Napoli salió campeón después de 33 años. La última vez, fue con Diego Maradona con la casaca celeste, la publicidad de Buittoni y el 10 en blanco en la espalda. Es una de las remeras más simbólicas de la vida del «Diego».
Renzo Pietrani vive en España pero trabaja en turismo. Estaba en Nápoles el día que el "Celeste" volvió a gritar campeón. La fiesta y las reminiscencias sobre un Maradona cada día más eterno.
Napoli salió campeón después de 33 años. La última vez, fue con Diego Maradona con la casaca celeste, la publicidad de Buittoni y el 10 en blanco en la espalda. Es una de las remeras más simbólicas de la vida del «Diego».
Y un Nápoles feliz, lo recordó en cada momento. La explosión final, vino en el cierre del cotejo entre Udinense 1 – Napoli 1. La felicidad tan esperada ya no tuvo contención. Cuando Osimhen clavó el derechazo con comba que infló la red del arco local, la alegría ya no pudo esperar.
Renzo Pietrani, nació y se crió en El Trébol. Vive en España. Es de sangre italiana y por su trabajo – licenciado en turismo -, estaba en Nápoles, donde vivió, junto a amigos, los festejos históricos del tercer scudetto napolitano.
«Justo me agarró en Nápoles por mis labores y unos amigos me invitaron a cenar. Vivirlo tan de cerca con gente que uno quiere y que te quiere es una pasada. Estábamos en una terraza comiendo un asado y vimos todos los festejos. Todo el sur de Italia está con banderas celestes. Hoy ya estoy en Capri y se sigue viviendo tan intensamente», señaló a este medio.
La locura desatada, tenía como imagen a Diego Armando Maradona, en cada bandera, en cada camiseta, en murales y en cánticos. «Diego aquí es más querido que San Genaro, que es el santo de Nápoles. A Diego lo quieren más que en Argentina. Para Nápoles, Diego es un símbolo de la ciudad y se le perdona todo. En el festejo no paraban de cantar todas las canciones de Maradona, sobre todo la de Rodrigo», contó Renzo.
Con la voz tomada y la emoción aun latiendo fuerte en su corazón, el joven de la ciudad de El Trébol manifestó: «El gol del empate volvió loco a todo el mundo. Empezaron los fuegos de artificio, bombas, petardos y bengalas azules. Todo era humo azul. Los fuegos de artificio duraron más de dos horas. El estadio de Nápoli estaba lleno. Se hizo una entrada muy barata de 5 euros para que vaya la familia y más de 60 mil personas vieron el partido en pantalla gigante».
Mientras el inicio del festejo era en el norte de Italia, donde jugaba el Nápoli, en el sur, la gente salía a las calles para desatar tanto festejo contenido. «En Udine había 14 mil napolitanos. Fue una locura. en Nápoles, había una marea humana celetes por las calles. Fue impresionante y con mucha gente afuera del estadio», detalló Renzo y agregó: «La rencilla del norte contra el sur es muy marcadas. Hay diferencia sociales, futbolísticas y económicas y lo demostraron con los cantos».
Maradona fue el estandarte de Nápoles a fines de la década del 80 y en ese último título de 1990. Sin embargo, sigue vivo en el corazón de cada napolitano.
El jueves, no fue la excepción. «Ví una enorme bandera que la llevaban en una procesión. Tenía la cara de Diego. La llevaban con la gente detrás como San Diego. La camiseta del tercer scudetto, lleva el mismo diseño que la de cuando jugaba Maradona», destaco el santafesino y añadió con la voz quebrada: «Nápoles es un pedacito de Argentina».
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