Juan Franco
El presidente Carlos Guillén y el secretario Franco Martínez señalaron que la concesionaria de agua potable y cloacas sufre un atraso tarifario de más del 40 por ciento y, además, sigue soportando la histórica discriminación provincial hacia las cooperativas que prestan dichos servicios, al mismo tiempo que se subsidia mes a mes a la empresa ASSA con recursos que también aportan los venadenses.
Juan Franco
Desde octubre último, la Cooperativa de Obras Sanitarias de Venado Tuerto cuenta con nuevas autoridades en la cúpula del Consejo de Administración, entre ellas el presidente Carlos Guillén -reemplazó a Marcelo García Lacombe- y el secretario Franco Martínez. Sin embargo, ambos dirigentes integran un mismo equipo de trabajo que con periódicas renovaciones mantiene una línea de acción desde hace varios años, una vez que se dejaron atrás las cruentas luchas internas que habían desestabilizado a la institución de Italia al 500.
Entre los renovados objetivos institucionales asoma el de visibilizar en mayor medida los servicios que presta la empresa cooperativa, caracterizados por su tendido subterráneo. “Estamos trabajando para revalorizarlos, porque en general sólo se los reconoce cuando por algún motivo se interrumpen, pero en el uso cotidiano se naturalizan, sin que se sepa del esfuerzo de haberlos instalado en su momento y de mantenerlos en el tiempo”, enfatizó Guillén.
“Queremos que todos los venadenses internalicen que la Cooperativa de Obras Sanitarias es de todos los ciudadanos y que cualquiera de ellos puede ser parte de su administración, gestión y control”, reforzó, agregando que a la vez están trabajando con la Dirección de Educación, la Cooperativa Eléctrica y el Banco Credicoop, con el propósito de fortalecer el espíritu cooperativo y alentar la participación comunitaria desde el trabajo en las escuelas.
Aunque agradeció el aporte provincial de 80 millones de pesos para la ampliación de la planta de agua potable -pronta a inaugurarse-, Guillén recordó que por largos años la Cooperativa de Obras Sanitarias no había sido beneficiada con subsidios, sino que debía avanzar con recursos propios, es decir, con la tarifa que abonan los asociados. Así, el cooperativista, en línea con sus antecesores, remarcó que “el ciudadano venadense está un poco castigado, y hasta diría que se nos trata como ciudadanos de segunda, porque Aguas Santafesinas SA (ASSA), que abastece a 15 ciudades, cuenta con subsidios sistemáticos de la Provincia, a los cuales los venadenses contribuimos con nuestros impuestos, mientras que cerca de 350 localidades (abarcando el 40 por ciento de la población), donde se prestan servicios cooperativos, municipales o comunales, no se recibe ni un solo peso de apoyo”, reprochó.
A continuación acotó que “seguimos haciendo gestiones ante los legisladores provinciales de todos los sectores, sin distinciones partidarias, para que se modifique la ley provincial a los efectos de garantizar una distribución equitativa de esos recursos, si no en las tarifas, al menos en las obras, contemplando a las empresas cooperativas dedicadas a la provisión de servicios cloacales y agua potable que están estrechamente ligados al saneamiento ambiental”. Y agregó: “No puede ser que se nos discrimine a los venadenses por haber hecho las cosas bien durante tantas décadas a través del sistema cooperativo, sin evaluar que hoy las cosas cambiaron, no en nuestra eficiencia, pero sí en el contexto”. Y más aún para cooperativas que no son multiservicios, sino que se dedican exclusivamente al saneamiento, como es el caso de Obras Sanitarias.
Sin dudas, se trata de un doble castigo para los venadenses: no recibir ninguna ayuda (salvo la citada excepción para la planta de agua potable) y, al mismo tiempo, contribuir con aportes económicos para que la Provincia subsidie a usuarios de otros puntos geográficos.
Cabe acotar que en ese mismo cometido está trabajando la Federación Nacional de Cooperativas de Agua Potable (Fencap), que a su tiempo se manifestó en apoyo a un proyecto de ley impulsado por el diputado provincial de la UCR, Maximiliano Pullaro, como también en ocasión de iniciativas semejantes planteadas por senadores de extracción justicialista.
Por su parte, Franco Martínez puntualizó que a causa de la pandemia “las tarifas no se actualizaron y, más adelante, los reajustes no estuvieron en línea con el índice de inflación ni tampoco con los aumentos de otros servicios, como el eléctrico, el telefónico o el gas, entre otros. Para colmo, en el servicio de agua potable, nuestros insumos está muy atados a la evolución del dólar y eso también es un condicionante”, describió.
“Los venadenses tienen que saber que toda esta estructura se sostiene con los ingresos por tarifas y, a veces, aunque nuestras solicitudes de actualización no son caprichosas, sino que se basan en las fórmulas incluidas en el contrato de concesión, no siempre son aprobadas por el poder concedente”, observó en referencia a las negociaciones con el Concejo Municipal, que suele autorizar ajustes inferiores al que surge de la “polinómica”, además de hacerlo en etapas.
“En otros tiempos nos enojaba el retraso de los planes de obra; hoy, en cambio, nos inquieta la posibilidad de no poder sostener el mantenimiento, porque estamos al límite, aunque de ninguna manera aceptaríamos que la calidad del servicio entre en riesgo”, bramó el secretario.
“Hoy momentos tenemos varios proyectos de obra en carpeta, tanto de cloacas como de agua potable, pero dependemos de conseguir los recursos, y para eso iniciamos gestiones ante la Nación y la Provincia, porque en la actualidad es muy difícil emprender obras con los ingresos por tarifas, que apenas nos alcanzan para sobrevivir”, ratificó Martínez.
“En la audiencia pública de marzo de 2020, el atraso tarifario era del 120 por ciento, y desde entonces los ajustes sumaron casi el 80 por ciento, es decir que hoy estamos con más del 40 por ciento de desfasaje con respecto a esa época. Y en ese lapso no recibimos subsidios, sino que el servicio se prestó de igual manera, obligando a duplicar el esfuerzo del personal en tiempos donde nadie se animaba a salir a la calle, y con demandas que se multiplicaban, como la recolección, incineración y disposición final de los residuos patológicos durante la pandemia”, consideró el presidente de la COS.
A pesar de las adversidades del contexto económico y social, Guillén y Martínez aseguraron que no se quedan de brazos cruzados, sino que cuentan con todos los proyectos técnicos actualizados, como también "están en marcha" las gestiones con los organismos públicos en busca de recursos económicos, porque “el objetivo sigue siendo que los servicios de cloacas y agua potable lleguen hasta el último rincón de la ciudad”, aseveraron.
Con respecto a la relación con el gobierno municipal, ambos dirigentes destacaron que existe la mejor voluntad para conciliar el crecimiento de los servicios, adelantaron que la Cooperativa de Obras Sanitarias tendrá una “activa participación” cuando sea convocada para participar del Plan Estratégico Participativo y remarcaron que “es fundamental el trabajo conjunto con el poder concedente para saber cuáles son los planes de desarrollo territorial para la futura expansión de los servicios, como así también que el gobierno local nos ayude en la gestión para el financiamiento de las obras futuras”