Por Patricio Dobal
Tuvieron que pasar cuatro años y mucha agua sobre los rieles. En las últimas semanas, las formaciones de prueba iniciaron operaciones sobre el pedraplén ferroviario que tiene 14 kilómetros y atraviesa la laguna La Picasa, en el extremo sur santafesino. Se trata de un hito importante para la logística ferroviaria ya que las cargas desde Buenos Aires a Mendoza y viceversa debían desviarse de la ruta original en un periplo que insumía casi 24 horas más de viaje. Cuando la obra esté terminada hay ilusión por la reactivación de los servicios de pasajeros.
El anhelo no parece tan lejano. Es que hasta 2016 había una frecuencia semanal de pasajeros entre la estación de Retiro y la de Rufino, que se interrumpió precisamente cuando el nivel de la laguna creció y tapó los rieles que ya se habían elevado en una obra que demandó millones de inversión del gobierno nacional pero que finalmente fue vencida por las aguas.
“Se están ultimando los detalles para la reapertura del tramo. Se estuvieron haciendo trabajos de reconstrucción del pedraplén durante meses ya que se trata de un ramal estratégico que es necesario mantener operativo”, expresó a El Litoral una fuente ligada a la empresa estatal Trenes Argentinos Cargas, operadora de la ex Línea San Martín que vincula las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza y cuya vía principal se vió interrumpida entre las localidades santafesinas de Aarón Castellanos y Diego de Alvear, en el departamento General López.
Mientras trabajan en el tramo que está elevado varios metros del pelo de agua de la laguna los últimos equipos, el cronograma pauta al mes de julio como el del regreso del paso regular de las formaciones. “La tarea que se realiza es de seguridad básicamente para garantizar la transitabilidad de los trenes, pero el pedraplén ya está reconstruido”, contó por su parte el maquinista José Ochoa, además delegado en Rufino del gremio ferroviario La Fraternidad.
“Por otra parte el grueso de las cuadrillas pasaron ahora a intervenir en el trazado que va desde Diego de Alvear al comienzo de la laguna La Picasa, sector que al quedar inutilizado por cuatro años demanda el recambio de durmientes y de rieles”, agregó Ochoa.
Desde que el pedraplén quedó rebasado por el espejo de agua, los cargueros tuvieron que utilizar una ruta alternativa (desde Rufino, por Venado Tuerto, Melincué y Hughes, hasta retomar la vía principal), desvío que aumentó el tiempo de viaje sumándole 167 kilómetros e incrementando 24 horas el recorrido desde el este al oeste o viceversa.
“Es una ventaja estratégica y por eso se trabaja fuerte para tener las vías operativas lo antes posible”, agregaron desde Trenes Argentinos. Vale recordar que la laguna también anegó la Ruta Nacional 7 que corre paralelo al ramal ferroviario. El terraplén de la traza vehicular fue rehabilitado en diciembre 2019 pero el reacondicionamiento de los rieles tomó más tiempo.
Obra millonaria que quedó inutilizada
En 1998, La Picasa se tragó literalmente el viejo terraplén de la línea troncal del Ferrocarril San Martín y hasta borró del mapa a una estación que llevaba el nombre de la laguna. Diez años después y un desembolso millonario de por medio, se inauguró el nuevo pedraplén con vías dos metros y medio más arriba que las originales. Lo cierto es que para el fin de año de 2016 el agua estaba otra vez inundando los rieles.
El caso hizo poner el foco de la opinión pública en el extremo sur santafesino sobre la evolución de las tareas hidráulicas para evitar anegamientos en la cuenca de La Picasa, una compleja red de canales y estaciones de bombeo que nunca funcionaron al ciento por ciento. La posibilidad ahora del restablecimiento del tren sobre la laguna es posible luego de la gran sequía que fue una marca de los últimos dos años. Lo cierto es que nadie asegura que en el futuro no vuelvan a interrumpirse ruta y vía férrea ante un eventual desborde.
Ilusión por la vuelta del tren de pasajeros
“La esperanza no la perdemos y, de acuerdo a los trascendidos, hay interés de extender el servicio semanal de pasajeros que nace en Retiro y hoy termina en Junín no solo hasta Rufino, como ocurrió hasta 2016, la idea es agregar estaciones hasta Justo Daract, en San Luis. De esta manera se conectarían con una misma formación cuatro provincias a través de Ferrocarril San Martín”, mencionó Ochoa.
Fue en febrero de 2015 cuando los vecinos de Rufino se acercaron a los andenes a darle la bienvenida a los coches de pasajeros que habían abandonado la estación en la punta de “la bota” en 1993. Pero el restablecimiento de la conexión no llegó a los dos años y con La Picasa obstruyendo la vía las operaciones se cortaron.
“De Rufino hacia el oeste las vías están en muy buenas condiciones. En los últimos años, antes del desborde de La Picasa hubo recambio de rieles y durmientes en el tramo entre Rufino y la ciudad cordobesa de Laboulaye. De hecho hoy en la estación Rufino hay gran cantidad de durmientes de hormigón almacenados precisamente para profundizar los trabajos y así lograr que el tren de pasajeros sea una realidad. Ojalá así ocurra”, se ilusionó el ferroviario.