Por Ignacio Pellizzón
Referentes del sector instalaron un comedor abierto frente a la sede de Gobernación en reclamo de una ayuda provincial concreta para afrontar la delicada situación que vienen atravesando desde hace más de un año por la irrupción del coronavirus.
Por Ignacio Pellizzón
Ante la necesidad urgente de los gastronómicos de contar con apoyo económico y financiero para sostenerse en medio de la pandemia, un grupo de referentes del sector se manifestaron este mediodía frente a la sede de Gobernación donde intentaron montar un comedor abierto en una clara muestra de protesta.
El sector viene siendo uno de los más golpeados por el Covid-19. Las diversas restricciones que se vienen imponiendo desde marzo del 2020, provocaron que cientos de negocios tuvieran que bajar sus persianas definitivamente y tantos otros reconvertirse para subsistir.
Por eso, tomaron la decisión, desde Unión de Gastronómicos de Rosario, de salir a la calle a manifestarse en pos de que el gobierno de la provincia les ofrezca alguna ayuda económica concreta que les permita sobrellevar las nuevas limitaciones que se pusieron en marcha tras haber caducado el DNU de Nación.
La movida, que comenzó de forma pacífica, terminó con una orden del fiscal de Flagrancia, José Luis Caterina, para que se realice un avance policial para desmontar el comedor público en plena calle que habían montado frente la sede de Gobernación en Rosario.
La situación se desmadró y terminó con dos empresarios detenidos: Jorge Sauan, dueño de la tradicional chopería Gorostarzu y el dueño del bar Blanco. “El fiscal Caterina nos quiere llevar todo, desactivó la protesta, porque no hubo un permiso para manifestarnos en forma solidaria y pacífica, entonces mientras más pacífico uno es, te terminan llevando puesto”, contó a Mirador Provincial Nicolás Dacunto, titular de la cervecería “Mosto Somos Cerveza”.
Hasta el viernes la gastronomía podrá atender comensales hasta un 30 por ciento del aforo en sus locales, regresa el servicio doméstico, el comercio minorista y mayorista tendrá la chance de abrir sus persianas hasta las 17, y el rubro alimenticio y farmacias hasta las 19. La circulación, por su parte, será hasta el domingo inclusive permitida entre las 6 y las 18 horas.
“Estábamos tranquilos acá, manifestándonos, cortamos una calle -tal cual pudo advertirse-, pero tenemos la necesidad de que nos den una ayuda concreta por parte la Provincia porque así no podemos sostenernos más y estamos repletos de deudas”, disparó Dacunto. “No nos dejan ejercer nuestro derecho a reclamar, sino que nos están confiscando todas nuestras cosas que necesitamos para trabajar y que las trajimos para expresar nuestro malestar y descontento”, añadió.
“Desde el 19 de marzo del año pasado, no hacemos más que acumular pasivos. Ya se perdieron 4.500 puestos de trabajo en la ciudad. Como lo nuestro es hacer y servir comida, lo que decidimos hacer para poner en evidencia nuestra situación, es montar esta cocina, dándole alimento a gente en situación de calle. Con protocolos y cuidados, pero la idea es quedarnos acá una semana entera, vamos a entregar sandwiches de bondiola”, expresó Sauan a radio SI 989 antes de ser detenido.
No se paga más
El sector gastronómico de Rosario se declaró en estado de cesación de pagos debido a la grave crisis que arrastra desde hace más de un año por la pandemia de coronavirus.
Los empresarios del sector adelantaron que las únicas obligaciones que afrontarán serán el pago de sueldos a los empleados y los compromisos con los proveedores.
Los propietarios de bares, restaurantes y parrillas plantearon que no podrán cumplir con el pago de servicios y de impuestos de carácter nacional, provincial y municipal, "en virtud de que no hay caja para hacerlo". "La prioridad será pagar sueldos y proveedores que son los que permiten sostener el negocio en pie”, afirmó Alejandro Pastore, integrante de la Cámara Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario.
El referente del Paseo Pellegrini precisó que la situación “es crítica y gravísima” y que las medidas de asistencia económica que requirió el sector para poder sobrevivir a la pandemia “no han llegado y las consecuencias son éstas”.