Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
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Finalmente llegó al Concejo de Rosario un proyecto para poder regular las aplicaciones de transporte como Uber. De esta manera, se busca darle un marco legal al funcionamiento de las apps en la ciudad, en pos de “aumentar el empleo y generar mayores recursos municipales”, indicó a El Litoral la concejala del PRO, responsable de la iniciativa, Renata Ghilotti.
Según especificó la edila, “la finalidad del proyecto es regular una actividad lícita, que existe y que hoy se está dando en Rosario y que por supuesto va a permitir la creación de nuevos puestos genuinos de trabajo”.
Además, Ghilotti indicó que “es importante la regulación, porque a partir de ella se van a generar nuevos ingresos a las arcas públicas de la ciudad; y, con ese dinero, fortalecer los sistemas de transporte público como el de los taxis y remises, siempre bajo el ala reguladora del Estado”.
La iniciativa de la concejala del PRO, que lidera un bloque unipersonal “Propuesta Republicana”, se da en el marco de una batalla que viene dando la Municipalidad contra las aplicaciones de transporte como Uber, principalmente.
Si bien en la ciudad ya están operando desde hace un mes otras apps como la rusa Maxim y Cabify, el conflicto se desató por tercera vez contra la multinacional Uber. Es que la estadounidense, que está decidida a instalarse en Rosario, no cumple con ninguna de las normativas vigentes que sí deben acatar los servicios públicos y privados.
Con sanciones económicas y vehículos llevados al corralón, ya son tres los choferes de Uber que sufrieron las consecuencias de trabajar con la firma. Por este motivo, es que Ghilotti advierte que se está llevando adelante una “persecución” contra los conductores de la app.
Es por eso, que el proyecto presentando en el Palacio Vasallo pretende amparar a “personas que intentan ganarse la vida genuinamente trabajando”, apuntó y agregó: “Hay que dar una discusión mucho más de fondo, poner reglas claras para que haya competencia leal y que esto genere beneficios para los rosarinos y rosarinas”.
Por su parte, en coincidencia con la edila, el concejal de Cambiemos, Carlos Cardozo, señaló en su cuenta de Twitter que “avanzar con prohibiciones apresuradas y sanciones espectaculares para sacarse de encima el problema Uber, teniendo en cuenta que estamos en año de elecciones, es salida fácil que tratan de encontrar el intendente, sus concejales y el kirchnerismo”.
Lejos de apaciguarse, continuó: “Lo que la ciudad necesita es un debate serio y maduro sobre su transporte, mejorando y fortaleciendo los servicios de colectivos y taxis, sin negar caprichosamente la existencia de nuevas tecnologías, porque con estas medidas lo único que se hace es fomentar lo ilegal”.
Frente a esta batalla que está dando la multinacional desde marzo en los medios de comunicación y los avisos comerciales, desde el municipio no se quedan de brazos cruzados y redoblan la apuesta insistiendo con la ilegalidad de la app al no cumplir con la normativa vigente.
“Vamos a persistir en el reclamo ante organismos jurisdiccionales. El servicio de transporte público es regulado y ejercemos el control. Hace falta una decisión judicial que avale nuestro pedido y ordene al organismo con competencia que bloquee las aplicaciones que están al margen de la norma”, insistió el secretario de Gobierno, Gustavo Zignago.
De hecho, el propio municipio ya sancionó a tres choferes de Uber con multas de 15 mil pesos, inhabilitación de licencias por 60 días. No sólo eso, sino que también intentó avanzar en materia judicial interponiendo una acción cautelar ante el juzgado Civil y Comercial Nº 7, pero el juez a cargo, Marcelo Quiroga, denegó la intervención dado que para el magistrado la Municipalidad tiene “poder de policía” y no es necesaria la determinación de la Justicia, en este caso.
Con este panorama, desde el sindicato de Peones de Taxis siguen en alerta. “Rosario es una ciudad que tiene sobreoferta de servicios públicos y la irrupción de Uber sería muy perjudicial para las fuentes laborales de los taxistas”, que ya de por sí “vienen con baja demanda de viajes”, agregó Gianotti.
Por el momento pareciera haber mucho ruido y pocas nueces por parte de Uber. Sin embargo, la campaña se sostiene firme. Por eso, el municipio no afloja en su lucha por que la app, en el caso de operar en la ciudad, se adecúe a las mismas normas que rigen tanto para taxis como para remises, de lo contrario “los choferes correrán la misma suerte que un remise trucho”, ratificó Zignago.
Con la llegada del nuevo proyecto para regular finalmente las aplicaciones de transporte, quizás comience a abrirse el juego democrático de debatir si realmente este tipo de apps pueden o no operar en Rosario y dar por terminada una batalla en la que siempre pierden los conductores.