Rodrigo Pretto | region@ellitoral.com
Se trata de Tinka, empresa ubicada en la ciudad de San Jorge. El año que viene la firma del centro oeste santafesino cumplirá setenta años de vida. “Esto es un empuje para continuar hacia adelante”, se enorgulleció una de las directoras, Rosana Chiarlo.
Rodrigo Pretto | region@ellitoral.com
En el marco del Día de la Industria celebrado el pasado 9 de septiembre en el salón de la Sociedad Rural de Rafaela, la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE) volvió a reunir a todo el sector en su tradicional festejo luego de tres años de pandemia. Y allí, en el medio de las 800 personas que se hicieron presentes, la única fábrica de bolitas de toda Sudamérica, Tinka, recibió un reconocimiento. “Es un empuje para continuar hacia adelante. Detrás de nosotras están nuestros hijos, entonces se trata de una motivación para que ellos vayan tomando la posta”, le dijo a este medio Rosana Chiarlo, quien junto a sus hermanas Mariana y Silvina se encuentran al frente de la dirección de la firma.
La postulación la impulsó el Centro Comercial e Industrial de San Jorge, ciudad del departamento San Martín donde Tinka se encuentra emplazada. Considerando la propuesta, FISFE tomó la decisión de entregarle el reconocimiento – al igual que a otras empresas de la provincia – al Mérito Industrial. “Esto es más de quienes estaban antes de nuestra llegada que nuestro. Junto a mis dos hermanas recientemente nos pusimos al frente de la empresa. Es un empuje para continuar hacia adelante. Detrás de nosotras están nuestros hijos, con lo cual se trata de una motivación para que ellos vayan tomando la posta”, deslizó entusiasmada Chiarlo.
En 2023, la fábrica cumplirá 70 años de vida. Atravesando muchos momentos socio económicos nacionales, Tinka supo sobrevivir ante cada contexto y mantener las bases firmes para continuar vigente. “Repito que el mérito es de quienes venían trabajando”, reiteró una de las titulares que desde abril de 2021 se hizo cargo junto a sus hermanas de la empresa luego de adquirir parte de las acciones y quedarse con la totalidad de la firma para seguir con el legado de su padre.
La firma, ante un complejo panorama económico que no es el más favorable ni tiene viento de cola, parece no sentir el impacto. De acuerdo a lo que explicó Chiarlo, las tareas no cesan y la innovación tecnológica es uno de los objetivos planteados puertas adentro. “Estamos tratando de mejorar las cosas. Tenemos maquinaria obsoleta y vamos de a poco incorporando nuevos equipos”, explicó.
A su vez, las ventas mantienen una línea estable y no sufrieron caída alguna en el mercado. Incluso, desde Tinka indicaron que se abrieron canales de exportación a países vecinos, aunque la capacidad productiva los imposibilita para avanzar en dicho sentido. “Estamos trabajando en eso. Queremos ampliar la producción y sumar nuevos modelos de bolitas. También tenemos la intención de innovar en productos que hasta el momento no tenemos, siempre vinculados al vidrio”, adelantaron.
Actualmente, la fábrica cuenta con 9 empleados en planta permanente más un plantel de unos 5 administrativos. La empresa produce cerca 2 millones de bolitas semanales, utilizando entre 8 y 10 mil kilos de vidrio para tal fin. “Estamos con ciertos problemas para conseguir la materia prima porque usamos lo que llega reciclado de las cooperativas. Hoy, sentimos faltante”, indicó Chiarlo.
A su vez, la industria realizó convenios con Municipalidades como El Trébol, Alicia o Cañada de Gómez, para ampliar su capacidad de insumos. Como parte de pago – además de un monto en efectivo – se entrega un determinado número de bolitas para que se distribuyan en la comunidad como juego de esparcimiento.