mucho respeto y dedicación. “Forme buenos grupos de amigas, con los varones era más distante la cosa, pero con las chicas salíamos a cenar y a bailar”, relató.
Dijo que en los primeros días de la carrera tuvo que explicarles a sus superiores que se autopercibe y siente una mujer, “para mis compañeros y para los profesores era algo nuevo, pero me hicieron sentir una chica más”, valoró. Lamentó que en los ejercicios de defensa personal no la hayan hecho enfrentarse con hombres, “yo por mi condición tengo más fuerza que las chicas”, manifestó.
Mirá tambiénUn gendarme y un policía fuera de la ley“En la escuela siempre usé los baños de las mujeres, me hubiera parecido injusto que me hayan hecho ir al baño de los hombres, soy una mujer”, dejó claro.
Quiso dejar claro que “afortunadamente” no es la única mujer trans de la policía, “está bueno que nosotras también podamos formar parte de la fuerza”, reiteró.
Los ingresos
Mencionó que cobró durante la carrera un plan Progresar, “esos ingresos me sirvieron para poder costear la carrera, como soy de ahorrar cuando llegó el momento de compararme el uniforme y todo lo que me pedían en la escuela pude hacerlo sin problemas”, relató orgullosa.
“También soy peluquera, pero dejé porque al final del día salen todas hechas unas diosas y yo quedó fundida”, bromeó cuando se le preguntó si con ese plan podía vivir. Indicó que viene de una familia buena y trabajadora, "yo quería estudiar y salir adelante", afirmó.
Sostuvo que pensó que tras recibirse iba a poder tener unos días de vacaciones, pero que intuye que muy pronto le van a dar su primer destino, “a mí me gustaría estar en la calle sirviendo y cuidando a la gente”, eligió cuando le preguntamos si quería un trabajo administrativo o de calle.
“La primera vez que fui a tiro pegue mi disparo en el blanco, suerte de principiante”, justificó, pero quiso dejar claro que eso no significa que va a salir a la calle a hacer disparos, formuló que ellos como agentes de seguridad tienen un protocolo que cumplir.
El amor
“Como toda Julieta, espero mi Romeo, que me lleve a pasear por el mundo o por mi país”, expresó a la hora de hablar de su situación sentimental. Agregó que en algún momento tuvo pareja, pero que eso ya es parte del pasado.
“Ahora espero el destino que me den en la policía, aunque reconozco que a mí siempre se me dan las cosas, ahora que capaz ya no haya planes, yo voy a tener un trabajo seguro”, confesó.
“Tengo el amor de mi familia y de mis amigos, aunque a mi familia en principio le costó aceptar mi condición, hoy están felices con mi presente”, declaró. Explicó que está operada, “pero los genitales con los que nací los sigo teniendo, tengo los pechos operados, yo me siento mujer, soy una chica trans, aunque desde siempre me sentí mujer y eso lo tiene que saber el hombre que me quiera”, cerró el tema.
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