Gustavo Capeletti
Lo encabezaron médicos del INCUCAI que llegaron en 4 aviones sanitarios. El nene presentaba un cuadro irreversible de muerte cerebral y sus padres decidieron donar los órganos. “Mi hijo va a dejar vida sobre la tierra”, dijo el papá.
Gustavo Capeletti
Con la celeridad que ameritaba la situación, cuatro aviones a turbina arribaron en la mañana del jueves al aeropuerto de Reconquista trayendo a bordo a profesionales del INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante), de la Fundación “Favaloro” y del Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan”.
Todos responsables de practicar la ablación de órganos del nene de 5 años Lorenzo Regonat, internado en el Hospital Central Reconquista con un cuadro irreversible de “muerte cerebral”, consecuencia trágica de haber sufrido un aneurisma el pasado martes en su domicilio.
El despliegue inusual de médicos y paramédicos, incluyó un operativo especial de tránsito coordinado por personal de las fuerzas de seguridad para despejar los 10 kilómetros de la Ruta 11 que median entre el centro de trasbordo aéreo y el nosocomio regional.
Apenas fueron recibidos por las autoridades del Hospital de Reconquista cerca de las 11, los especialistas comenzaron con la tarea de ablación múltiple que demandó varias horas de trabajo en el quirófano, y concluyó recién a la siesta.
Con los protocolos exigidos y previstos, en cada aeronave los órganos fueron transportados convenientemente y en el mismo día llegaron a sus destinos. Las autoridades del HCR confirmaron que la donación multiorgánica sirvió para trasplantar dos riñones, intestinos, hígado y corazón.
Aneurisma
Lorenzo Regonat jugaba sobre una pila de ladrillos en la tarde el martes en su casa de Avellaneda cuando, de pronto, cayó al suelo, desvanecido. Fue trasladado de urgencia al SAMCO local y luego al Hospital de Reconquista. En un primer momento se pensó que la caída le había provocado lesiones cerebrales, pero luego de una tomografía pudo constatarse que en realidad lo afectó un aneurisma que derivó en muerte cerebral.
El jefe del Servicio de Pediatría del centro de salud público, Dr. Nito Mansur, confirmó que el niño ingresó en coma a la guardia, con un “muy mal estado”, y que tras estabilizarlo fue puesto en asistencia respiratoria mecánica con todo el tratamiento de estabilización general.
El profesional explicó que al realizarle una tomografía quedó claro que el diagnóstico era grave: “Una hemorragia muy grande, varias en el cerebro producto de un aneurisma que se rompió, como si fuera un ACV hemorrágico, pero por una malformación de una arteria que está en la base del cerebro. Tiene la sintomatología de muerte encefálica, así que lamentablemente la suerte estaba echada, no pudimos hacer nada”.
“Donar vida”
Ante ese panorama desolador, los papás, Mariano Regonat, que es empleado policial, y Claudia Braidot, docente, decidieron la donación de órganos. “Desde el primer momento pensé en donar los órganos, lo hablé con mi esposa y después lo hablamos en familia y se decidió que sí. Me senté con los del INCUCAI y le dije que hasta las 12 de la noche quería estar abrazadito con él. Le hicieron los estudios, estuve con mi hijo toda la noche hasta que empezaron a llegar los aviones sanitarios. Mi hijo va a dejar vida sobre la tierra, el corazoncito de Lorenzo estaba lleno amor. Lo digo como padre, es todo muy duro, pero si pueden donar vida que la donen”.
El caso conmocionó profundamente a la comunidad norteña, por la tragedia del nene, y conmovió a todos sin excepción por el inconmensurable gesto de valentía y amor puesto de manifiesto por los padres al permitir que otras vidas sigan latiendo a pesar de que se apague la de su ser más querido.
“Los seres humanos somos capaces de cosas terribles, pero también de los actos más maravillosos y generosos... eso es lo que mantiene viva la fe y la esperanza. El acto de amor, ante tan terrible momento, es uno de los mejores ejemplos sin dudas. Por eso, jamás olvidaremos a Lolo y su familia. Muchas fuerzas Claudia y Mariano”, expresó el intendente de Avellaneda (la ciudad donde vive la familia), Dionisio Scarpin.
Índices
Según datos oficiales, en la República Argentina son 7.323 las personas que esperan al menos un órgano para continuar viviendo. Lolo es la persona 487 en donar órganos en lo que va del año en nuestro país, donde el promedio es de apenas algo más de 10 donantes por cada millón de habitantes; y la número 93 en la provincia de Santa Fe en lo que va de este 2019. Santa Fe tiene el tercer índice más alto del país solo detrás de Buenos Aires y Capital Federal.