El primer verano dentro de la pandemia no resulta sencillo para el sector hotelero de Rosario. Un gremio ya muy golpeado en 2020 y que en 2021 seguramente seguirá sufriendo los embates del covid-19.
El primer verano dentro de la pandemia no resulta sencillo para el sector hotelero de Rosario. Un gremio ya muy golpeado en 2020 y que en 2021 seguramente seguirá sufriendo los embates del covid-19.
Sergio Giménez, presidente del Rosario Convention and Visitors Bureau, entidad que nuclea a empresarios de esta rama, habló con El Litoral sobre la actualidad en esa área en este verano 2020/2021. El dirigente aseguró que el panorama no es el mejor. “Más allá de los números, estamos parados sobre un escenario trágico, absolutamente crítico. Los hoteles hoy están en un estado de supervivencia crítica”, comentó.
El porcentaje de ocupación actual de los establecimientos no supera en promedio al 30%. “Nuestos destinos son de baja temporada en verano -dijo Giménez-. Son destinos que nunca han trabajado con un gran volumen”. El empresario explicó las variaciones que la demanda tiene dentro del año: “Rosario en la ocupación es una curva que arranca lentamente en marzo, hace pico con los grandes eventos de septiembre, octubre y noviembre, y baja hacia mitad de diciembre. Termina de bajar en enero y febrero. En plena pandemia, un hotel de cuatro estrellas en la semana está en 15, 20 habitaciones (ocupadas). Puede tener 50, 60 habitaciones (con huéspedes) el fin de semana de 70, 80 que tiene”.
Las restricciones por el coronavirus aparecieron dentro de un escenario ya complicado por el decrecimiento de la economía de los últimos años. Pese a esto, la Cuna de la Bandera ha crecido como plaza turística. “Rosario se ha consolidado en los últimos cuatro años como destino de escapada de fin de semana, o de dos o tres noches”, afirmó Giménez.
Los visitantes provienen mayormente de la región, de Capital Federal y alrededores, y de la ciudad de Córdoba. “La gente que se anima a viajar y a no contagiarse lo primero que considera es ir a un destino seguro. Rosario tiene un sello de destino seguro, que lo ha logrado. Uno puede venir a alojarse a cualquier establecimiento y a comer en cualquier restaurante de manera segura y protocolizada. Después hay que disponer de tiempo, presupuesto, pero seguimos siendo opción”.
Pese a los inconvenientes actuales, es probable que haya movimiento en las jornadas de Carnaval (lunes 15 y martes 16 de febrero) y Semana Santa (del jueves 1º al domingo 4 de abril). “Hoy la demanda para esos días es bastante firme. No puedo hablar de porcentajes porque la hotelería es día a día, pero se va a trabajar firme para Carnaval y para Semana Santa. Siempre y cuando los valores de contagio no restrinjan la circulación. Sino es una vuelta para atrás obligada por la pandemia”, afirmó Sergio Giménez.
2020 ya pasó, pero dejó secuelas en el sector. Cuatro hoteles de distintas categorías cerraron sus puertas definitivamente. “Rosario tenía más o menos 10.000 plazas (camas en hoteles) antes de esto. Un 60 por ciento estaba cerrado por los costos. Lentamente algunos fueron abriendo. Muchos decidimos estar con una guardia mínima y hubo que readecuar todas las estructuras para empezar a abrir. Y algunos no abrieron porque no les convino”, comentó el dirigente.
Los establecimientos que lograron continuar en funcionamiento deben atravesar este año dificultoso. “La mayoría de estos emprendimientos en este tipo de ciudades son de familias históricamente hoteleras, o que estaban en otro rubro y se pasaron a la hotelería. Con lo cual cerrar es una decisión sumamente dramática. Es la última que se considera. La intención nuestra siempre es abrir. Ahora, para poder hacerlo se necesita una política de shock de apoyo al sector hotelero como han hecho otros países porque sino va a ser muy complejo. Este año se va a transitar muy parecido a 2020, con muy poco volumen de trabajo y hay una cantidad de pasivo acumulado muy grande. Las políticas que han acercado a nivel provincial y nacional son muy insuficientes. El escenario es muy, muy complejo”, concluyó Giménez.