Ignacio Pellizzón | [email protected]
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Desde que el grupo capitalista chileno se fue del país en junio, dejando vacía la histórica y emblemática casona “La Favorita”, en la esquina de Peatonal Córdoba y Sarmiento, se subieron a la mesa de negociaciones varias propuestas rosarinas para poder reutilizar el inmueble y revalorizarlo, en pos de no dejar caer un símbolo icónico para el microcentro local.
De todas las iniciativas que se barajaban, hubo una que parecía picar en punta. Pero, tras casi ocho meses de espera, todo “quedó en la nada”, confirmó a Mirador Provincial Juan Benzi, titular de una reconocida juguetería y representante de los comerciantes de la peatonal.
Se trataba de un emprendimiento encabezado por este conjunto de empresarios locales que apuntaban a armar una suerte de nuevo shopping dentro de la mansión.
El apuro de los negociantes por cerrar un preacuerdo con los titulares del espacio se basaba en un run run de que la empresa de supermercados Walmart había fichado el espacio para armar algo, aunque el rumor se desinfló por completo.
Donde supo funcionar Falabella no es un edificio cualquiera en Rosario. La mega tienda ocupó la histórica casona perteneciente a la compañía Asturia S.A. fue fundada en 1978 por los hermanos Ramón y Ángel García. Muchas historias recorren esas paredes, escaleras y techos tan elegantes como únicos.
La ansiedad de los comerciantes del microcentro de Rosario se hace notar ante la falta de movimiento que hay producto de la pandemia, pero que viene siendo arrastrada por la crisis económica de años anteriores. El hecho de que se haya ido Falabella “también arrastra a muchos de nosotros”, puntualizó un comerciante de la zona.
El inmueble de 10.000 metros cuadrados, que según indican podría albergar “unos 50 negocios”, con lo cual “tranquilamente se podría armar un centro comercial”, aún sigue a la espera de que algún proyecto en concreto tome forma y pueda volver a darle el brillo que supo tener, agregó.
Aunque la Municipalidad había expresado su intención de acompañar para que se pudieran generar acciones de apoyo para que todos los interesados en participar tengan, aunque sea, una posibilidad de armar un proyecto concreto lo antes posible, para que no pasara demasiado tiempo vacío el inmueble, finalmente no pudo prosperar.
La empresa Falabella anunció en mayo que ya no era más posible comprar mercadería en su página web. De esta manera, la firma de origen chileno cerró definitivamente su comercio en Argentina. Al respecto, durante 2020 se había comenzado un proceso de cierre de todos sus locales en el país.
El mismo grupo informó que mantendría en la Argentina su negocio a través de la cadena de productos para la construcción y el hogar Sodimac, que también estuvo en un proceso de venta durante 2020, pero que finalmente, y luego del cierre de algunos locales, se decidió mantener dentro de su operación.
El mensaje de despedida de Falabella fue el siguiente: “Nos despedimos agradeciendo a todos nuestros clientes, proveedores, colaboradores”. Y señalaron que algunas categorías de productos (como decoración, muebles, electrohogar, herramientas y maquinarias) se podrían encontrar en la página web de Sodimac.
Prácticamente un mes antes de su saluda definitiva del histórico inmueble La Favorita en Rosario, cientos de personas decidieron acercarse a la tienda de Sarmiento y Córdoba a buscar ofertas frente a la liquidación por cierre de la compañía. La noticia de que cerraba definitivamente, provocó durante días varias colas de cien metros, que se extendían por peatonal Córdoba desde Sarmiento hasta Mitre.
Falabella fue una firma que al estilo de las galerías Lafayette en París y El Corte Inglés en Madrid se convirtió en una marca registrada y un símbolo del centro de la ciudad. La compañía transandina que comenzó a operar allí en 1994 respetó el espíritu de esta clase de negocios y también su arquitectura por dentro. El cierre de la firma en Rosario afectó a unas cien familias que trabajan en la mega tienda.
Ricardo Diab, presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, indicó, sobre las consecuencias de esta bajada de persianas que implicaba “un golpe duro”. “Fundamentalmente al centro, porque Falabella era un punto de atracción de gente hacia la zona céntrica que derramaba clientes hacia otros negocios”.
“Por un lado, está la cuestión humana que es el personal desafectado. Hay que reinsertar la gente que se queda sin trabajo. En lo económico, lo que impacta en la provincia y en la ciudad por los aportes”. “El centro necesitaba ser más atractivo. Esto dio golpe duro porque hay que modificar estrategias para que el centro no comience a desaparecer como ocurre muchas veces en otras partes del mundo”, añadió Diab.