Ignacio Pellizzón
Desde la Secretaría de Transporte de Nación señalaron que se podría avanzar en una prueba “experimental”. Esto derivó en que se despierte una fuerte ilusión por parte de organizaciones vinculadas al ferrocarril que luego de tantos años ven que podría ejecutarse el tan ansiado regreso del tren.
Ignacio Pellizzón
Hace poco más de un mes que comenzaron las obras para poner a punto el tren de cercanía Rosario-Cañada de Gómez. Con los trabajos en marcha, el propio secretario de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, aseveró que estaría en condiciones de ejecutar un “viaje experimental” antes de fin de año. Se trata de un anuncio que genera mucha ilusión en diversos sectores, incluso en la ONG Amigos del Riel.
Tras más de 40 años sin servicio, la posible reconexión rápida algunas localidades del Gran Rosario con la ciudad de Rosario, como Funes, Roldán y Carcarañá, provoca excitación y ansiedad por sectores que vienen pugnando por el regreso de los trenes no solo en la provincia de Santa Fe, sino en toda la Argentina.
Giuliano puntualizó que actualmente el tren de larga distancia funciona, pero para que la conexión rápida sirva a su propósito “hay que elevar la velocidad y eso significa seguridad”. Para ello están en obras, con la intención de reducir el tiempo de viaje de dos horas y media a una hora y media con cuatro frecuencias diarias: dos por la mañana y dos por la tarde, en coincidencia con los horarios de ingreso y egreso laboral promedio.
Que el tren de cercanía Rosario-Cañada de Gómez se ponga en marcha significa que se unirán localidades como Fisherton, Funes, Roldán, San Jerónimo Sud, Carcarañá, Correa y, por supuesto, Cañada de Gómez. “Va a significar un cambio importante”, aseguró Giuliano.
Desde la ONG Amigos del Riel señalaron a Mirador Provincial que les parece clave que el tema del tren “se mantenga en el calendario”. Expresan emoción al saber que se están ejecutando diversas obras para que la prestación del servicio pueda ser lo mejor posible, indicó uno de los referentes de la entidad Carlos Fernández Priotti.
El vocero de la ONG cree que “la demanda existe”, pero que “el nivel de necesidad de uso que haya dependerá de la cantidad de servicios que se puedan ofrecer”, más allá de las pruebas piloto, porque después dependerá de “cuándo y cómo” se sale de esta situación anómala que es la pandemia y allí se detectará con precisión la demanda.
Para Priotti hablar del costo del boleto es apresurado, porque “se fijará de forma discrecional”. En el mundo la tarifa “está fuertemente subsidiada y aquí no escapamos a esa realidad”, aseveró y agregó: “Poner un valor ridículamente bajo o establecer uno medio no incide directamente en el costo”.
No obstante, trazando un paralelismo con los costos actuales que implica trasladarse a Cañada de Gómez, el tren podría costar menos de la mitad, según señalan extraoficialmente. Hoy en día un pasaje en colectivo cuesta 230 pesos y unos 240 pesos en auto aproximadamente.
Acorde a lo que expresó Giuliano, el objetivo es que se preste un primer servicio en diciembre a modo de prueba y que esa experiencia sirva para definir las obras que falten realizar para el regreso definitivo del servicio.
En caso de no haber ningún traspié, se espera que en el 2022 el tren Rosario-Cañada de Gómez sea una realidad con dos servicios diarios, a la mañana y a la tarde y, estiman, que el costo del pasaje podría incluso llegar a ser más barato que el boleto del transporte público en Rosario.
Para cerrar Priotti demostró la fuerte expectativa con la que esperan en el sector la reactivación del servicio. “Vemos que hay trenes que se fueron restableciendo en los últimos años en el país y que se sostienen; lo importante es ver cuál será el acompañamiento que ofrezca el público, que seguramente será muy importante”.