Quizás sea más común de lo que parece, pero que un niño de sólo 12 años se inspire en su abuela para hurgar y recuperar toda la historia de su pueblo, es un hecho como mínimo destacable.
Se llama Thiago Haas, tiene sólo 20 años y a sus 12 inició este apego a la historia y a los museos, inspirado por dar a conocer los orígenes de su pueblo, Maciel, ubicado el sureste del departamento San Jerónimo.
Quizás sea más común de lo que parece, pero que un niño de sólo 12 años se inspire en su abuela para hurgar y recuperar toda la historia de su pueblo, es un hecho como mínimo destacable.
El pasado 9 de marzo se recordaron los 115 años de la creación de la primera comisión de fomento de esta localidad ubicada en el sureste del departamento San Jerónimo, que presidiera Eugenio Falletty, secundado por Juan Carlino y José Maañón.
En tanto, también un 9 de marzo pero de 1914 se realizaron las primeras elecciones donde Carlino fue presidente comunal elegido por el voto popular.
Thiago Haas tiene 20 años, estudia Derecho en la Universidad Nacional de Rosario y se mueve como pez en el agua cuando de historia de Maciel se trata.
Tan inquieto es que a la formación de un museo virtual le adosó la necesidad de contar con un edificio que albergue todo lo que él guarda y atesora con lo que tranquilamente se puede diagramar uno.
“Cuando iba a séptimo grado encontré una caja de fotos antiguas, yo vivo en casa de mis abuelos, que pertenecían a mi familia materna, hablaba de la historia de ellos y de Maciel y Puerto Gaboto. Me sentaba con mi abuela Sofía Hernández de Grieco a charlar, ella tiene 90 años y me empezó a contar toda su historia, padres, tíos, abuelos, eso empezó a relacionarse con la historia del pueblo. De ahí viene mi interés de investigar, recopilar fotos, la genealógica. Empecé a acumular material fotográfico y de archivo impresionante: 15 mil fotos, 600 documentos, y objetos que fui juntando, golpeando puertas, y hablando con los vecinos, en instituciones en libros de actas pero sobre todo por lo narrado y vivido por la gente que estuvo siempre acá”. El joven cuenta que “en setiembre de 2019 mi madre me preguntó por qué no hacer un museo virtual, el Museo de Maciel, bueno, tiene más de 2000 seguidores. Lo iniciamos con una expo sobre el Día de la madre con fotos de principios a mediados del siglo XX”.
La idea del edificio está en marcha, de hecho hay una comisión directiva y se ha buscado ayuda al presidente comunal Juan Carlos Tramontín: “A raíz de eso se comenzó a involucrar la sociedad de Maciel de manera total. Se comprometieron con la construcción de su identidad y su historia. Armamos una exposición el 4 de octubre de 2022, se planteó tener un lugar físico, un museo armado como institución. Empecé a convocar a algunas personas, hay colaboradores, una comisión directiva, el ministro de entonces Danilo Capitani nos otorgó la personería, soy presidente entonces de la Asociación Civil de Amigos del Museo de Maciel. Gracias a la gestión comunal se consolidó el comodato de la firma Cabanellas, con necesidad de restauraciones del inmueble para funcionamiento, gestiones en distintos lugares, por lo cual el lugar estará disponible tras las reformas aunque podríamos llegar a ocuparlo antes”.
Lo acompañan en esa asociación María Gabriela Balparda, Blanca Nieves Zaccone, Héctor Claudio Bertarini, Raquel Jubany, Fernando Uliassi y Yasmila Tramontín. Es un historiador “de hecho” y gracias a la permanente curiosidad de aprender, sin dudas que transmite a la perfección los datos más relevantes de la historia macielense.
“La colonia Maciel se creó en 1886 por José Manuel Felipe Maciel Zabala, eran campos de su madre, la Ciriaca, los había heredado, Manuel Zabala compra en 1789 y la descendencia era Ciriaca Zabala que se casa en 1861 con Nicasio Maciel, eran los padres de José. Él puso entonces a la venta los terrenos, en 1897 cuando pasa el FFCC manda una nota al gobierno provincial para comenzar a urbanizar y hacer Estación Maciel. Dona predios para la estación y para la plaza pública” contó Haas.
Luego, vinculó dos veces a Maciel con el general Belgrano: “Si tenemos que hablar de familiares, hablamos por ejemplo de Domingo Maciel, hermano de Cosme Maciel, fue el que izó el 27 de febrero de 1812 la bandera por primera vez, ayudó a crear las baterías a Belgrano. Un Maciel fue el primer abanderado de la Patria. A su vez, el fundador de nuestro pueblo es descendiente de Juan Baltasar Maciel, que bautizó a Belgrano el 4 de junio de 1770 y lo educó hasta 1786. Maciel se relaciona con los inicios de Mayo y la creación de la Bandera”.
El juvenil historiador aportó otro dato no menos interesante: “Desde la estancia El Bragado en Coronda, Alejandro Aldao, administraba la de aquí, fueron impulsores de entidades como la Escuela 294, la primera comisión de fomento en marzo de 1909, antes dependíamos de Puerto Gaboto. Además el hijo de Luisa y de Carlos Aldao Candioti, fue descendiente de una hermana del primer gobernador santafesino don Francisco Antonio Candioti”.
Muchos son los apellidos ilustres de este pueblo agrícola fundamentalmente. “Sacando a José Maciel, podemos nombrar a su esposa María Marta López, Alejandro Aldao Maciel, que se casa con Mercedes Acosta López. Juan Carlino, Miguel Cabanellas, Antonio Cairó, José Balaguer, Jaime Rullán, Redento Fabbro, Miguel Bisáñez, Natalio Bertarini, los Beltramini, Carlos Zabala, Laurindo Caballero, los Ferraris, primeras familias que compraron terrenos en Maciel, muchas de las cuales residían en Gaboto, estaba el molino, el FFCC y el impulso comercial por lo que decidieron mudarse aquí a principios del Siglo XX”.
En la continuidad de reconocimientos históricos, de acuerdo con su investigación y recopilación, Haas explicó que “recordemos al hijo del primer maestro que estuvo con la primera docente, Dolores Giménez Caballero cuyo nombre lleva el museo. El director de la escuela Víctor Cochet, padre del famoso pintor Gustavo Cochet, de la familia Carlino desciende el poeta Carlos Carlino que ha ganado premios nacionales de literatura. Muchas de las poesías de él transcurren en Maciel. El Dr. Carlos A. Aldao Maciel, abogado y diplomático, admirador de San Martín, inauguró monumentos en Argentina en su memoria en Santa Fe, en Mendoza, Esperanza, el de la plaza central de Maciel que se llamaba Brigadier López, en el mismo Boulogne Sur Mer y en 1925 impulsa la construcción del monumento a San Martín en Washington. La cuchara de plata, el caballo con San Martín en réplica de bronce a escala del monumento de EEUU la tenemos entre los objetos que van a ir a ese museo”.
Relacionándolo con la economía histórica, el estudiante de abogacía narró que “en 1884 se funda el Molino Maciel, que hasta la actualidad funciona, luego lo compró la familia Cabanellas. En 1950 casi, el frigorífico que por diferentes cuestiones no funcionó siempre. Esas fueron las dos empresas más antiguas. Hoy hay multinacionales y son más actuales. No a nivel histórico. El Club Alba Argentina de 1909 fundado por las primeras familias y el Club Maciel de 1941” y agregó siempre con gran entusiasmo sobre lo que quiere hacer saber, que “la Escuela 294 General San Martín es muy antigua, fue la primera escuela primaria de la época de la colonización. La Escuela Piedrabuena, es de 1938, la Escuela secundaria que es la Mariano Moreno Nro. 18, nace en los años 50”.
Como corolario de su entusiasta relato, Haas manifestó sobre la importancia de los museos, que “sirven para contar, juntar, mostrar y construir la identidad de un pueblo, de una comunidad, de una sociedad, con sus hechos históricos, del valor de una persona, de una institución, de un lugar con todo lo que eso significa. Hay que adaptarlos de manera virtual, con su contenido en redes y comunicación y seguirán siendo siempre muy útiles”.
Cabe aclarar que José Manuel Maciel se llama casualmente el Museo Municipal de Coronda y de hecho Maciel fue Jefe Político –una mezcla de senador y jefe de policía actuales para finales del Siglo XIX- del departamento San Jerónimo con asiento en el viejo cabildo y actual Jefatura policial corondina. María Dolores Bonazola Maciel de Etchevehere fue nieta de José Maciel y parte de la familia fundadora de El Diario de Paraná, y su nombre lleva el Instituto Municipal de Enseñanza Especial de Coronda, que está emplazado en una propiedad del clan paranaense.