Noelia Sciarratta
La normativa fue aprobada en diciembre de 2020. A un año y medio, con actividad plena tras la pandemia, encontraron falencias. "Es necesario corregir algunas situaciones", remarcan desde Planeamiento.
Noelia Sciarratta
A veces la teoría indica una cosa pero trasladado a la práctica el resultado no es el esperado. En resumidas cuentas, desde la Secretaría de Planeamiento de Roldán -Dpto. San Lorenzo- entienden que eso pasó con el Plan Urbano aprobado por el Concejo de esa ciudad en diciembre de 2020 y por eso consideran necesario revisar algunos artículos de la ordenanza.
El pasado martes, desde el Ejecutivo acercaron una propuesta al Concejo, ámbito donde ahora los ediles debatirán al respecto y también podrán sobre la mesa de conversaciones el Reglamento de Edificación de la ciudad, un material con el que hasta ahora no se contaba.
"El plan urbano se aprobó a fines de 2020 y muchas cosas se están empezando a ver ahora que, tras la pandemia, empezó a rodar la actividad. Entonces descubrimos inconsistencias entre el texto y los anexos, no son cosas graves pero si que hacen a la aplicación de algunas cuestiones", consideró la secretaria de Planeamiento local, Graciela Garate.
"En mi opinión es necesario corregir esas situaciones, por eso lo propuse al Concejo. En una norma de más de 50 páginas es lógico que se imaginen algunas situaciones de una manera y después en la práctica terminan siendo de otra", agregó al tiempo que recordó que desde el vamos el actual Plan contempla revisiones periódicas.
En este contexto, Garate también creyó que era el momento oportuno para redactar y someter a debate del Concejo un Reglamento de Edificación propio de la ciudad, material esencial para profesionales con el cual hasta el momento no se contaba. "Hay ordenanzas que legislan sobre un tema, el propio Plan o el código tributario sobre otros, incluso hay cosas que se hacen por usos y costumbres pero no están redactadas en ningún lado", explicó la funcionaria.
Así, la intención es que en Roldán haya "dos normas fuertes" donde estén contenidas todas las situaciones: el Plan Urbano que regula lo macro y el Reglamento de Edificación que va más por lo micro. "Estas dos normas deberían actuar de forma conjunta para que hagan más fácil la interpretación tanto del profesional como del propietario de una casa o un lote", definió, al tiempo que remarcó que tal como está dada la situación actualmente "hace que haya cosas muy discutibles o que se tengan que otorgar excepciones, y cuando eso ocurre las reglas no son claras y hay poca transparencia".
Todo esto se hace aún más necesario en un contexto en el que la funcionaria remarcó que el municipio está yendo hacia una digitalización de todo el proceso de trámites para construir: "Tienen que existir los menores grises posibles", aseveró.
También es necesario poner sobre la mesa la necesidad que tiene esa ciudad a la hora de legislar sobre construcciones. Se trata de una de las localidades de la provincia que más creció habitacionalmente desde el 2010 a esta parte, motorizado por el Plan Procrear por una parte pero también por una necesidad de los habitantes de Rosario de mudarse hacia lugares con más verde, algo que se incrementó con la pandemia.
Así, en diciembre de 2020 el Concejo de la localidad aprobó su nuevo Plan Urbano, una normativa que legisla sobre los desarrollos urbanísticos por venir y marca los trazos de cómo deberá crecer la ciudad con vistas a los próximos 30 años.
"Es necesaria una revisión periódica porque las normas constructivas van evolucionando, aparecen nuevas materialidades, nuevos usos que te ponen en crisis permanentemente", planteó Garate, quien está al mando de la secretaría desde Diciembre pasado cuando asumió la nueva gestión municipal con el intendente Daniel Escalante al mando.
"Planteé al Concejo la necesidad de prever las situaciones, de estudiarlas, revisarlas periódicamente para que no haya necesidad de excepciones. Si bien hay alguna situación que puede ser difícil de contemplar cuando se escribe la norma, que eso sea algo que se vuelve habitual no es sano para nadie, ni para funcionarios, ni para el que lo tiene que pedir. Cuando pasa eso, las reglas no son claras", sentenció la funcionaria.
La modificación de la norma encontró respuesta positiva de parte de la mayoría de los ediles. "El plan fue aprobado en diciembre de 2020 y es un proyecto que llevó muchos años de trabajo. Fue concebido como una estructura dinámica con una factibilidad de sujetarse a revisión periódicamente cada seis meses, algo que fue consensuado con todos los bloques. Si bien como toda normativa siempre es perfectible y sobre todo en una ciudad con un desarrollo tan dinámico como la nuestra, fue un primer gran paso, traza un antes y un después en la historia de la ciudad con una mirada a la ciudad futura que queremos. Insisto, es una normativa elástica que permite la introducción de toda mejora o evolución, en función del crecimiento que como ciudad tenemos desde lo urbanístico", destacó la presidenta del Concejo y referente del Frente Justicialista, Susana Abo Hamed, en diálogo con Mirador Provincial.
La edil formó parte del grupo de legisladores que debatieron en 2020 la normativa, a la cual define como una herramienta que atiende la demanda y las exigencias "de la nueva ciudad que tenemos en un contexto regional y metropolitano. Una Guía para, a partir de ahí, pensar en un rediseño de la ciudad, un plan sujeto a perfeccionamiento".
"Para nosotros, como espacio político, es un gran orgullo haber sido parte de ese proyecto y es producto de un trabajo arduo de la gestión Pedretti. Lo importante es que permite las diferentes miradas y la incorporación de los aportes de diferentes espacios que lo puedan enriquecer. De hecho, ya hemos tenido reuniones muy productivas con el ejecutivo actual para introducir modificaciones", anticipó.