Martes 4.2.2020
/Última actualización 22:18
Este martes al mediodía, en la sede capitalina del Ministerio de Trabajo, se realizó la reunión de conciliación obligatoria entre autoridas de la Municipalidad de ceres y representantes de Festram -la Federación que nuclea a los trabajadores municipales en la provincia- para discutir la situación de 44 empleados que nombró la gestión anterior en 2019 y cuyas designaciones fueron revisadas por la actual gestión. Tras exponer sus posiciones, la reunión pasó a cuarto intermedio para el viernes próximo.
Para colocar las cosas en contexto, hay que recordar que Ceres fue gobernada por el justicialismo los últimos 16 años. Y que en las últimas elecciones, se impuso la radical Alejandra Dupouy, quien al asumir se encontró con nombramientos recientes, cuya designación ordenó revisar de inmediato.
Eso desató el conflicto que todavía hoy tiene en vilo a esa ciudad del departamento San Cristóbal, en el noroeste de la provincia: hubo paros, movilizaciones y finalmente debió intervenir la cartera de Trabajo.
En el marco de la conciliación obligatoria, los trabajadores involucrados volvieron a trabajar, aunque desde el sindicato advirtieron que “no les asignaron tareas”.
Para quienes siguen de cerca esta compleja situación, aseguran que comenzó una nueva etapa, por cuanto esta fue la primera vez que las partes fijaron en un ámbito común sus posiciones.
Dupouy asumió funciones el 10 de diciembre pasado, tras vencer en las elecciones al justicialismo, que gobernó -Camilo Busquets mediante- los últimos 16 años. Ni bien asumió, Dupouy declaró la emergencia económica ante la difícil situación y la importante deuda con la que recibió al municipio.
También se redujo un 25 por ciento el salario propio y el de sus colaboradores y comenzó a revisar nombramientos, muchos de ellos concretados luego de las elecciones.
La intendente de Ceres, Alejandra Dupouy, en declaraciones a El Litoral (que publicaremos íntegramente en la edición de este miércoles), dijo que la anterior gestión dejó “una ciudad en llamas, prácticamente arrasada”.
En ese contexto, señaló que a la incorporación irregular de 44 personas a la planta permanente, “se suma una deuda de 50 millones de pesos y también a un parque de maquinarias obsoleto, deteriorado”.
Sostuvo también que “la ciudad parece un basural. Hoy, a cincuenta días de haber asumido, todavía no podemos llegar a algunos barrios a juntar los residuos, porque las máquinas se rompen, no funcionan, todos los días se rompen las herramientas que tenemos que sacar a la calle para cumplir los servicios básicos”.
Fijadas sendas posiciones, las partes volverán a reunirse en Santa Fe este viernes, nuevamente, en el Ministerio de Trabajo.