Aunque técnicamente no es una ola, la seguidilla de días de calor sin tregua que afecta a Rosario y región junto a otras partes de la provincia de Santa Fe se siente en las semanas con las horas de luz más prolongadas del año.
Aunque técnicamente no es una ola, la seguidilla de días de calor sin tregua que afecta a Rosario y región junto a otras partes de la provincia de Santa Fe se siente en las semanas con las horas de luz más prolongadas del año.
El 19 de diciembre comenzó una racha de jornadas altamente calurosas con escasa nubosidad y sin lluvia. Una combinación que no es la ideal para andar por la calle, trabajar o hacer algún actividad al aire libre. Con el fenómeno de La Niña desde 2020, las precipitaciones no abundan. El pronóstico indica que el 1º de enero podría haber una tregua a esta sucesión de días calurosos.
La pronosticadora Vanessa Balchunas habló con Mirador Provincial sobre estos días consecutivos tan tórridos que año a año se hacen cada vez más frecuentes.: “Estamos con un período prolongado de calor y temperaturas elevadas. En el sur de Santa Fe no llegamos a tener olas de calor porque debemos tener mínimas superiores a 22,3 (grados). Venimos con las mínimas rozando los 20 grados. Lo que no quiere decir que no tengamos un excesivo calor porque las máximas desde el inicio del verano vienen superando las marcas de los 35 y esta semana la marca de los 38”. La experta aseguró que este período prolongado de calor, con ambiente muy seco, producto de todo el fenómeno de La Niña (tiempo seco y lluvias escasas), favorecido por presiones muy altas que bloquean el ingreso del viento del este impiden la proyección a corto plazo de precipitaciones. Balchunas afirmó que el calor se prolongará esta semana, cesará un poco el fin de semana y continuará la próxima. La ausencia del viento del este dificulta la existencia de mañanas más frescas. La región está afectada por un bloqueo que impide que cualquier tipo de masa de aire más fresco llegue. “Este bloqueo con presiones muy elevadas que impide el ingreso de vientos que no sean del norte”, comentó Vanessa. “Los vientos que llegan son sólo del norte y suman más calor”. Esta situación meteorológica llevó al Servicio Meteorológico Nacional a declarar la alerta amarilla para el área. Se recomienda no circular ni permanecer al sol, ingerir agua en abundancia y mantenerse en un lugar fresco.
En relación a lo que se espera para 2022, la pronosticadora aseveró: “Durante este verano las lluvias serán de carácter transitorio y poco productivas. Estos chaparrones intensos que nos dejan un alivio pasajero durante el evento y vuelve otra vez el calor. Esta situación (se mantendrá) hasta finales de febrero, principios de marzo. Con lo cual La Niña en este segundo período donde aporta mucha más sequedad ambiental iría diluyéndose para finales de marzo”. A partir de allí, se aguarda que el tiempo cambie a la variante El Niño (tiempo lluvioso) o neutro. Esto traería más lluvias. Aportes imprescindibles para todas las actividades económicas y para la recuperación de la altura del río Paraná en esta parte del país.