Un comisario y otros cinco efectivos de la Policía de Santa Fe, pertenecientes a la seccional 10° de Rosario, continuarán con prisión preventiva luego de haber sido detenidos como acusados de "fraguar" actas de detención para favorecer a una banda delictiva a la que presuntamente protegían, informaron fuentes judiciales.
Los acusados prestaban servicio en dicha comisaría del norte rosarino fueron imputados de los delitos de "cohecho, falsedad ideológica de documento público en concurso real con incumplimiento de los deberes de funcionario público".
La fiscal Valeria Haurigot, que participó de la investigación junto a su colega Federico Rébola, manifestó a la prensa que en la seccional investigada "se beneficiaba a un grupo (narcocriminal) en detrimento de otro".
Respecto a lo sucedido, indicó: “Es bastante fuerte como fiscales, porque tenemos que corroborar una desconfianza que está latente pero que uno no ve", agregó.
Según la investigación, el 21 de junio pasado, los oficiales involucrados apresaron a cuatro jóvenes y los trasladaron a la sede de esa comisaría.
Posteriormente y a raíz de una denuncia por amenazas y balaceras realizada en sede policial por dos chicas jóvenes, dos de ellos fueron liberados, mientras que los otros dos fueron imputados con prisión preventiva por 90 días.
Mientras que en una extensa audiencia, que terminó anoche a las 22.30 horas, el juez Carlos Leiva aceptó la acusación fiscal y dictó prisión preventiva por 90 días para los seis policías investigados, informaron fuentes judiciales.
Según explicó hoy la fiscal Haurigot en rueda de prensa, los policías detuvieron aquel 21 de junio a Tomás Agustín G. de 19 años y Andrés Adrián "Pancita" R. de 22 cómo acusados de haber protagonizado una balacera en abril.
Los jóvenes fueron señalados por dos testigos como miembros de la banda de "Patri", un grupo dedicado al narcomenudeo en la zona norte de Rosario.