Miércoles 30.6.2021
/Última actualización 12:04
Por Ignacio Pellizzón
Desde que trascendió que “el Rey de la Salada”, Jorge Castillo, pretende instalar una mega feria en la autopista Rosario-Córdoba, todos los sectores salieron a cruzarlo y confirmar que en la ciudad “no tiene lugar” por todos los efectos nocivos que provocaría. Inclusive, concejales rivales entre sí opinan en la misma dirección. El pronóstico para la llegada de La Salada es desfavorable.
Castillo tiene la intención de inaugurar la mega feria el Día de la Madre (17 de octubre), según indicó a La Capital. Aunque todavía no determinó en qué lugar específico planea montar La Salada, sí afirmó que será en la autopista Rosario-Córdoba para que las personas puedan acceder fácilmente e irse del mismo modo.
Ante esta situación, todos los sectores políticos y productivos de la ciudad salieron a cruzar el polémico proyecto, por entender que se trataría de un hecho que convalidaría la competencia desleal, se avanzaría en la destrucción de las pymes regionales y se rompería con todas las leyes vigentes que muchos comerciantes deben acatar.
“Estamos absolutamente en desacuerdo con su instalación”, disparó a Mirador Provincial el titular de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab. “Nosotros consideramos que se trataría de una competencia desleal, donde se infringen distintas normas que tienen que ver con la ley de Contrato de Trabajo, leyes impositivas, la ley de marcas y patentes, hay trabajo esclavo detrás de esto, etc”.
“Entendemos que más allá de hay una gran parte de la sociedad que necesita y quiere tener ropa de marca, aunque sea más barata, o necesita comprar indumentaria de menor costo, creemos que este no es el camino, porque va a terminar fundiendo a aquellas unidades comerciales y empresariales que dan trabajo legítimo, genuino y sostienen el Estado”, agregó.
El secretario de Producción de la Municipalidad, Sebastián Chale, también se opuso fuertemente a la presunta llegada de La Salada: “No es un formato que pueda admitirse en Rosario. No tiene lugar. Primero porque no es feria, es una gran superficie comercial y que además, en el formato que todos conocemos, no reúne ninguna de las características que exigen las normativas”, afirmó a Mirador Provincial.
“También tiene efectos nocivos en toda la estructura económica, sobre todo en la actividad textil formal, que la ciudad tiene de producción propia y en regla, lo que generaría competencia desleal. Nosotros tenemos un esquema de ferias que está regulado y no tienen nada que ver con este estilo”, concluyó Chale.
Castillo, a las críticas, las considera “una discriminación, porque se están oponiendo a que ponga un paseo como La Salada y ni vieron el proyecto” contó a La Capital y añadió: “En algún momento va a llegar, si no me dejan en Córdoba, me iré a Santa Fe”. El diseño que tiene programado se adaptará a una Salada post pandemia.
En base a sus declaraciones, “El Rey de la Salada” tiene su interés centrado en montarla en el límite interprovincial (Rosario-Córdoba), especialmente cerca del acceso a la RP3 que cruza la autopista a la altura de Bell Ville, pero no descarta la catarata de interesados de este lado del charco.
La única condición que impone Castillo es ubicarse lejos de las urbanizaciones, “tengo que estar en el medio del campo, solo, como loco malo y cerca de una bajada de la autopista porque la gente necesita entrar rápido y salir rápido de la feria”, dijo.
Al consultarle por la infraestructura necesaria, aclaró que solo necesita la energía eléctrica. “En los campos hay alta tensión y para conseguir agua, se hace un pozo y a otra cosa, eso es lo de menos”.
La presunta llegada de La Salada causó tal conmoción y alarma que hasta dos concejales rivales estuvieron de acuerdo en oponerse a su instalación. Claramente no los une el amor, sino el espanto, parafraseando a Jorge Luis Borges.
Por un lado, el edil de Juntos por el Cambio, Carlos Cardozo, manifestó su rotundo rechazo a la posibilidad de que se instale la feria: “Todos sabemos que La Salada siempre ha sido el reino de la informalidad y el contrabando ya que, además de venderse productos truchos y falsificados de marcas reconocidas, en muchos casos se somete casi a un trabajo de esclavitud a los empleados”, apuntó.
En ese sentido, Carlos Cardozo llamó al gobierno provincial a que tome cartas en el asunto y dijo que “en la provincia tenemos una Ley que regula las habilitaciones y el funcionamiento de las grandes superficies comerciales, mayoristas y minoristas. Las leyes están para ser cumplidas y los gobernantes para garantizar que eso ocurra”.
Por otra parte, el concejal agregó: “¿Nadie se puso a pensar el impacto que esto tendría en los comercios barriales que de ningún modo podían competir en precios?; los centros comerciales de los barrios que van a sufrir las consecuencias inmediatas como son Empalme, los dos centros comerciales de calle San Martín, Azcuénaga, Echesortu”.
Y recordó: “La provincia de Santa Fe tiene vigente una ley de grandes superficies comerciales, por lo que este emprendimiento se tendría que someter a la aprobación o no por parte del gobierno de la provincia. No es que cualquier dueño de un campo o dueño de un galpón puede, porque se le da la gana, decirle al señor de La Salada que se lo alquila para meter 400 puestos”.
Rival político de Cardozo, pero alineado en la misma opinión, el concejal del PJ, Eduardo Toniolli, reflexionó en el mismo sentido. “El emprendimiento, que tiene intenciones de desembarcar en nuestra región, tenemos en claro que jamás aprobaría el estudio de impacto ambiental exigido por la Ley Provincial de Grandes Superficies Comerciales”.
“Pero, ya hemos sido testigos de cómo en 2018 el megaoutlet Paso del Bosque fue habilitado por la Municipalidad de Rosario sin ese estudio. Además de ir a la Justicia junto a representantes de pymes, en aquel momento advertimos que la violación de esa Ley abriría la puerta para que otros grandes emprendimientos se instalaran sin previo análisis del efecto sobre el comercio minorista de la región”, continuó.
Según estudios de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) -previos a la pandemia-, por cada puesto creado por una gran superficie se pierden cuatro empleos pymes. “La concentración comercial destruye el trabajo y el bolsillo de los argentinos”, concluyó Toniolli.
Al ingresar a Rosario por Avenida Circunvalación, uno puede vislumbrar enormes edificios y construcciones que se enciman sobre la autovía. Se trata de diversos hipermercados, firmas de café, venta de maquinaria agrícola, entre otras. No obstante, entre tantas edificaciones se denota a la altura de calle Sorrento un enorme espacio recubierto por un alambrado del que cuelga una gigantografía en la que se lee: Paso del Bosque y Outlet Premium Rosario.
Se trata de un mega emprendimiento donde se instaló lo que denominaron desde Casco Histórico como “la nueva saladita de lujo de Rosario”, en alusión a los inmensos mercados que rodean el ingreso a Buenos Aires, donde uno puede encontrar infinidad de productos a precios muy accesibles, pero con escasa regulación.
Paso del Bosque se construyó en 2015 y generó un sinfín de críticas por diversos sectores. Pese a las acusaciones que se volcaron para evitar que se avanzara con la obra, el proyecto se concretó. Pero, ahora con la presunta llegada de la nueva Salada, dos concejales recordaron el antecedente con esta iniciativa, dando a entender que Castillo podría avanzar por la misma vía.
Fue el diputado Julián Galdeano quien, junto a Casco Histórico, apuntaban a que Paseo del Bosque no cumplía con la ley 12.069 de Grandes Superficies Comerciales, ya que no se le habían realizado los estudios de Factibilidad Provincial y, por ende, no se podía habilitar.
“Cómo es posible que las obras se hayan iniciado sin la aprobación de estos estudios, los cuales deben ser realizados por el Ministerio de Producción de Santa Fe, y únicamente pueden ser pedidos por el ejecutivo municipal, quien tiene competencia en estos asuntos”, no se explicaba en aquel entonces el diputado, en tiempos donde el socialismo gobernaba tanto en la provincia como en la ciudad de Rosario.
Ante el pedido de que el Concejo Deliberante se expidiera al respecto, solo pudo jactarse de exigir una contraprestación para la ciudad a través de obra pública, en relación a la cantidad de metros cuadrados utilizados para el emprendimiento.
El caso tomó tanta relevancia que llegó a la Justicia. Dos años después, en abril de 2017, finalmente, la Sala II de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial falló a favor del “mega outlet” que el Grupo Di Santo proyectó erigir en Circunvalación y Sorrento, al desestimar el amparo presentado por comerciantes, dirigentes políticos y concejales rosarinos -como Toniolli- que se oponían a la construcción de lo que hoy es un nuevo shopping.
Con este antecedente, tanto el edil justicialista como Cardozo se muestran preocupados que una situación similar se pueda vivenciar con la irrupción de la nueva Salada que Castillo pretende instalar en la autopista Rosario-Córdoba. Si bien se trata de dos iniciativas totalmente diferentes, ¿el futuro volverá a repetir el pasado?