En el marco de la llegada de Año Nuevo, entre las principales afectadas por la pirotecnia se encuentran las personas con alguna condición del espectro autista. Las personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) pueden tolerar sonidos por debajo de los 80 db, y todo sonido que supere esa cifra se vuelve de molesto a insoportable, pudiendo provocar crisis, ataques de ansiedad, llanto y, en el peor de los casos, genera autolesiones.
Sol Mateo, integrante de TGD Padres Rosario TEA, explica: "Las personas con trastorno del espectro autista presentan alteraciones en el procedimiento de los estímulos sensoriales, mostrando en ocasiones hiper o hipo reactividad a los mismos. En el caso de las personas con hipersensibilidad auditiva, los sonidos fuertes y repentinos pueden causar estrés y ansiedad. El tema de la pirotecnia sonora puede resultar especialmente molesta en las personas con TEA que sean hipersensibles al ruido, provocándoles irritabilidad, nerviosismo, miedo y ansiedad".
Y agrega: "Incluso algunas de ellas pueden sentir la necesidad de huir o de buscar un sitio más tranquilo y seguro, o también de autolesionarse. Además, no solo afecta a personas con autismo, sino también a lo que es el entorno familiar. Muchos recurren a retirarse de las grandes urbes en estas situaciones y pasarlas en lugares más tranquilos, nunca poder hacer una festividad en lugares abiertos, como el patio de una casa, sino encerrados y tratando de poder aislar el máximo ruido posible".
"Hace ya varios años que realizamos la campaña «Más luces menos ruido» para concientizar sobre el efecto nocivo de la pirotecnia. Consiste no solamente en difundir en redes sociales, sino en distintas instituciones", señala Sol en relación a la iniciativa que la entidad lleva adelante, a la par que cuenta que "el día previo a Navidad instalamos una carpa azul en Córdoba y San Martín y entregamos folletería informativa para dar a conocer el mensaje".
Cabe destacar que la manipulación de pirotecnia también afecta a personas con discapacidad, personas mayores y bebés. Además, la pirotecnia tiene un importante impacto ambiental y puede producir lesiones por quemaduras y/o accidentes oculares, entre otras consecuencias.
A su vez, desde el municipio se recuerda que se encuentra prohibida la utilización de pirotecnia en la ciudad, según lo establece la Ordenanza Nº 9166/2013.
La normativa prohíbe en el ámbito del municipio la comercialización, tenencia y uso de elementos pirotécnicos que no hayan sido calificados como de venta libre por la Dirección General de Fabricaciones Militares, así como de otros artificios. En este punto, es importante remarcar que la pirotecnia clandestina aumenta los riesgos, ya que por lo general es de fabricación precaria.
Cuidar a los animales
La pirotecnia y fuegos artificiales con fuertes explosiones pueden generar un grave impacto en los animales, sobre todo en perros y gatos, provocándoles palpitaciones, taquicardia, temblores, náuseas, jadeo, desorientación y ataques de pánico, entre otros síntomas. Los efectos en los animales son diversos y de diferente intensidad y gravedad.
Los animales tienen un oído sumamente delicado y agudo, escuchan hasta 60 veces más que los humanos, y por ello los estruendos provocan que se escapen en busca de protección quedando expuestos a accidentes o a extraviarse.
Para proteger a los perros se recomienda pasar tiempo junto a ellos y jugar antes de que empiecen a lanzar fuegos artificiales, ya que correr y jugar a su lado ayudará a calmar el estrés. Además, se recomienda darle un snack o algún juguete para que muerda y que le permita calmar su ansiedad. Se puede optar por proporcionarle tranquilizantes, que deberá obtenerse por medio de un veterinario.
Si se lo deja dentro de la casa, no hay que atarlo ni encerrarlo en un espacio reducido y hay que procurar que permanezca en un lugar tranquilo. También se puede acondicionar el hogar para que permanezca lo más ajeno posible a las luces y sonidos de los cohetes o fuegos artificiales que estarán en el exterior.
En el caso de los gatos, se recomienda colocar una caja de cartón de lado, con una cobija en el interior, ya que es un excelente refugio. Existe la opción de utilizar hormonas sintéticas o feromonas felinas, que ayudan a reducir el miedo, pero se recomienda consultar con veterinarios por esta alternativa. Si queda solo en la casa, hay que cerrar bien puertas y ventanas para evitar que se escape y se pierda.
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