Refaccionar el Monumento Nacional a la Bandera de Rosario es una tarea que viene teniendo finales frustrados desde hace más de cinco años. Sin embargo, pareciera que ahora la idea se renueva con dos firmas que pugnan para ganar la licitación de la obra. La intención es que puedan llevar a cabo por completo las tareas que quedaron pendientes.
Se trata de realizar la limpieza de los mármoles, la puesta a punto del propileo y el arreglo de la fuente de la proa, que no funciona desde hace tiempo. Si bien se estima un presupuesto de unos 500 millones de pesos, las compañías que compiten por quedarse con el trabajo duplican esa cifra en sus propuestas económicas.
Según se pudo saber las firmas que se encuentran pugnando por quedarse con la licitación son las empresas Cocivial y DyScon, las cuales entregaron montos que rondarían los mil millones de pesos de inversión para los trabajos previstos.
Desde el área de Obras Públicas de la Municipalidad de Rosario confiaron a El Litoral que todo el pliego lo elaboró Nación, por ende, no cuentan con información exacta sobre cuándo se realizará la apertura de sobre para conocer quién ganó el llamo y cuándo comenzarán las obras.
Una obra interminable
El último registro es en 2017 cuando las obras proyectadas para el Monumento, que contemplaba el pliego licitatorio, se basaban en la restauración de la estructura de hormigón, mamposterías y revestimientos; trabajos de impermeabilizaciones y sellados, y la restauración y climatización de la Sala de las Banderas. Se trataba de la mayor intervención en los casi 60 años de historia que tiene el símbolo local.
Los compromisos también incluían la creación de la sala de las provincias, la colocación de rampas y plataformas salvaescaleras, y la instalación de un nuevo sistema de iluminación. Por otra parte, se iban agregar relevamientos de patologías y diagnósticos para intervenir la torre en una segunda etapa. El plazo de ejecución de la obra era de 18 meses, algo que jamás se cumplió.
Los trabajos fueron acordados de manera conjunta entre el gobierno nacional a través del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, y la Municipalidad de Rosario. En el mismo se estableció que Nación colaboraba con el financiamiento de la obra con el 70% del costo estimado de la misma y el municipio asumía invertir el monto restante a financiar, del 30%.
La iniciativa, prometida por el gobierno del ex presidente Mauricio Macri en 2016, llegó a licitarse por un presupuesto de más de 100 millones de pesos. El mismo se le adjudicó a la empresa Creaurban SA, perteneciente al primo hermano del presidente, Angelo Calcaterra.
Esta decisión derivó en un conflicto de intereses, que obligó a que Calcaterra tuviera que desprenderse de varias firmas, entre ellas justamente Creaurban SA, dejando en pausa no sólo el ambicioso proyecto de reacondicionar por completo el Monumento a la Bandera, sino también la promesa del gran desembolso de Macri en Rosario.
Los trabajos que deberían haber estado listos en un año y medio, a mediados del 2019 no alcanzaban el 40% de avance. "Si esta obra hubiera sido para el obelisco, no tengo dudas de que ya se habría terminado. No hace falta explicar la importancia que tiene para los rosarinos el Monumento a la Bandera. Por eso debemos seguir ejerciendo el control que nos corresponde sobre los fondos públicos y la ejecución de los trabajos", había disparado Javkin al conocer la falta de avances en las obras.
En este contexto los trabajos se frenaron por completo. Pero la intención que tienen desde el Palacio de los Leones es rearmar un nuevo proyecto y poder terminar lo que falta con recursos propios para darle un cierre definitivo a una obra que, desde que comenzó, fue un fracaso.