Juan Chiummiento | [email protected]
Juan Chiummiento | [email protected]
Las obras para concretar el Hospital Nodal de Rosario -un proyecto que inició el ex gobernador Hermes Binner pero nunca se llegó a finalizar- volverán a tomar cuerpo en el corto plazo. Así se lo confirmó a El Litoral Omar Perotti, quien ratificó un anticipo realizado días atrás por la ministra de Infraestructura Silvina Frana, respecto al inminente llamado a licitación para llevar los servicios al futuro nosocomio, en el marco de una intervención que también cubrirá el barrio que lo circunda.
En el Ejecutivo santafesino calculan que para completar el hospital hacen falta unos $ 4.000 millones, por lo que no se apresuran a poner una fecha de inauguración. Sin embargo, pondrán el tema en agenda en las próximas semanas a través de lo que sin dudas no será una licitación más. Se tratará de un pliego que permitirá alejar fantasmas respecto a la transformación del sitio en un elefante blanco.
“Hay una preocupación por poder terminar la obra del hospital”, aseveró días atrás Frana, quien dijo que espera licitar “en breve” los servicios -agua, luz y cloacas-, una gestión que, al abarcar también al entorno, superará los $ 500 millones de inversión. Este viernes, a la salida de un acto en el que anunció una licitación por $ 3.000 millones para estabilizar la cascada del arroyo Saladillo, Perotti confirmó la voluntad de avanzar con la estratégica obra.
En la semana, el tema fue puesto sobre la mesa por otro referente del oficialismo en Rosario. El pre candidato a concejal Lisandro Cavatorta llegó a la zona de Circunvalación y avenida San Martín para grabar un video que luego difundió en redes sociales. Será seguramente material de debate en los próximos días.
Según indicó Frana, al iniciar la pandemia, la Provincia pretendía desarrollar allí un esquema para aislar personas contagiadas, “pero cuando llegamos nos encontramos con una estructura de cemento, sin piso y sin ningún desarrollo interior”. Para la ministra, el proyecto original “no fue bien planteado”.
La conclusión de la titular de Infraestructura refiere a un análisis realizado por sus equipos técnicos, que juzgan incorrecto el planteo de proyectos realizado en las gestiones del Frente Progresista, donde, por ejemplo, no se incluían los servicios en los pliegos de las obras, sino que luego se realizaban a través de los denominados “adicionales de obra”.
Discusiones aparte, lo cierto es que el proyecto lleva ya más de una década sin concluir. Fue anunciado por Binner, quien lo presentó como el hospital “más moderno de Latinoamérica”. La obra fue planteada por etapas y recién en tiempos de Miguel Lifschitz en la Casa Gris se terminó la segunda, que consistió en los cierres y terminaciones exteriores.
El último gobernador socialista priorizó otras intervenciones (nadie podrá negar que justamente el capítulo obras públicas fue una de sus prioridades, con varios hospitales inaugurados a lo largo y ancho de la bota) y desde 2019 el lugar no tiene prácticamente movimiento. Está ubicado en el lado sur del cruce de Avenida Circunvalación y San Martín, en un barrio de alta vulnerabilidad como es Las Flores, pegado a una escuela (inaugurada en 2015).
Cuando el coronavirus alteró la vida en marzo de 2020, muchos se preguntaron si no hubiera sido necesario contar con esa infraestructura para hacer frente a la pandemia. Finalmente se eligió el ex predio de la Sociedad Rural en Rosario -un sitio que fue puesto a nuevo en tiempos de Lifschitz- y ahora, con condiciones sanitarias más benévolas, se está retomando el proyecto del Hospital Nodal, que preveía una superficie superior a los 25.000 metros cuadrados.
En paralelo a los armados de pliegos para la prestación de servicios, Infraestructura trabaja con el Ministerio de Salud para determinar cuál es la mejor manera de abordar lo que falta. “Pensemos que es un desarrollo que tiene 10 años. Hay que ver si se sigue tal cual estaba estipulado o hay que hacerle alguna reforma”, valoró Frana, quien no descartó la búsqueda de fuentes de financiamiento externo, ya que se calcula un presupuesto cercano a los $ 4.000 millones para su conclusión.