El gobierno de la provincia, a través de 30 Centros de Acción Familiar (CAF), brinda un cuidado y abordaje integral para niñas, niños, adolescentes y sus familias en todo el territorio santafesino. Son espacios que dependen de la Secretaría de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia (Ministerio de Desarrollo Social), con propuestas dirigidas a promover los derechos a partir de la convivencia, el juego, el aprendizaje y la participación activa de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y familias, aportando al fortalecimiento comunitario a través de un sostenido trabajo en red y articulación, con dispositivos y programas provinciales, municipales y de la sociedad civil.
En el marco del programa Santa Fe Más, las y los jóvenes se capacitan a través distintos talleres. La oferta de propuestas es amplia. Hay talleres sobre gastronomía, electricidad, repostería, diseño de indumentaria, pintura en tela, cerámica, construcción de juegos de madera, peluquería, diseño y construcción con reciclados, saneamiento ambiental, huerta, costura creativa, carpintería, elaboración de viandas saludables y sublimación, entre otros.
Son los talleres para la inclusión socioproductiva destinados a jóvenes de entre 16 y 30 años quienes reciben, además, una beca provincial para aprender diversos oficios y servicios.
También se llevan adelante talleres instrumentados por los propios trabajadores de los centros, articulados con organizaciones de la sociedad con convenios con la Secretaría de Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia a través del programa Centros de Día.
En este marco, se especializan en sublimación, huerta, boxeo, rap, ajedrez, estética corporal, gimnasia, pintura de murales, trabajos en madera, acompañamiento pedagógico, tejido, circo, música, cocina, murga y taller de fútbol, entre otros.
Para el ministro de Desarrollo Social, Danilo Capitani, “los CAF desempeñan una importante labor social con los grupos familiares más vulnerables de nuestra provincia. Consideramos que, acompañar y fortalecer el trabajo en los territorios, en articulación con las instituciones de la sociedad civil, es el único modo de poder abordar de manera integral y participativa las problemáticas sociales, garantizar derechos e igualdad de oportunidades para todos y todas”.
Por su parte, la secretaria de Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia, Patricia Chialvo, expresó que “los Centros de Acción Familiar son fundamentales en el entramado social de los barrios, llegando a toda la familia con diversas herramientas y políticas públicas en la búsqueda del beneficio colectivo de todos los habitantes”.
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Desde la promulgación de la Ley de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, los CAF, también se constituyen como espacios de referencia para los adolescentes y jóvenes de la comunidad a través de distintos talleres, propuestas y actividades para la inclusión colectiva, así como el acompañamiento a las familias en situaciones particulares.
Funcionan 30 Centros de Acción Familiar distribuidos en ciudades toda la provincia: Santa Fe, Rosario, San Cristóbal, Vera, Esperanza, Tostado, Las Rosas, Reconquista, San José del Rincón, Venado Tuerto, Laguna Paiva, Helvecia, El Trébol, Santo Tomé, Coronda y Rafaela.
Actualmente, participan más de 3.500 niños, niñas, adolescentes, jóvenes y sus familias. Se están remodelando y refaccionando diez Centros del total que cuenta el gobierno de la provincia, para adaptarlos a ser también espacios de primera infancia, fruto de la articulación entre los Ministerios de Desarrollo Social Provincial y Nacional, para brindar servicios de calidad a más de 400 niños y niñas, desde los 45 días a 4 años. Con una inversión de 200 millones de pesos, siendo fondos no reembolsables aportados por el BID, en el marco del Programa de Apoyo al Plan Nacional de Primera Infancia.
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Estos espacios se crearon en 1947 durante el gobierno de Juan Domingo Perón como Centros de Acción Social (CAS), con la función de organizar a la comunidad para la solución de problemas evitando la desintegración familiar. Su función era albergar a los hijos de las madres obreras, por lo que fueron instalados en las cercanías de las fábricas y atendían en los horarios de trabajo. Se ocupaban de la alimentación, el traslado a la escuela, la realización de las tareas escolares, entre otras.
En 1977 se cambia su denominación a Centro de Acción Familiar, CAF, para fortalecer los grupos familiares, reformándose los criterios de admisión de los niños, cuyo requisito era pertenecer a una familia excluida del mercado laboral. Es por ello que se crearon otros CAF, pero esta vez ubicados en sectores de mayor vulnerabilidad.