Jorge Pavia (Sur 24)
En María Teresa, el presidente comunal junto a los integrantes de la Comisión Comunal se reúnen periódicamente con los vecinos para, además de rendir cuentas, preguntarles que obras faltan en la localidad. El distrito donde las obras las decide el pueblo y la Comuna ejecuta.
Jorge Pavia (Sur 24)
María Teresa es cuna de iniciativas que resaltan el concepto de democracia en su real acepción: gobierno del pueblo. Allí, son los vecinos quienes deciden que obras se harán en el pueblo y dónde.
En esta localidad del sur-sur santafesino con un amplio distrito (60 mil hectáreas) el presidente comunal Gonzalo Goyechea junto a los integrantes de la Comisión Comunal se reúnen en plazas con los habitantes de cada barrio para, además de rendir cuentas sobre las obras que realizan, escuchar reclamos, sugerencias para luego ejecutar los proyectos. “Con las reuniones barriales quisimos buscarle la vuelta al tema de la participación ciudadana”, explicó a Sur24 el presidente comunal Gonzalo Goyechea.
La experiencia había comenzado con los productores rurales locales, con los que se reúnen cada 30 o 40 días y se proyectan los trabajos a realizar.
A fines de 2019 surgió la misma modalidad con los vecinos del pueblo, pero “después, con el tema de la pandemia no nos pareció razonable llevarla adelante y ahora retomamos. En este caso dividimos el pueblo en cuatro barrios. María Teresa está dividido por las vías, entre ‘Pueblo Viejo’ y ‘Pueblo Nuevo’, y a cada uno de esos sectores los dividimos en dos”, especificó Goyechea, ampliando en cuanto a la modalidad que “les avisamos a los vecinos, tanto por redes sociales como por una nota personalizada a cada frentista invitándolos a la reunión que generalmente hacemos en una plaza”.
“Han surgido cosas muy lindas, por ejemplo, en María Teresa estamos cambiando el sistema de iluminación pasándola a led. Para eso fabricamos las columnas acá, compramos caños petrolíferos usados, los modificamos, compramos las luminarias y las instalamos; después se le pasa el costo al frentista como contribución de mejora. Ese sistema surgió de una charla barrial. Además, no es la Comuna la que decide en que cuadra se van a cambiar las luminarias, sino que los vecinos lo solicitan y ahí vamos, es como a demanda. Este es un sistema que cuadra y los vecinos responden muy bien y pagan, con una buena financiación que les damos”, ejemplificó el presidente comunal.
Participación y buenos resultados
Este ida y vuelta que se da entre la Comisión Comunal y los vecinos “da muy buen resultado. Depende el barrio, hay mayor o menor participación, pero la gente asiste y participa activamente. Siempre les explicamos cuáles son los trabajos realizados, que se están ejecutando y los proyectados para ese barrio y se da una charla, porque nadie mejor que quienes viven en ese lugar para saber cuáles son los problemas de la cuadra, la manzana o el barrio. Se hablan los problemas, las demandas y las necesidades que hay, incluso las posibles soluciones que también salen de esa charla”, exclamó el mandatario, asegurando que “la idea es repetirlo cada tres o cuatro meses”.