Desde el mes de enero se llevan adelante mediciones periódicas en la cuenca del río Salado con el objetivo de monitorear su comportamiento para prevenir posibles ingresos de agua en el territorio provincial que generen riesgo de inundación.
Los trabajos son realizados por la Subsecretaría de Protección Civil dependiente del Ministerio de Seguridad de la provincia.
Además, se realiza un seguimiento de las estaciones meteorológicas para determinar si las lluvias en la zona pueden producir variaciones en la altura del río. Estas tareas complementan los estudios realizados por el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente.
Al respecto, el subsecretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, indicó: “Llevamos un control minucioso del registro de lluvias en la cuenca del Salado para determinar su impacto y anticipar modificaciones significativas en la altura del río”.
El funcionario también mencionó que se mantienen reuniones periódicas con autoridades de la provincia de Santiago del Estero y que “se realizan recorridas por las localidades cercanas a la cuenca del río con la finalidad de recomendar a las autoridades locales la constitución de sus Juntas de Protección Civil como acción preventiva”, concluyó Escajadillo.
Cabe señalar, por último, que la altura del río Salado en Santo Tomé de acuerdo a la última medición de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL es de 3,73 metros y permanece estacionario. La altura para declarar el alerta es de 4,70 metros y para ordenar una evacuación es de 5,70 metros.