Pablo Rodríguez | region@ellitoral.com
Las tareas consisten en la limpieza de escombros sobre la cinta asfáltica y, en simultáneo, se están reparando las banquinas. Aún no hay plazo previsto para la liberación total del corredor.
Pablo Rodríguez | region@ellitoral.com
Tras un pedido formal del gobierno de Santa Fe al Ejecutivo nacional, se está trabajando a buen ritmo para recuperar la transitabilidad sobre la Ruta 7, más precisamente en el tramo de 12 kilómetros que hoy separa a las poblaciones de Diego de Alvear de Aarón Castellanos, en el extremo sur de la provincia. Así lo confirmó el coordinador del Nodo 5, Diego Milardovich, quien dijo que allí se está realizando una limpieza de escombros sobre la cinta asfáltica y en simultáneo se están reparando las banquinas.
Si bien aún no hay plazos establecidos para liberar totalmente la ruta -hay dos obradores instalados en ambos extremos de la traza-, si pueden ya apreciarse movimiento de maquinarias y obreros. Hay que recordar que el tramo se encuentra cortado al tránsito desde febrero de 2017, cuando la crecida de la laguna La Picasa, cubrió la cinta asfáltica y el agua provocó grandes destrozos en el terraplén.
Lo cierto es que a fines del 2018, desde la Casa Gris realizaron estudios a través de la Secretaría de Recursos Hídricos, para evaluar la factibilidad o no de recuperación del asfalto. Las conclusiones fueron buenas y es por eso que se decidió formalizar una solicitud ante Vialidad Nacional para que avance con las tareas.
Importancia
Esta ruta forma parte del corredor bioceánico del país, uniendo las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza. Atraviesa de este a oeste la Argentina. Cuando la zona tuvo su período más crítico, el nivel máximo alcanzado por la laguna fue de 105,78 m.s.m. en octubre del 2017 y hoy es de 104,45 m.s.m, es decir que bajó más de 1,33 metros.
Para Milardovich, la noticia del avance de obras es “alentadora” y “esperanzadora”, ya que tanto los puentes como la calzada no revisten a simple vista mayores daños. “Eso -contó-, nos hace pensar que podemos recuperar la traza y transitabilidad antes de lo previsto. Es una vía significativa para la producción del país, pero también para la gente que la usa por cuestiones de trabajo y turismo”.
El funcionario, evitó hablar de plazos y recordó que el pedido tuvo “mayor peso”, gracias al respaldo del Comité de Cuenca y del coordinador de la comisión del Plan Autopista, Ovidio Butani. “Ellos entendieron la necesidad regional y de esa zona. Ahora resta saber si una vez puesta en actividad la ruta 7, se va a realizar un alteo o desvío”, aclaró.
Detrás del proceso de recomposición, está la empresa Cartellone, adjudicataria de la obra de la ruta 7 (ruta segura y nuevo trazado en La Picasa), por el plan de Participación Público Privada (PPP).
Tareas complementarias
En otro orden, Milardovich comentó que se están realizando las obras sobre el terraplén ferroviario, que corre paralelo a la traza de la ruta. Pertenece al ramal San Martín y hoy según estimaciones está 10 centímetros por debajo de la ruta.
Estas tareas forman parte del Plan de Reactivación de los Trenes de Carga en el país, que busca rehabilitar ese tramo que se encuentra intransitable. El objetivo es reparar el terraplén, las vías y durmientes.
Finalmente, el viejo poliducto construido en la década del ‘70 que une la destilería de YPF en Luján de Cuyo (Mendoza) con Buenos Aires, está siendo renovado en el tramo que atraviesa la laguna. Son alrededor de 8,5 kilómetros de tubería, que está instalando la empresa Cartellone.
El poliducto de YPF, que transporta naftas, gasoil y otros combustibles desde Luján de Cuyo, se abre en dos ramales al llegar a Villa Mercedes (San Luis), uno hacia Córdoba y otro hacia Buenos Aires. Este último pasa por Rufino y sigue el trazado de la Ruta Nacional 7.
Si bien aún no hay plazos establecidos para liberar totalmente la ruta -hay dos obradores instalados en ambos extremos de la traza-, si pueden ya apreciarse movimiento de maquinarias y obreros.
Hay que recordar que el tramo se encuentra cortado al tránsito desde febrero de 2017, cuando la crecida de la laguna La Picasa, cubrió la cinta asfáltica y el agua provocó grandes destrozos en el terraplén.