Jueves 9.11.2023
/Última actualización 18:31
La Escuela Taller Nº34 “Bernardino Rivadavia”, ubicada en calle Paraguay 1230 de Rosario articula desde hace más de cien años, con instituciones primarias de Rosario para que niños y niñas de cuarto, quinto, sexto y séptimo grado realicen allí sus talleres. Pero el espacio en donde funcionan no es propio, siendo inquilinos desde hace más de 80 años. Ahora, el sueño de expropiarlo por parte de la Provincia se acerca tras la media sanción obtenida en el Senado mediante el proyecto del legislador Miguel Rabbia.
Hay que recordar que esta iniciativa ya había sido aprobada, pero nunca se cumplió. Es que el Ejecutivo de turno no asignó el presupuesto para poder comprar este edificio. Por eso, nuevamente, tras varias movilizaciones solidarias con la institución por parte de padres y alumnos y alumnas al ver que los dueños del inmueble quieren venderlo, el senador retoma la apuesta de expropiarlo y ahora resta que lo apruebe Diputados para ponerle el moño y avanzar.
El texto del proyecto, al que tuvo acceso El Litoralmirado, señala que se busca “expropiar el inmueble que actualmente utiliza la Escuela Taller de Educación Manual N° 34, que se encuentra en calle Paraguay 1230 en la ciudad de Rosario”. La idea es que la Provincia “destine las partidas de recursos en el presupuesto para poder sostener y mantener el inmueble con todas sus instalaciones y sus necesidades”.
La escuela Bernardino Rivadavia fue creada el 2 de marzo de 1913 y recién comenzó a funcionar el 2 de septiembre del mismo año, llevando el nombre de quien fuera el primer presidente constitucional Bernardino Rivadavia.
Al principio funcionó en calle Paraguay 1371, pero después se mudó a calle Dorrego 940, hasta que en marzo de 1970 ocupó el edificio que utiliza actualmente. Su propietario, Natalio Scheines, alquiló el predio al Ministerio de Educación para que funcione como Escuela Taller. Ahora, los dueños quieren vender el inmueble después de 85 años.
“Es inentendible que durante 85 años nadie se ocupó, si bien la escuela va a seguir existiendo, irse a otro lugar le quita todos estos años de historia. Toda esa gente que ha pasado por las aulas” opinó Noemí Bravo, tesorera de la cooperadora de la escuela, cuando se realizó el abrazo solidario a principio de año.
“No se puede borrar de un plumazo una escuela. Hace treinta años se presentó una expropiación, se llegó hasta la última instancia y faltando una firma se dejó caer y no se dio. Los cooperadores de esa época que aún sigue colaborando nunca entendieron que pasó en ese momento” reflexionó Bravo.
La preocupación e incertidumbre de familiares y alumnos, es que la escuela recibe a cinco escuelas primarias de la zona para realizar las clases de Tecnología Taller, con un mobiliario totalmente equipado para dicha tarea. En total son mil alumnos y alumnas que utilizan el espacio.
Cada aula es un taller de especialidades, entre ellas, dos de carpintería, una mimbrería, un aula cartonado, otra de cerámica, aeromodelismo, dos talleres de herrería, y, se sumó este año una sala de informática.
En esta última sala, el dato a destacar es que está a cargo de padres de cooperadora para dictar calces de programación de videojuegos y, en un futuro no muy lejano, impresión 3D.
Todos los grupos realizan proyectos según gustos o necesidades, desarrollando la creatividad, experimentando técnicas con diversos materiales y herramientas, rotando año a año de especialidad siguiendo las trayectorias de cada grupo hasta finalizar la escuela primaria.
“La finalidad es desarrollar la Tecnología de forma crítica y creativa, cuidando el medio ambiente y desarrollando proyectos en forma grupal y colaborativa que ayuden al desarrollo del trabajo en equipo desde una edad temprana”, contó Rabbia a El Litoral.
Una idea macro
Rabbia contó a este medio que tiene en danza otra iniciativa que propone que el 0,5% de los Ingresos Brutos provinciales –alrededor 20 mil millones pesos al año- sean destinados para “comprar edificios de escuelas públicas de gestión estatal que funcionan en edificios privados que están alquilados”.
En total “son más de 120 en la provincia”. Esta situación con los colegios “no garantiza previsibilidad en alumnos y familias, ni calidad educativa, porque son casonas que funcionan con la estructura que tienen y no con lo que requieren para el fin educativo”, añadió.
En este sentido, “buscamos darle media sanción, porque, además, en alquileres, a valores de hoy, la provincia de Santa Fe destina 60 millones de pesos por año para retener los edificios”. Con esta iniciativa “pretendemos alcanzar más eficiencia y calidad”, concluyó el legislador.