La falta de lluvias ocasionó la desaparición de cursos, estanques y reservas de agua natural. En la zona oesteña verense, la desolación se mezcla con la polvareda. Vaticinan más meses complicados en el horizonte inmediato.
La falta de lluvias ocasionó la desaparición de cursos, estanques y reservas de agua natural. En la zona oesteña verense, la desolación se mezcla con la polvareda. Vaticinan más meses complicados en el horizonte inmediato.
Imágenes aéreas del arroyo Golondrinas en la zona del paraje rural El Bonete dieron cuenta de la magnitud de la sequía que asola a toda la región norte de la provincia. En ese enclave ubicado a unos 50 kilómetros al oeste de la ciudad de Vera, toda la laguna homónima desapareció como tal y tan solo quedó, penosamente, un postal que simula la superficie lunar.
El reservorio de agua regional -y también pesquero de especies ictícolas variadas- dejó de existir como tal, y el cauce del canal principal se presenta como una profunda cicatriz en el medio del paisaje áridamente gris, donde la desolación se mezcla con la polvareda para conjugar un escenario de penuria ambiental.
En la zona, solo perviven aquellos arbustos y árboles añosos con mayor resistencia a la cruel sequía, pero nada que se parezca a pasturas da fe de vida en ese oasis convertido en un gigantesco páramo, en este tercer ciclo de un período trianual que tuvo a La Niña como dueña y señora.
Hace tiempo que la hacienda que pastaba en esa simbiosis de pampa y monte pereció, fue reubicada en campos de zona de islas o malvendida por los ganaderos para salvar lo poco que pudieron.
Por delante, y para colmos de males, las perspectivas no son alentadoras: “La situación sigue siendo crítica, similar o peor a meses atrás. Creo que vienen dos meses críticos por delante, hasta que aparezcan las lluvias”, vaticinó a Norte24 el ingeniero Pablo Mitchel, de la Unión Agrícola de Avellaneda. Hizo mención así a la demorada llegada de El Niño, que traerá precipitaciones, se espera, en abundancia a los suelos sedientos.
“Quedan 18 millones de pesos para asistencia a pequeños productores del sector centro – norte del departamento Vera», de acuerdo a lo manifestado por Pablo Fiore, director provincial de Producción Pecuaria y Avícola.
«Se trata de un remanente de 107 millones de pesos aportados para el departamento Vera en asistencia para la sequía, del cual “el 90 % o más fue para pago de fletes de transporte de agua, que hoy cuesta más o menos 30 mil pesos los 50 kilómetros”, precisó.
El funcionario dijo que “espero que quede claro que el Estado provincial ha hecho todo lo posible en base a las posibilidades que hay. La provincia es muy grande y no es que estuvimos desaparecidos del departamento, pero los recursos hay que repartirlos de la mejor manera”.
En cuanto a los fondos, indicó que quedan 18 millones de pesos para repartir en el departamento Vera, sobre todo en los distritos del norte donde la situación se presenta más compleja.
Al mismo tiempo, puso de manifiesto que hubo acciones importantes de parte del Ministerio de la Producción al lograr homologar la emergencia agropecuaria, lo que significó “la prórroga del pago de ganancias por un año y es un golpe de oxígeno positivo”.
Fiore contó que se está a la espera de nuevos desembolsos de Nación para paliar la emergencia, pero prefirió no hablar de números hasta que no esté confirmada la transferencia.
Por último, puso de relieve que “fueron 700 millones de pesos los aportados entre los distintos subsidios y ayudas para Vera y 9 de Julio” gestionados por el gobierno provincial.
Capturas de pantalla video de Francisco Mario Bigot.