Martes 12.7.2022
/Última actualización 14:49
Basado en la genial obra de Leonardo Da Vinci “La última cena”, el artistas sancarlino Luis Dona recrea esta composición con los personajes que vengo desarrollando hace unos años. La exposición se llevará a cabo este jueves 14 de julio a partir de las 19 horas en Demos Bodegón (9 de Julio 2239).
“Estos personajes creados a partir de una reconstrucción del rostro, rompiendo con los cánones de
belleza y proporciones ideales del mismo adquieren diversas personalidades, jugando con diversos materiales (huesos, madera, metal, vidrio ) con un toque fantástico y surrealista. Todos llevan un yelmo en la cabeza y uniformes o armaduras que los hacen únicos”, señaló Dona.
En este sentido el artistas sostuvo que cada participante tiene un nombre muy particular por el método del anagrama. Así “Nomis” (Simón al revés) es el personaje central de la obra, con sus doce “amigos” agrupados en grupos de a tres, como en la obra célebre.
“La última peña, alude quizás a la última reunión social de éstos, antes de la Pandemia”, añadió.
Reseña
En la muestra titulada “Personajes Fantásticos”, Luis Dona con un trabajo meditado nos narra un viaje y como un artífice nos da un ejemplo de como podemos construir el hecho artístico a través de conjuntos de procedimientos formales y simbólicos.
La muestra consta de tres partes; los “Objetos Mágicos, los “Personajes Fantásticos” Y el tríptico denominado “La Ultima Peña”
El artista comienza con la construcción del carácter y el contenido semántico del objeto portador de símbolo (Objeto Mágico), este objeto funciona como emblema de singularidad de cada personaje, como signo del mismo portador, es la génesis y comienzo de la progresión en el entramado alegórico del espíritu del discurso.
Continua con la construcción de los retratos de los “Personajes Fantásticos” los cuales son portadores y poseedores de dichos “Objetos Mágicos”, estos personajes también ostentan atributos particulares en sus corazas y atuendos, propiedades elaboradas a partir de cosas cotidianas y objetos con alto contenido simbólico y en su fisonomía utiliza atributos propios de sus amigos (ojos, bocas, barbas, pelo, etc), aquí el autor habita las existencia de los personajes creados, muestra sus silencios y pasa a de ser todos ellos.
Los personajes retratados por lo general plantados de tres cuartos de perfil, tienen una mirada inmutable, esbozan una pequeña mueca, pareciera que muestran un deseo insatisfecho, el deseo que por lo general sentimos todos frente a la existencia.
En el tríptico de grandes dimensiones “La Ultima Peña” el artista trabaja como un cronista que toma prestado el símbolo preexistente de la pintura de la “Ultima Cena” de Leonardo Da Vinci, poniendo en escena a sus personajes fantásticos; rememorando y reinventando la coreografía definida en dicho trabajo de la historia del arte.
La obra como alegoría en su acontecer discursivo y contemplativo busca retransmitir la emoción de la experiencia épica aunque esta narración esta suspendida entre el pasado y el futuro remitiéndonos a la frase de Benjamin: “El aura de las imágenes antiguas no era un concepto sacralizado, sino un concepto de lugar en el desarrollo histórico de la cultura”.
El artista aunque se ve atrapado por la magia en su búsqueda de sentido nos deja el presente para nosotros los espectadores que en el ahora, actualizamos los productos de la percepción, siendo la obra de arte un signo, que se transforma en un lugar de articulación de significados resultado de una simbolización, personal o colectiva.
En la muestra realizada en nuestro museo, observando a los espectadores quedaron grabada en mi memoria dos imágenes, la de una persona mayor y otra la de una nena de seis años, frente al tríptico de la “Ultima Peña”, los dos espectadores tenían la misma semblanza, la misma inmanencia frente a la obra, posiblemente se hacían distintas preguntas, pero por lo visto Luis Dona consiguió lo que quiso, conmover a todos con su obra.
El artista
Luis Dona nació en San Carlos Centro, provincia de Santa Fe, en 1970. Fue alumno de Juan Carlos Palacios, César López Claro y Guillermo Hoyos, entre otros. Dibujante, retratista, intentó brindar a su creatividad múltiples vías de expresión, desempeñándose como decorador y dibujante publicitario.
Realizó numerosas muestras individuales y colectivas en importantes localidades del país. Además se interesó por la preservación y restauración de Bienes Culturales. En el año 2000 viajó a Venecia (Italia) a estudiar Restauración de Pintura Mural. Realizó diversos cursos de restauración de Madera y Pintura de Caballete.