Juan Carlos Scalzo
El Concejo aprobó una ordenanza que manda al Ejecutivo disponer de un espacio para su funcionamiento y suministrar los recursos para el personal y todo lo necesario para una adecuada prestación. Además brindará guardia nocturna para casos de accidentes.
Juan Carlos Scalzo
Con el apoyo del cuerpo en su conjunto, el proyecto del concejal oficialista Juan Senn se transformó en ordenanza, convirtiendo en realidad un largo anhelo de las organizaciones protectoras de animales y muchos ciudadanos que no cuentan con posibilidades de cuidado profesional para la salud de sus mascotas.
En la parte medular de su articulado se establece que “el Departamento Ejecutivo deberá proporcionar un espacio acorde para llevar a cabo las tareas para la atención primaria de la salud de perros y gatos, que estará a cargo de la Municipalidad de Rafaela”. Asimismo, se deberá incorporar un director de gestión, para que lleve adelante la administración del área, de esa forma el personal sanitario va a poder realizar de manera más sencilla su función. La nueva norma local también manda que se garantice “una guardia nocturna, ante eventuales accidentes en la vía pública que requieren de inmediata atención” y que “la Secretaría de Desarrollo Humano o la que la reemplace en el futuro será la responsable de la implementación y aporte de recursos para solventar el sistema”.
Además, el DEM deberá “implementar un programa educativo, tanto durante la prestación de los servicios, informando y entregando material educativo a las familias que concurren con su animal, como a través de campañas de concientización y charlas educativas sobre el cuidado de los animales, que podrán realizarse en escuelas y demás establecimientos que se consideren oportunos”.
A la hora de defender el proyecto, el edil oficialista contextualizó que “uno de los aspectos, quizás más importantes, de este proyecto es la mirada integral que se debe tener con respecto a los animales, entendiendo que salud animal y salud humana son parte de una sola salud, cuya tercera pata está formada por el cuidado del ambiente”. Y en el mismo sentido recordó que “la última reforma de nuestra constitución nacional, allá por el ’94, incorporó con rango constitucional los tratados internacionales de Derechos Humanos y en donde se efectiviza que el derecho a la salud tiene que estar disponible de manera efectiva, es decir accesible y de calidad, por eso el sistema público es gratuito, para cumplir con el principio de accesibilidad. También se debe cumplir con los principios de progresividad y no regresión. Así se establece en la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica”.
“Otra parte muy importante -continuó-, no establecida en esta ordenanza, sino en otra votada con anterioridad, es el sistema de control poblacional, que ahora se va a completar con la atención primaria. Con ambos sistemas trabajando en conjunto, vamos a poder disminuir por un lado la sobrepoblación de perros y gatos y por el otro lograr también la disminución de las patologías zoonóticas (enfermedades que el animal le puede transmitir al ser humano). Sabemos que hay familias en estado de vulnerabilidad con animales que también tienen otros problemas como hongos, sarna y heridas embichadas”. Y sentenció: “hace siglos que los perros y gatos conviven con nosotros. Por eso hay que entender que el problema no es individual, sino colectivo y con este tipo de políticas públicas, lo vamos a resolver”.