Entre las innumerables historias que año a año se originan con la peregrinación a Guadalupe, este año sobresale la de un vecino de la localidad de Progreso, quien recorrió 80 kilómetros bajo la lluvia para venerar a la Virgen.
Se trata del maratonista Juan Ramón Córdoba, quien conectó diversas localidades de la región hasta llegar a la Basilica.
Entre las innumerables historias que año a año se originan con la peregrinación a Guadalupe, este año sobresale la de un vecino de la localidad de Progreso, quien recorrió 80 kilómetros bajo la lluvia para venerar a la Virgen.
Juan Ramón Córdoba, reconocido maratonista santafesino, conectó diversas localidades de la región hasta llegar a la Basílica. Desde su ciudad natal, Progreso, Córdoba realizó a lo largo de los últimos años diversas maratones solidarias para recaudar alimentos, ropa, útiles escolares y juguetes para ONG’s de la ciudad de Santa Fe.
Este año el desafío fue volver a unir corriendo, Progreso y la Basílica de Guadalupe, con el objetivo de estar cerca de la Virgen.
“Hoy el fondito sabatino tuvo un destino más que especial. Hoy fuimos a saludar y felicitar a nuestra madre: la Virgen de Guadalupe”, contó en un posteo en la red social Facebook.
Córdoba emprendió el recorrido desde Progreso, el sábado a las 6.20 de la mañana, con una garúa muy espesa haciendo un poco difícil el viaje.
“Los primeros 35 kilómetros los hice en soledad hasta la localidad de Nelson, donde llegaron “Tete” y “Marisol” en su auto para brindarme el apoyo de ahí en adelante. Luego en Candioti se sumó mi amigo Alejandro Giancarelli, quien viajó a Santa Fe en bicicleta para brindarme su apoyo”, contó Córdoba quien señaló que en la ciudad de Recreo se sumó su familia.
“Allí estaba mi señora Elena, que trajo los alimentos recaudados que fueron dejando al grupo de Cáritas para ser repartidos luego a personas de escasos recursos. También se sumó mi amigo “Tuchi” quien me acompañó en la recorrida y más adelante se sumaron Fabio Abba y Luis Dejon, para llegar todos juntos hasta Guadalupe”.
La travesía duró 9 largas horas, pero para Juan Ramón fueron de disfrute.
“Lo disfruté al máximo, fueron 80 kilómetros logrados en 9 horas bajo la lluvia, el clima que más me gusta y con la alegría que iba a “la casa” de mi querida Virgen de Guadalupe. Quiero agradecerle la virgencita y a Dios por acompañarme, cuidarme y guiarme durante todo el trayecto, a mis acompañantes por el gran apoyo brindado, y a los que de una u otra manera se iban comunicando para saber cómo estaba. Por último agradecer a mi gran familia por estar siempre presente en mis desafíos, dándome todo el cariño y afecto para poder lograrlo. Feliz día Virgen de Guadalupe”, cerró Córdoba su mensaje en redes sociales donde contó una experiencia única y que se suma a la que año a año realizan miles de feligreses para venerar a la patrona de América Latina y de la Diócesis de Santa Fe.
La agrupación tradicionalista “El Cencerro” de San Carlos Centro lleva ya 29 años ininterrumpidos llegando desde esa localidad a la peregrinación de la Virgen Nuestra Señora de Guadalupe. ¿Llegando cómo” A caballo: son casi 56 kilómetros.
El sábado a las 5 de la mañana salen desde el predio los escoltas de la agrupación. “Arrancamos a caballo, y al llegar nos instalamos en las instalaciones del Ex Gada. Tenemos más o menos 12-14 horas de viaje. Descansamos y luego venimos a peregrinar por la virgen el domingo. El lunes a primera hora nos volvemos a San Carlos, siempre a caballo. Así se hace todos los años”, relata a El Litoral Roberto Alberto, referente de la entidad.
“Venimos a agradecer, pero también traemos peticiones de toda la agrupación gaucha. Pero siempre siendo escoltas y devotos de la Virgen. Y este trayecto a caballo es el sacrificio que nosotros ofrendamos con amor. En contextos difíciles, nos acercamos más a la fe”, apunta Ángel Carrizo, también de la agrupación.