El 23 de marzo de 2020, a días de haber comenzado el protocolo de aislamiento generado por la pandemia de coronavirus, la cárcel de Coronda, departamento San Jerónimo, se tornó en uno de los primeros lugares donde explotó el rechazo a tal medida.
El IAPIP pudo dar reapertura a uno de los talleres insignias de la entidad: el de sastrería. Había sido arrasado y quemado durante el motín de marzo de 2020 y tras mucho andar, pudo ser puesto nuevamente en funciones.
El 23 de marzo de 2020, a días de haber comenzado el protocolo de aislamiento generado por la pandemia de coronavirus, la cárcel de Coronda, departamento San Jerónimo, se tornó en uno de los primeros lugares donde explotó el rechazo a tal medida.
En esa jornada que rompió con 15 años sin reyertas masivas en el penal más antiguo de la provincia, murió un preso en una pelea previa al motín, dos internos fueron heridos y hubo destrozos cuantiosos, especialmente en el taller de sastrería del Instituto Autárquico Provincial de Industrias Penitenciarias, que fue literalmente arrasado, incendiado y saqueado.
No es un dato menor que allí se estaban confeccionando 10.000 barbijos para la contingencia sanitaria del Covid 19.
A partir de ese momento, todo fue cuesta arriba pero tras una larga acción de recomposición, este miércoles se reinauguró ese extenso taller, que está emplazado en una sala de unos 35 metros de largo por 8 de ancho.
El acto contó con la presencia del Ministro de Seguridad, Claudio Brilloni; del secretario de Asuntos Penitenciarios, Dr. Walter Gálvez; del Director Provincial del Servicio Penitenciario, Gabriel Leegsta, del director del IAPIP, Claudio Marino; del intendente de Coronda, Ricardo Ramírez; del director y subdirector de la cárcel Alc. My. Alejandro Silva y Alc. My. César Michelini, entre otras autoridades.
Al respecto, Marino mencionó que “recuperamos el local de ventas de Santa Fe que se encontraba en un estado lamentable, parecía más un galpón que un local comercial, no soy de las inauguraciones, los hechos hablan más que nuestras palabras”.
“Esto es resultado de la colaboración de todos, de los internos que están trabajando acá, que reconocieron que varios de sus compañeros generaron e hicieron que esto se incendiara, nos ayudaron también a comenzar de nuevo, es su lugar de trabajo y estadía, y lo principal es que aprendan un oficio, que hablemos de una reinserción en serio, no de palabras. Que aprendan a coser, a soldar otros, a trabajar en la carpintería, eso les dará un retorno mejor al exterior” indicó el funcionario corondino. Valga destacar que en total casi 650 presos se desempeñan en alguno al menos de los 23 talleres que tiene la entidad dentro de las cárceles santafesinas.
“Atrás de ustedes hay un grupo de maestros que están en los talleres, y las familias de todos nosotros que apoyan lo que hacemos y lo que ustedes hacen acá” y recordó sobre la pintura que identifica los sectores pertenecientes al IAPIP, que “las paredes están pintadas con una simbología: el gris del Servicio Penitenciario, la bandera de la provincia y el blanco de la luz, la esperanza que surge para quienes hacen la labor terapia”.
Posterior a las palabras brindadas también por Brilloni y Gálvez y a la bendición impartida por el presbítero Javier Capoccetti –quien recordó que la Cárcel da mucho trabajo a los corondinos, quienes a veces reniegan demasiado de ese mismo presidio-, las autoridades cortaron la cinta que dio por reinaugurada y restaurada la sastrería del instituto, ubicada en el corazón de la cárcel de Coronda.